lunes, 31 de octubre de 2022

HOMILÍA EN LA CONMEMORACIÓN DE LOS FIELES DIFUNTOS

 Ayer hablábamos de alegría, de plenitud, de santidad. 

Hoy no quiero hablar de tristeza (pensando en nosotros), quiero hablar de esperanza (pensando en ellos). Hace falta mayor empatía con los finados.


Tradicionalmente recordamos a los seres queridos pensando sólo en mi: los que perdí, los que ya no tengo, las sillas vacías en las navidades, las veces que querría hablar tantas cosas con ellos.


¿Por qué nos martirizamos de esa manera?

¿Por qué seguimos rascando la herida?

¿Acaso nos gusta el dolor?

¿Por que no pensamos de otra manera?


Podríamos pensar dese el punto de vista de ellos. EL PURGATORIO NO ES LUGAR DE TRISTEZA, SINO DE ESPERANZA. No es un lugar donde las llamas les queman…(como vemos en tantos cuadros), ni tampoco es el infierno. 

La Iglesia nos recuerda que esperan de lleno la inmortalidad.

Ellos están en paz. 

Están en la antesala.

Ya vislumbran la luz.

Ya pueden oler los aromas del cielo.

Ya están próximos.

Es la esperanza en su máximo exponente. 


Llenémonos de esperanza. Un día nos veremos de nuevo en la eternidad. Dios lo ha prometido. “Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad”. Por tanto, el único requisito para no salvarme es no querer. Porque no nos salvamos nosotros, nos salva Él.


Repito, llenémonos de esperanza. 

HOMILÍA EN LA FIESTA DE TODOS LOS SANTOS

“Alegraos y regocijaos dice Jesús a los que son perseguidos o humillados por su causa” GE 1

Celebramos la santidad de una cantidad ingente de testigos. La santidad es la alegría.

Dejarnos alegrar por el Señor.

Dejarnos transformar por él.

Durante mucho tiempo hemos identificado la santidad como un alejamiento del mundo y sus valores. Como una castración en todos los niveles: de alegrías, de sentimientos, de opciones…


Más bien, todo lo contrario, Los Santos son los que han vivido la vida en plenitud.

Por lo general, una vida en plenitud la consideramos llena de regalos, de viajes, de oportunidades, de ocio, de tiempo para mi, de dinero para gastar, en definitiva, el culto al yo…

El Papa en el mismo número 1 de la Gaudete Etxsultate, que recomiendo leer encarecidamente, sobre la santidad nos dice, una frase que tengo enmarcada. “El nos quiere santos y no espera que nos conformemos con una existencia mediocre, aguada, licuada.”

El quiere de sus hijos algo más. Que sean felices, que tengan una vida plena. Ni marcada por las modas, ni por el viento, sino sobre aquello que nos hace mejores, más plenos, más llenos y realizados.

Esta plenitud la identificamos principalmente con la entrega, con el amor. 


Tres aspectos que debería tener el santo del s. XXI.


Sinodalidad. La pandemia, el volcán nos ha enseñado a descubrir las interconexiones que tenemos entre todos y la necesidad que tenemos unos de otros. Ya, como cristianos no podemos caminar al margen unos de otros. Cada uno tiene que discernir su vida ante Dios, pero no estamos llamados a caminar solos. La sinodalidad implica no imponer, escuchar, dejarme interpelar por él, estar abierto al otro, adaptarme a su ritmo. Es un camino que no hemos transitado mucho y tenemos que aprender. El santo del s. XXI, es un santo sinodal.


Misericordia: Hace varios años, aprendimos en el jubileo que el Papa nos ofreció. No hay santo sin misericordia, no hay santo que no sea misericordioso, dado que Dios es misericordioso. Por ello, los “santurrones”, que rezan mucho, que tienen un pie más cerca del cielo que de la tierra (en expresión de aquí), y no tienen en cuenta al otro más necesitado, NO SON SANTOS.


