martes, 31 de enero de 2023

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 1 DE FEBRERO DE 2023

   Mc 6,1-6: No desprecian a un profeta más que en su tierra.


En aquel tiempo, fue Jesús a su pueblo en compañía de sus discípulos. Cuando llegó el sábado, empezó a enseñar en la sinagoga; la multitud que lo oía se preguntaba asombrada:

-« ¿De dónde saca todo eso? ¿Qué sabiduría es ésa que le han enseñado? ¿Y esos milagros de sus manos? ¿No es éste el carpintero, el hijo de María, hermano de Santiago y José y Judas y Simón? Y sus hermanas ¿no viven con nosotros aquí?»

Y esto les resultaba escandaloso. Jesús les decía:

-«No desprecian a un profeta más que en su tierra, entre sus parientes y en su casa.»

No pudo hacer allí ningún milagro, sólo curó algunos enfermos imponiéndoles las manos. Y se extrañó de su falta de fe. Y recorría los pueblos de alrededor enseñando.



Nuestra sociedad necesita de profetas.

Pocos saben hacerlo. Y nosotros por el bautismo tenemos por oficio participar del profetismo de Jesús.

Por lo general, pensamos que el profeta es el que adivina el futuro. 

Nada más lejos de la realidad.


El profeta es aquel que es libre para no estar sujeto al pensamiento dominante. En nuestra sociedad “libre”, sin embargo, se margina, se ensaña, etc, con el que piensa distinto. Jesús es un alma libre, en el sentido de que iba por un camino distinto de la corriente del momento. Y era libre a pesar de hacer la voluntad de Dios.


El profeta es aquél que sabe respetar al otro. Por lo mismo que dije más arriba. Si es libre, sabe respetar al otro, al distinto. Incluso aceptarlo. 


El profeta es aquel que sabe mirar más allá. No quedarse en el problema concreto, sino en las consecuencias que éste trae consigo. El que sabe mirar las nuevas oportunidades que se dan.


El profeta es un líder y no sólo un visionario. Sabe liderar su pueblo, conducirlo, llevarlo a lugares mejores.


El profeta es el que tiene clara una meta, un camino, aunque no sepa todos los pasos que tiene que dar.


El profeta es aquél que se deja llevar por el interior. Por sus intuiciones, sus “llamadas” y no tanto por la racionalidad. Sabe apostar por las locuras.


El profeta es aquél que no mira para sí mismo, quedar bien, tener fama, tener éxito, sino cumple una misión, es una persona entregada, apasionada por la vida y la humanidad. No le importa perder, para poder ser auténtico.


El profeta es aquél que sabe desestabilizarte de la zona de confort. El profeta es un interrogante en tu vida. 


El profeta es un enviado de Dios.

Su vida no es de él.

Su misión no es de él.

Su éxito no es de él.

Su dicha o es de él.


Son tantas características, que le pido a Dios que me las vaya acrecentando, porque hoy son más necesarias que nunca. En este mundo en pandemia, necesitamos de profetas que nos ayuden y lideren en el cambio que Dios nos está pidiendo.






De la Verbum Domini nº 7.  Conscientes del significado fundamental de la Palabra de Dios en relación con el Verbo eterno de Dios hecho carne, único salvador y mediador entre Dios y el hombre,[22] y en la escucha de esta Palabra, la revelación bíblica nos lleva a reconocer que ella es el fundamento de toda la realidad. […] “La creación nace del Logos y lleva la marca imborrable de la Razón creadora que ordena y guía” […]” la misma Sagrada Escritura nos invita a conocer al Creador observando la creación” 

lunes, 30 de enero de 2023

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 31 DE ENERO DE 2023

    Mc 5,21-43: Contigo hablo, niña, levántate.


En aquel tiempo, Jesús atravesó de nuevo en barca a la otra orilla, se le reunió mucha gente a su alrededor, y se quedó junto al lago. Se acercó un jefe de la sinagoga, que se llamaba Jairo, y, al verlo, se echó a sus pies, rogándole con insistencia: 

-«Mi niña está en las últimas; ven, pon las manos sobre ella, para que se cure y viva.»