Alegría: El Papa nos dijo en la brújula de la Iglesia, Evangeli Gaudium, que quiere una nueva evangelización marcada por la alegría. Alegría porque me siento querido por Dios, que es la clave de la alegría. Esto me hace sentirme pleno/a.

jueves, 27 de octubre de 2022

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 28 DE OCTUBRE DE 2022

 Lc 6,12-19: Escogió de entre ellos a doce, a los que también nombró apóstoles.


En aquellos días, Jesús salió al monte a orar y pasó la noche orando a Dios.

Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, escogió de entre ellos a doce, a los que también nombró apóstoles: Simón, al que puso de nombre Pedro, y Andrés, su hermano; Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Simón, llamado el Zelote; Judas el de Santiago y Judas Iscariote, que fue el traidor.

Después de bajar con ellos, se paró en una llanura con un grupo grande de discípulos y una gran muchedumbre del pueblo, procedente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón.

Venían a oírlo y a que los curara de sus enfermedades; los atormentados por espíritus inmundos quedaban curados, y toda la gente trataba de tocarlo, porque salía de él una fuerza que los curaba a todos.



Jesús antes de elegir a los apóstoles, se pasó la noche orando. Era una elección importante, y necesitaba tener clara la elección del Padre. Por eso, su oración fue más intensa y durante más tiempo.


La oración puede tener diversos fines: el más importante es la unión con Dios, la amistad con Él.


Pero también la oración es una fortaleza para la persona que tiene que hacer una opción importante en la vida. 

Algunas veces, nuestras oración son pobres, sin sustancia, consistencia y nuestras opciones no somos capaces de llevarlas a cabo. Sucumbimos en la primeras de cambio. 


También la oración es el medio privilegiado para conocer la voluntad de Dios, para discernirla. 


Por último, la oración puede ser el momento también de descanso en Él. Para renovar las fuerzas, volver a orientarme en el camino de Dios, etc. 


Pensemos, cuanto mayor es la necesidad, mayor debe ser mi oración: mayor en deseo, en intensidad y en tiempo. Hay circunstancias o motivos que necesitan o merecen de una oración mayor. 

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 27 DE OCTUBRE DE 2022

 Lc 13,31-35: No cabe que un profeta muera fuera de Jerusalén.


En aquella ocasión, se acercaron unos fariseos a decirle:

-«Márchate de aquí, porque Herodes quiere matarte.»

Él contestó:

-«ld a decirle a ese zorro: "Hoy y mañana seguiré curando y echando demonios; pasado mañana llego a mi término." Pero hoy y mañana y pasado tengo que caminar, porque no cabe que un profeta muera fuera de Jerusalén. ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que se te envían! ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como la clueca reúne a sus pollitos bajo las alas! Pero no habéis querido. Vuestra casa se os quedará vacía. Os digo que no me volveréis a ver hasta el día que exclaméis: "Bendito el que viene en nombre del Señor."»



Ante la afirmación del fariseo “que intenta ayudar a Jesús”, éste da a entender que sabe el destino que va a tener. Y ante el destino de muerte cruenta que va a tener, reafirma su voluntad de cumplir la del Padre, es decir, reafirma su fidelidad al Padre. No se echa para atrás sino que se lanza en confianza infinita al Padre.


Y añade: “no cabe que un profeta muera fuera de Jerusalén”. Y lanza una profecía sobre la ciudad. Es la ciudad santa, la ciudad de la paz, la ciudad celestial, pero la ciudad que todavía no ha acogido a Dios, su Palabra. Esto es lo paradójico. La ciudad santa es la que menos ha acogido la Palabra de Dios, sin embargo, es la ciudad donde más se ha anunciado ésta. Pero es la ciudad sorda ante la Palabra, por ello tiene su ruina. 


Y en el culmen de la paradoja, en esta ciudad mueren los profetas…y Jesús morirá fuera de estos muros. 

Esta ciudad es también comparable a la Iglesia (los cristianos). La Iglesia es la ciudad de la paz, de la Palabra de Dios. Sin embargo, a pesar de todo, hay rivalidades, peleas, competencias, celos, etc y se apedrean y se echan fuera de la ciudad/Iglesia todavía hoy a tantos profetas que no concuerdan con lo “políticamente correcto”. 


Sin embargo, no cabe que un profeta muera fuera de Jerusalén. Pensemos a quienes hemos “echado”  porque no piensa igual que nosotros.   Y Jesús nos advierte: “vuestra casa se os quedará vacía” si no queremos dejarnos reunir por él. 


En definitiva, luchemos por que nuestra Jerusalén sea de verdad, la casa del pan, de la paz.

miércoles, 26 de octubre de 2022

HOJA DOMINICAL. DOMINGO XXXI DEL TIEMPO ORDINARIO. CICLO C

  










  HOJA PARROQUIAL


29 y 30 de Noviembre de 2022
Domingo XXXI del Tiempo Ordinario. Ciclo C.


Parroquias de Tazacorte y Ntra. Sra. de Fátima en Tijarafe

Textos tomados de la página web de los dominicos en España. Dibujos obra de Fano.


“Hoy ha sido la salvación de esta casa”



  Cuando Jesús acepta la invitación de Zaqueo para cenar en su casa la gente exclama escandalizada: Ha ido a hospedarse a casa de un hombre pecador! En realidad tienen razón, porque Zaqueo es publicano y pecador. Mas hospedándose en su casa, Jesús le ofrece amistad, un gesto que Zaqueo sorprendido y agradecido, acepta con gozo. El desenlace de esta historia manifiesta claramente los reducidos límites hasta donde llega nuestro conocimiento del corazón humano. Con frecuencia nos quedamos en la superficie, sin alcanzar a vislumbrar la capacidad de transformación que puede tener lugar bajo el impulso de la gracia.

 

    Por eso es necesario apostar siempre a favor de la bondad oculta en el fondo del corazón humano, compartir el optimismo divino por el hombre, incluso cuando éste parezca haber perdido la confianza en sí mismo: Tú con todas las cosas eres indulgente, porque son tuyas, Señor que amas la vida (Sab 11,26) . Todas las criaturas poseen un rayo de luz y de amor oculto bajo la capa de miseria y de pecado. Dios puede transformar esa pequeña semilla: Entonces dijo el que estaba sentado en el trono: Mira que hago un mundo nuevo (Ap 21,5) La historia de Zaqueo es un buen ejemplo de todo esto.








LECTURAS


Primera lectura del libro de la Sabiduría 11, 22 – 12, 2


Señor, el mundo entero es ante ti como un grano en la balanza,
como gota de rocío mañanero sobre la tierra.
Pero te compadeces de todos, porque todo lo puedes
y pasas por alto los pecados de los hombres para que se arrepientan.
Amas a todos los seres
y no aborreces nada de lo que hiciste;
pues, si odiaras algo, no lo habrías creado.
¿Cómo subsistiría algo, si tú no lo quisieras?,
o ¿cómo se conservaría, si tú no lo hubieras llamado?
Pero tú eres indulgente con todas las cosas,
porque son tuyas, Señor, amigo de la vida.
Pues tu soplo incorruptible está en todas ellas.
Por eso corriges poco a poco a los que caen,
los reprendes y les recuerdas su pecado,
para que, apartándose del mal, crean en ti, Señor.


Salmo 144, 1-2. 8-9. 10-11. 13cd-14 R. Bendeciré tu nombre por siempre, Dios mío, mi rey.


Te ensalzaré, Dios mío, mi rey;
bendeciré tu nombre por siempre jamás.
Día tras día, te bendeciré
y alabaré tu nombre por siempre jamás. R/.


El Señor es clemente y misericordioso,
lento a la cólera y rico en piedad;
el Señor es bueno con todos,
es cariñoso con todas sus criaturas. R/.


Que todas tus criaturas te den gracias, Señor,
que te bendigan tus fieles;
que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas. R/.