Jesús se fue con él, acompañado de mucha gente que lo apretujaba. Había una mujer que padecía flujos de sangre desde hacia doce años. Muchos médicos la hablan sometido a toda clase de tratamientos, y se habla gastado en eso toda su fortuna; pero, en vez de mejorar, se había puesto peor. Oyó hablar de Jesús y, acercándose por detrás, entre la gente, le tocó el manto, pensando que con sólo tocarle el vestido curaría. Inmediatamente se secó la fuente de sus hemorragias, y notó que su cuerpo estaba curado. Jesús, notando que habla salido fuerza de él, se volvió en seguida, en medio de la gente, preguntando: 

-«¿Quién me ha tocado el manto?»

Los discípulos le contestaron: 

-«Ves como te apretuja la gente y preguntas: "¿Quién me ha tocado? "»

Él seguía mirando alrededor, para ver quién había sido. La mujer se acercó asustada y temblorosa, al comprender lo que había pasado, se le echó a los pies y le confesó todo. Él le dijo: 

-«Hija, tu fe te ha curado. Vete en paz y con salud.»

Todavía estaba hablando, cuando llegaron de casa del jefe de la sinagoga para decirle: 

-«Tu hija se ha muerto. ¿Para qué molestar más al maestro?»

Jesús alcanzó a oír lo que hablaban y le dijo al jefe de la sinagoga: 

-«No temas; basta que tengas fe.»

No permitió que lo acompañara nadie, más que Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago. Llegaron a casa del jefe de la sinagoga y encontró el alboroto de los que lloraban y se lamentaban a gritos. Entró y les dijo: 

-«¿Qué estrépito y qué lloros son éstos? La niña no está muerta, está dormida.»

Se reían de él. Pero él los echó fuera a todos y, con el padre y la madre de la niña y sus acompañantes, entró donde estaba la niña, la cogió de la mano y le dijo: 

-«Talitha qum» (que significa: «Contigo hablo, niña, levántate»).

La niña se puso en pie inmediatamente y echó a andar; tenía doce años. Y se quedaron viendo visiones. Les insistió en que nadie se enterase; y les dijo que dieran de comer a la niña.


Otra curación impresionante que tiene Jesús, y con mucha simbología es el de la hija de Jairo y la mujer hemorroísa. Aunque este comentario es para el evangelio, seguramente me basaré en la homilía de la misa en la expresión de San Pablo: “fijos los ojos en Jesús”. 

En esa dinámica, tanto Jairo como la mujer fijan la mirada (que es más que mirar) en Jesús, es poner toda la confianza en él y le piden…y se realiza según su fe.

La expresión de Jesús es tan desarmante: ”no temas, basta que tengas fe”.

Y así todo en nuestra vida: no tengamos miedo, basta que tengamos fe.

Es la fe el garante de nuestra vida, con tantos problemas y peligros que acechan en nuestra vida. Sin embargo, la fe es la mano tendida a la eternidad que sabemos que no nos soltará. 

Por ello, hagamos como San Pablo, teniendo siempre los ojos fijos en Jesús.





De la Verbum Domini nº 7. “La Palabra divina, por tanto, se expresa a lo largo de toda la historia de la salvación, y llega a su plenitud en el misterio de la encarnación, muerte y resurrección del Hijo de Dios. Además, la palabra predicada por los apóstoles, obedeciendo al mandato de Jesús resucitado: «Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación» (Mc 16,15), es Palabra de Dios. Por tanto, la Palabra de Dios se transmite en la Tradición viva de la Iglesia. […] el cristianismo es la «religión de la Palabra de Dios», no de «una palabra escrita y muda, sino del Verbo encarnado y vivo[…] la Escritura ha de ser proclamada, escuchada, leída, acogida y vivida como Palabra de Dios, en el seno de la Tradición apostólica, de la que no se puede separar”.

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 30 DE ENERO DE 2023

 Mc 5,1-20: Espíritu inmundo, sal de este hombre.


En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos llegaron a la otra orilla del mar, a la región de los gerasenos. 

Apenas desembarcó, le salió al encuentro, de entre los sepulcros, un hombre poseído de espíritu inmundo. Y es que vivía entre los sepulcros; ni con cadenas podía ya nadie sujetarlo; muchas veces lo habían sujetado con cepos y cadenas, pero él rompía las cadenas y destrozaba los cepos, y nadie tenía fuerza para dominarlo. Se pasaba el día y la noche en los sepulcros y en los montes, gritando e hiriéndose con piedras. 

Viendo de lejos a Jesús, echó a correr, se postró ante él y gritó con voz potente:

«¿Qué tienes que ver conmigo, Jesús, Hijo de Dios altísimo? Por Dios te lo pido, no me atormentes». 

Porque Jesús le estaba diciendo: 

«Espíritu inmundo, sal de este hombre». 

Y le preguntó: 

«¿Cómo te llamas?». 

Él respondió: 

«Me llamo Legión, porque somos muchos». 

Y le rogaba con insistencia que no los expulsara de aquella comarca. 

Había cerca una gran piara de cerdos paciendo en la falda del monte. Los espíritus le rogaron: 

«Envíanos a los cerdos para que entremos en ellos». 

Él se lo permitió. Los espíritus inmundos salieron del hombre y se metieron en los cerdos; y la piara, unos dos mil, se abalanzó acantilado abajo al mar y se ahogó en el mar. 

Los porquerizos huyeron y dieron la noticia en la ciudad y en los campos. Y la gente fue a ver qué había pasado. 

Se acercaron a Jesús y vieron al endemoniado que había tenido la legión, sentado, vestido y en su juicio. Y se asustaron. 

Los que lo habían visto les contaron lo que había pasado al endemoniado y a los cerdos. Ellos le rogaban que se marchase de su comarca. 

Mientras se embarcaba, el que había estado poseído por el demonio le pidió que le permitiese estar con él. Pero no se lo permitió, sino que le dijo: 

«Vete a casa con los tuyos y anúnciales lo que el Señor ha hecho contigo y que ha tenido misericordia de ti». 

El hombre se marchó y empezó a proclamar por la Decápolis lo que Jesús había hecho con él; todos se admiraban.



Jesús se dirige a la región de los gerasenos, a la ciudad de Gerasa, que pertenece a la Decápolis, las diez ciudades al oeste del Jordán que tienen una cultura romana, más que judía.

San Marcos nos pone este marco, por lo que la situación no es indiferente.

La persona que nos presenta alguien con la dignidad por los suelos (no tenía ni vida, por lo que “vivía en los sepulcros”) con un espíritu inmundo.

Es el primer exorcismo de Jesús en el evangelio de Marcos. A parte de curar enfermos, Jesús es capaz de expulsar demonios, incluso es capaz de luchar contra una legión.

Y los demonios salieron a otro lugar.


Este hombre que estaba apartado como tantos en aquel tiempo, ahora aparece con toda su dignidad.

Tantas esclavitudes, tantos cepos que nos impiden ser personas y denigran nuestra dignidad. Jesús actuó en favor de la dignidad de este hombre, lo liberó.

Sea cual sea nuestra situación, no hay ninguna que Jesús no pueda mejorar. 

A nosotros nos corresponde lo mismo: buscar la liberación de las personas, luchar por su dignidad.

Tenemos que ser valientes y confiar en el Señor, porque está misión tendrá fuerte oposición. 