El Señor es fiel a sus palabras,
bondadoso en todas sus acciones.
El Señor sostiene a los que van a caer,
endereza a los que ya se doblan. R/.


Segunda lectura de la segunda carta del Apóstol San Pablo a los Tesalonicenses 1, 11 – 2, 2


Hermanos:
Oramos continuamente por vosotros, para que nuestro Dios os haga dignos de la vocación y con su poder lleve a término todo propósito de hacer el bien y la tarea de la fe. De este modo, el nombre de nuestro Señor Jesús será glorificado en vosotros y vosotros en él, según la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo.
A propósito de la venida de nuestro Señor Jesucristo y de nuestra reunión con él, os rogamos, hermanos, que no perdáis fácilmente la cabeza ni os alarméis por alguna revelación, rumor o supuesta carta nuestra, como si el día del Señor estuviera encima.


Evangelio según San Lucas 19, 1-10


En aquel tiempo, Jesús entró en Jericó e iba atravesando la ciudad.
En esto, un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de ver quién era Jesús, pero no lo lograba a causa del gentío, porque era pequeño de estatura. Corriendo más adelante, se subió a un sicomoro para verlo, porque tenía que pasar por allí.
Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y le dijo:
«Zaqueo, date prisa y baja, porque es necesario que hoy me quede en tu casa».
Él se dio prisa en bajar y lo recibió muy contento.
Al ver esto, todos murmuraban diciendo:
«Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador».
Pero Zaqueo, de pie, dijo al Señor:
«Mira, Señor, la mitad de mis bienes se la doy a los pobres; y si he defraudado a alguno, le restituyo cuatro veces más».
Jesús le dijo:
«Hoy ha sido la salvación de esta casa, pues también este es hijo de Abrahán. Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido».







DEFINICIONES

 

MÁRTIR (del griego martyria = testimonio): Un mártir cristiano es una persona que está dispuesta a sufrir violencia e incluso dejarse matar por Cristo, que es la verdad, o por una decisión de conciencia que procede de la fe. Esto es justamente lo contrario a lo que hacen los terroristas suicidas islamistas. Usan la violencia contra otros y contra sí mismos a causa de convicciones de fe desviadas y por ello son admirados por los islamistas como «mártires».

 

MASTURBACIÓN (autosatisfacción, etimológicamente es probable que venga del prefijo latino mas = masculino, y turbare = mover enérgicamente): Por masturbación se entiende la excitación voluntaria de los órganos genitales a fin de obtener placer sexual.

 

MEDIOS DE COMUNICACIÓN SOCIAL Los medios que no se dirigen únicamente a personas individuales, sino a toda la sociedad humana e influyen en ella: prensa, cine, radio, televisión, Internet, etc.

 

MISIÓN (lat. missio = envío): La misión es la esencia de la Iglesia y el encargo de Jesús a todos los cristianos de anunciar el Evangelio con palabras y obras, de modo que todos los hombres puedan optar libremente por Cristo.

 

MISTERIO (grieg. mysterion = secreto): Un misterio es una realidad (o un aspecto de una realidad) que escapa, por principio, al conocimiento racional.

 

MONOGAMIA, POLIGAMIA (del griego monos = uno, polys = muchos, y gamos= matrimonio): Un matrimonio y muchos matrimonios. El cristianismo prohibe la poligamia, que también es castigada por el Estado como delito de bigamia (griego bi-dos).

 

MONOTEÍSMO (del griego monos = lo único, y theos = Dios, doctrina de la existencia de un único Dios): La doctrina de Dios como un ser único, absoluto y personal, que es el fundamento último de todo. Religiones monoteístas son el judaísmo, el cristianismo y el islam.




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martes, 25 de octubre de 2022

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 26 DE OCTUBRE DE 2022

 Lc 13,22-30: Vendrán de Oriente y Occidente y se sentarán a la mesa en el reino de Dios.


En aquel tiempo, Jesús, de camino hacia Jerusalén, recorría ciudades y aldeas enseñando.

Uno le preguntó:

-Señor, ¿serán pocos los que se salven?