De la Verbum Domini nº 6. “El Prólogo de Juan nos sitúa ante el hecho de que el Logos existe realmente desde siempre y que, desde siempre, él mismo es Dios. Así pues, no ha habido nunca en Dios un tiempo en el que no existiera el Logos. El Verbo ya existía antes de la creación. Por tanto, en el corazón de la vida divina está la comunión, el don absoluto. «Dios es amor» (1 Jn 4,16), dice el mismo Apóstol en otro lugar, indicando «la imagen cristiana de Dios y también la consiguiente imagen del hombre y de su camino».[16] Dios se nos da a conocer como misterio de amor infinito en el que el Padre expresa desde la eternidad su Palabra en el Espíritu Santo. Por eso, el Verbo, que desde el principio está junto a Dios y es Dios, nos revela al mismo Dios en el diálogo de amor de las Personas divinas y nos invita a participar en él. Así pues, creados a imagen y semejanza de Dios amor, sólo podemos comprendernos a nosotros mismos en la acogida del Verbo y en la docilidad a la obra del Espíritu Santo. El enigma de la condición humana se esclarece definitivamente a la luz de la revelación realizada por el Verbo divino.”

viernes, 27 de enero de 2023

jueves, 26 de enero de 2023

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 27 DE ENERO DE 2023

Mc 4,26-34: Echa simiente, duerme y la semilla va creciendo sin que él sepa cómo.


En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: 

-«El reino de Dios se parece a un hombre que echa simiente en la tierra. Él duerme de noche y se levanta de mañana; la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo. La tierra va produciendo la cosecha ella sola: primero los tallos, luego la espiga, después el grano. Cuando el grano está a punto, se mete la hoz, porque ha llegado la siega.» 

Dijo también: 

-« ¿Con qué podemos comparar el reino de Dios? ¿Qué parábola usaremos? Con un grano de mostaza: al sembrarlo en la tierra es la semilla más pequeña, pero después brota, se hace más alta que las demás hortalizas y echa ramas tan grandes que los pájaros pueden cobijarse y anidar en ellas.» 

Con muchas parábolas parecidas les exponía la palabra, acomodándose a su entender. Todo se lo exponía con parábolas, pero a sus discípulos se lo explicaba todo en privado.


El Reino de Dios se parece…

Con ésta, entramos en una serie de comparaciones sobre el Reino de Dios. Son comparaciones de crecimiento, humildad, confianza ilimitada.

En este caso, nos quedamos con la primera.

El Reino de Dios necesita de nosotros, de nuestra entrega, de nuestro testimonio, etc. Pero no tiene dependencia de nosotros. Igual que las semillas no las vemos crecer, sino crecidas, así también es el Reino de Dios, por lo general no vemos crecimiento, pero Dios va haciendo su obra en el interior de las personas. Tengo confianza, que no significa que estemos de brazos cruzados. El Reino es de Dios, y Él lo hace crecer continuamente, a pesar nuestro.





De la Verbum Domini nº 6. “La novedad de la revelación bíblica consiste en que Dios se da a conocer en el diálogo que desea tener con nosotros.[14] La Constitución dogmática Dei Verbum había expresado esta realidad reconociendo que «Dios invisible, movido de amor, habla a los hombres como amigos, trata con ellos para invitarlos y recibirlos en su compañía”

miércoles, 25 de enero de 2023

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 26 DE ENERO DE 2023

Mc 4,21-25: El candil se trae para ponerlo en el candelero. La medida que uséis la usarán con vosotros.


En aquel tiempo, dijo Jesús a la muchedumbre:

-«¿Se trae el candil para meterlo debajo del celemín o debajo de la cama, o para ponerlo en el candelero? Si se esconde algo, es para que se descubra; si algo se hace a ocultas, es para que salga a la luz. El que tenga oídos para oír, que oiga.»

Les dijo también:

-«Atención a lo que estáis oyendo: la medida que uséis la usarán con vosotros, y con creces. Porque al que tiene se le dará, y al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene.»


Reconozco que esta expresión: "si se esconde algo, es para que se descubra"...siempre me ha despistado. Según un comentarista, quiere decir que la luz es para iluminar y nuestras vidas están llamadas a iluminar por nuestro ejemplo, comportamiento y testimonio.

Pero también están llamadas a iluminar, a dar sentido a tantas oscuridades que están viviendo los demás llevando a Jesús. 


Tanto en uno como en otro somos luz, no por nosotros, sino por Aquél en el cual hemos sido consagrados.

La última afirmación viene dada por la siembra que estemos haciendo nosotros: ¿amor, unión, confianza, ternura...o por el contrario, sospecha, envidia, celos, división, desconfianza...? Según sembremos, recogeremos. Hay frutos que son de temporada y otros, que tardan más en aparecer. Pero lo importante no es recoger frutos, sino haber sembrado bien (aunque contradiga el evangelio de ayer, creo que éste está más sembrado, por lo menos, en esta perícopa final, en la siembra que hagamos).





De la Verbum Domini nº 3. “La Iglesia se funda sobre la Palabra de Dios, nace y vive de ella.[2] A lo largo de toda su historia, el Pueblo de Dios ha encontrado siempre en ella su fuerza, y la comunidad eclesial crece también hoy en la escucha, en la celebración y en el estudio de la Palabra de Dios”

martes, 24 de enero de 2023

HOJA PARROQUIAL. DOMINGO IV DEL TIEMPO ORDINARIO. CICLO A

  








  HOJA PARROQUIAL


28 y 29 de Enero de 2023
Domingo IV del Tiempo Ordinario. Ciclo A.


Parroquias de Tazacorte y Ntra. Sra. de Fátima en Tijarafe

Textos tomados de la página web de los dominicos en España. Dibujos obra de Fano.


“Dichosos...”



    En el lenguaje común relacionamos la dicha con algo bueno, con algo que provoca gozo interior y con una indecible felicidad que viene de lo profundo de nuestro ser. Para cualquier persona religiosa la dicha verdadera es sentirse en comunión con la divinidad, con Dios. La persona religiosa sabe que vive en este mundo y que se siente ciudadano de la tierra, pero al mismo tiempo, aunque no sepa explicar cómo, también sabe que no es ni pertenece por entero a este mundo, se sabe ciudadano de un espacio y de un tiempo que están más allá de todo aquello que percibe por sus sentidos.

La experiencia religiosa cristiana nace del encuentro entre el ser humano y el espíritu de Jesús resucitado de entre los muertos. Jesús, el Cristo, está presente en medio de nosotros de manera espiritual, que es una manera de ser de la realidad. El cristiano, como persona religiosa, se sabe acompañado de Dios por medio de su Palabra, por medio de gestos y símbolos sacramentales, por medio de acciones portadoras de consuelo y de sentido. El creyente sabe que Dios existe y que su presencia es tan real como el aire que respira, aunque no pueda verlo con sus ojos sensibles.

Las Bienaventuranzas del Evangelio son verdaderas consolaciones porque la persona religiosa, el creyente, como parte de la creación del mundo, no puede dejar de experimentar la desgracia, el dolor, la angustia, la decepción, el sufrimiento, etc. Sin embargo, y al mismo tiempo, encuentra en su experiencia religiosa la fuerza y el impulso necesarios para sobreponerse a todo aquello que es negatividad y que amenaza a su vida y persona. Las consolaciones son momentos trascendentales en nuestra existencia porque por medio de ellas la esperanza descubre que el cielo y la tierra no son dimensiones separadas ni desconectadas entre sí, antes, al contrario, intuye que forman parte de una misma realidad salidas de la mano del creador.











LECTURAS


Primera lectura de la profecía de Sofonías 2, 3; 3, 12-13


Buscad al Señor los humildes de la tierra,
los que practican su derecho,
buscad la justicia, buscad la humildad,
quizá podáis resguardaros
el día de la ira del Señor.

Dejaré en ti un resto,
un pueblo humilde y pobre
que buscará refugio en el nombre del Señor.

El resto de Israel no hará más el mal,
no mentirá ni habrá engaño en su boca.
Pastarán y descansarán,
y no habrá quien los inquiete.