Jesús les dijo:

-Esforzaos en entrar por la puerta estrecha. Os digo que muchos intentarán entrar y no podrán. Cuando el amo de la casa se levante y cierre la puerta, os quedaréis fuera y llamaréis a la puerta diciendo: «Señor, ábrenos» y él os replicará: «No sé quiénes sois». Entonces comenzaréis a decir: «Hemos comido y bebido contigo y tú has enseñado en nuestras plazas». Pero él os replicará: «No sé quiénes sois. Alejaos de mí, malvados».

Entonces será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abrahán, Isaac y Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios y vosotros os veáis echados fuera. Y vendrán de Oriente y Occidente, del Norte y del Sur y se sentarán a la mesa en el Reino de Dios.

Mirad: hay últimos que serán primeros y primeros que serán últimos.


Jesús aprovecha cualquier ocasión para ponerles contra la verdad. Ante la pregunta de si serán pocos los que se salven, Jesús responde de manera sorprendente: el Reino para todos tiene una puerta estrecha. 


Algunas veces, resulta incomprensible las comparaciones y las simbologías del evangelio. Esa puerta por la que muchos intentarán entrar y no podrán son los que quieren entrar por la puerta de sus vidas, de sus merecimientos, de sus ganancias. El Reino de los cielos no se gana, sino que se acoge. Por ello es una puerta estrecha, porque nos cuesta acoger, es salir de nuestra zona de confort. Decíamos el fin de semana que contemplábamos el evangelio, que la puerta estrecha es entrar por Jesús. Sin embargo, vendrán de lejos y se sentarán en la mesa del cielo. Se salvarán sólo los que entren por la puerta que es Jesús.

lunes, 24 de octubre de 2022

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 25 DE OCTUBRE DE 2022

 Lc 13,18-21: El grano creció y se hizo un árbol.


En aquel tiempo, decía Jesús:

«¿A qué es semejante el reino de Dios o a qué lo compararé?

Es semejante a un grano de mostaza que un hombre toma y siembra en su huerto; creció, se hizo un árbol y los pájaros del cielo anidaron en sus ramas».

Y dijo de nuevo:

«¿A qué compararé el reino de Dios?

Es semejante a la levadura que una mujer tomó y metió en tres medidas de harina, hasta que todo fermentó».


Nos tocan hoy dos pequeñas parábolas sobre el Reino de Dios. La primera, sobre el grano de mostaza. En este caso, Lucas es más escueto que los otros sinópticos en la descripción del grano. Ese grano creció y se hizo un árbol, hasta que los pájaros anidan en sus ramas. 


Es una parábola para confiar. Porque la semilla sembrada germina. Nos invita a confiar en Dios, en su Palabra. Tenemos que confiar que hay crecimiento, que no lo vemos, pero que en determinado momento, se nota. Sólo tenemos que plantar, es decir, poner en contacto con la Palabra de Dios, con Dios mismo. 


Es tan potente que es capaz de hacer fermentar hasta en tres medidas de harina. 

Ahora lo que nos tenemos que plantear es ¿si nuestra espiritualidad nos lleva al Reino?. ¿O sólo nos lleva a nosotros?.

Si no me quedo para mi la fuerza del evangelio, ella es capaz de fermentar la masa, es capaz de ir cambiando el mundo a base de ir cambiando los corazones de las personas con las que tengo relación. 


Confiemos en que ello pasa. 

domingo, 23 de octubre de 2022

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 24 DE OCTUBRE DE 2022

 Lc 13,10-17: A ésta, que es hija de Abrahán, ¿no había que soltarla en sábado?


Un sábado, enseñaba Jesús en una sinagoga.

Había una mujer que desde hacía dieciocho años estaba enferma por causa de un espíritu, y andaba encorvada, sin poderse enderezar.

Al verla, Jesús la llamó y le dijo:

-Mujer, quedas libre de tu enfermedad.

Le impuso las manos, y enseguida se puso derecha.

Y glorificaba a Dios.

Pero el jefe de la sinagoga, indignado porque Jesús había curado en sábado, dijo a la gente:

-Seis días tenéis para trabajar: venid esos días a que os curen, y no los sábados.

Pero el Señor, dirigiéndose a él, dijo:

-Hipócritas: cualquiera de vosotros, ¿no desata del pesebre al buey o al burro, y lo lleva a abrevar, aunque sea sábado?

Y a ésta, que es hija de Abrahán, y que Satanás ha tenido atada dieciocho años, ¿no había que soltarla en sábado?

A estas palabras, sus enemigos quedaron abochornados, y toda la gente se alegraba de los milagros que hacía.


Como en tantas disputas que tiene Jesús con los fariseos, escribas, y jefes de las sinagogas está en juego el cumplimiento de la voluntad de Dios. Todas estas instituciones hacían coincidir la voluntad de Dios con la ley escrita. Y es lo lógico. Pero se olvidaban la orientación de la ley: liberar al hombre y no esclavizarlo más. Por ello, el mejor día para soltar a esa mujer es el sábado. 


Ahí está la paradoja, el sábado que tiene que significar la liberación del trabajo para el culto a Dios, para darle gracias a Dios, sin embargo se prohíbe que pueda ser curada.


Tenemos que recuperar el aspecto sanador y liberador del encuentro con Dios, y dejar a un lado la exigencia del cumplimiento. Dios es el sanador y liberador por excelencia. El encuentro con Dios es liberador.


Que mal lo hacemos cuando el mensaje que dejamos en los otros es un mensaje de exigencia que pueda alienarnos. Es como vestir un santo para desvestir otro. 


Dejémonos soltar por Jesús, liberar por Él, y seamos agentes de liberación en los otros. 

viernes, 21 de octubre de 2022

jueves, 20 de octubre de 2022

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 21 DE OCTUBRE DE 2022

 Lc 12,54-59: Si sabéis interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, ¿cómo no sabéis interpretar el tiempo presente?


En aquel tiempo, decía Jesús a la gente: –Cuando veis subir una nube por el poniente, decís enseguida: «Chaparrón tenemos», y así sucede. Cuando sopla el sur decís: «Va a hacer bochorno», y lo hace. Hipócritas: si sabéis interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, ¿cómo no sabéis interpretar el tiempo presente? ¿Cómo no sabéis juzgar vosotros mismos lo que se debe hacer? Cuando te diriges al tribunal con el que te pone pleito, haz lo posible por llegar a un acuerdo con él, mientras vais de camino; no sea que te arrastre ante el juez y el juez te entregue al guardia, y el guardia te meta en la cárcel. Te digo que no saldrás de allí hasta que no pagues el último céntimo. 


Saber interpretar los "signos de los tiempos", es una de las razones por las cuales Juan XXIII convocó el Concilio Vaticano II. La expresión "signos de los tiempos", me invita al agradecimiento, a la prudencia, a la contemplación y al discernimiento. Al agradecimiento porque esta expresión denota la actuación permanente de Dios en la historia.


La mano de Dios no deja de guiar los caminos de la historia, de manera que todo quede referido a Cristo. Muchas veces, no conseguimos descubrir esa "mano providente", en nuestras situaciones y en la historia en general. Entonces podríamos pasar de hablar de la historia a la expresión "historia de la salvación".


Darnos cuenta que muchas cosas suceden por y para "algo" A la prudencia y al discernimiento, para no leer los acontecimientos a la ligera, sino intentar desentrañar los hilos con la prudencia como uno de los dones del Espíritu Santo y el discernimiento como camino de escrutar la voluntad de Dios.


A la contemplación para poder disfrutar de lleno de esta vida, estos acontecimientos como un "kairós" (gracia), que el Señor nos ha regalado y así entregarnos de lleno a la transformación de la realidad. Hoy en día hacen falta profetas que sepan guiarnos por los signos de los tiempos. Personas que se sientan enviados de Dios y que nos alienten en la esperanza...

miércoles, 19 de octubre de 2022

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 20 DE OCTUBRE DE 2022

 Lc 12,49-53: No he venido a traer paz, sino división.


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

–He venido a prender fuego en el mundo: ¡y ojalá estuviera ya ardiendo! Tengo que pasar por un bautismo, ¡y qué angustia hasta que se cumpla!

¿Pensáis que he venido a traer al mundo paz? No, sino división.

En adelante, una familia de cinco estará dividida: tres contra dos y dos contra tres; estarán divididos: el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra.


¡Qué ánimos nos das Jesús que nos vienes a traer división y no paz!


En primer lugar, en el evangelio Él nos aclara que la paz que viene a traer es distinta de la del mundo, por lo que no debemos comparar.


En segundo lugar, la división hace referencia a la no posibilidad de tener medias tintas, dobles verdades, dos caras ante Jesús. Ante Jesús hay dos posibilidades: lo aceptas o lo niegas. En Él no caben las ambigüedades. El que lo acepta a medias, no lo acepta. Se ama o no se ama. 


En tercer lugar, Jesús ha venido a traer movimiento a la tierra. No un espíritu de cobardía, de pasividad sino de valentía y movimiento. Ha venido a traer pasión. Todo ésto es lo que trae consigo el amor: movimiento, pasión, etc.


Pidámosle a Jesús que nos queme por dentro.

martes, 18 de octubre de 2022

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 19 DE OCTUBRE DE 2022

 Lc 12,39-48: Al que mucho se le dio, mucho se le reclamará.


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora viene el ladrón, velaría y no le dejaría abrir un boquete en casa.

Lo mismo vosotros, estad preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre».

Pedro le dijo:

«Señor, ¿dices esta parábola por nosotros o por todos?».

Y el Señor dijo:

«¿Quién es el administrador fiel y prudente a quien el señor pondrá al frente de su servidumbre para que reparta la ración de alimento a sus horas?

Bienaventurado aquel criado a quien su señor, al llegar, lo encuentre portándose así. En verdad os digo que lo pondrá al frente de todos sus bienes.

Pero si aquel criado dijere para sus adentros: “Mi señor tarda en llegar”, y empieza a pegarles a los criados y criadas, a comer y beber y emborracharse, vendrá el señor de ese criado el día que no espera y a la hora que no sabe y lo castigará con rigor, y le hará compartir la suerte de los que no son fieles.

El criado que, conociendo la voluntad de su señor, no se prepara ni obra de acuerdo con su voluntad, recibirá muchos azotes; pero el que, sin conocerla, ha hecho algo digno de azotes, recibirá menos.

Al que mucho se le dio, mucho se le reclamará; al que mucho se le confió, más aún se le pedirá».


Al que mucho se le dio, mucho se le reclamará; al que mucho se le confió, más aún se le pedirá. Como tantas veces, las expresiones de Jesús en nuestras traducciones no expresan del todo el espíritu de lo que quiere decir. Nosotros lo entendemos como una exigencia grande. Puedo entenderlo como las ayudas que da el gobierno que luego hay que declararlas a hacienda. Y ésto desdice del Jesús misericordioso que vamos conociendo más. 


Por otro lado, nunca quiero decir que todo valga, que da lo mismo todo. Pero entre una exigencia que nos pueda asfixiar y todo jauja, hay un término medio en el que creo que se mueve Jesús.


Yo creo entender, que nos está advirtiendo que los dones son para ponerlos al servicio DE LA MISIÓN.  No son para uno. Son para el crecimiento de la comunidad, que siempre está en camino y en salida.


Lo contrario provoca dos enfermedades: la autorreferencialidad y según el Papa lo que da es la muerte de la comunidad. Lo segundo es el orgullo que nos puede provocar, y ésta también es la muerte de todo lo que Dios pudiera hacer en nosotros. 


Por ello, no te asfixies por producir, sino por entregarte. Dios (como diría Santa Teresa de Calcula), no te pide el éxito sino el trabajo.