Salmo 145, 7. 8-9a. 9bc-10 R. Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.


El Señor mantiene su fidelidad perpetuamente,
hace justicia a los oprimidos,
da pan a los hambrientos.
El Señor liberta a los cautivos. R/.


El Señor abre los ojos al ciego,
el Señor endereza a los que ya se doblan,
el Señor ama a los justos.
El Señor guarda a los peregrinos. R/.


Sustenta al huérfano y a la viuda
y trastorna el camino de los malvados.
El Señor reina eternamente,
tu Dios, Sion, de edad en edad. R/.


Segunda lectura

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 1, 26-31


Fijaos en vuestra asamblea, hermanos: no hay en ella muchos sabios en lo humano, ni muchos poderosos, ni muchos
aristócratas; sino que, lo necio del mundo lo ha escogido Dios para humillar a los sabios, y lo débil del mundo lo ha escogido Dios para humillar lo poderoso.
Aún más, ha escogido la gente baja del mundo, lo despreciable, lo que no cuenta, para anular a lo que cuenta, de modo que nadie pueda gloriarse en presencia del Señor.
A él se debe que vosotros estéis en Cristo Jesús, el cual se ha hecho para nosotros sabiduría de parte de Dios, justicia, santificación y redención.
Y así —como está escrito—: «el que se gloríe, que se gloríe en el Señor».


Evangelio según san Mateo 5, 1-12a


En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió al monte, se sentó y se acercaron sus discípulos; y, abriendo su boca, les enseñaba diciendo:
«Bienaventurados los pobres en el espíritu,
porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados los mansos,
porque ellos heredarán la tierra.
Bienaventurados los que lloran,
porque ellos serán consolados.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados.
Bienaventurados los misericordiosos,
porque ellos alcanzarán misericordia.
Bienaventurados los limpios de corazón,
porque ellos verán a Dios.
Bienaventurados los que trabajan por la paz,
porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo».








INTRODUCCIÓN


    7. Dentro de este camino, que está lejos de concluir, es donde el DEC se sitúa y encuentra su sentido. Ante la Etapa Continental del proceso sinodal, este documento reúne, en torno a ciertos núcleos temáticos, las esperanzas y preocupaciones del Pueblo de Dios disperso por toda la tierra. De este modo, ofrece a las Iglesias locales la oportunidad de escucharse entre ellas, en vista de las Asambleas Continentales de 2023, cuya tarea es elaborar un elenco de prioridades, sobre las que operará el discernimiento de la Primera Sesión de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, que tendrá lugar del 4 al 29 de octubre de 2023. 


8. El hecho de querer aclarar la función propia de este documento, también nos permite destacar lo que no es: no es un documento conclusivo, porque el proceso está lejos de finalizar; no es un documento del Magisterio de la Iglesia, ni el informe de una encuesta sociológica; no ofrece la formulación de indicaciones operativas, de metas y objetivos, ni la elaboración completa de una visión teológica, aunque incluye el precioso tesoro teológico contenido en el relato de una experiencia: la de haber escuchado la voz del Espíritu por parte del Pueblo de Dios, permitiendo que surja su sensus fidei. Pero también es un documento teológico en el sentido de que está orientado al servicio de la misión de la Iglesia: anunciar a Cristo muerto y resucitado para la salvación del mundo. 


9. Para evitar malentendidos en su lectura, es esencial tener en cuenta la naturaleza peculiar del DEC, así como su estructura. El Documento se inicia con un capítulo que ofrece, no una mera crónica, sino una narración, a la luz de la fe, de la experiencia de sinodalidad vivida hasta ahora a partir de la consulta al Pueblo de Dios en las Iglesias locales y del discernimiento de los Pastores en las Conferencias Episcopales: traza un esquema, presenta las dificultades encontradas y los frutos más significativos recogidos, identificando las piedras angulares de lo que constituye una auténtica experiencia colectiva de la fe cristiana. De este modo, no ofrece una definición de la sinodalidad en sentido estricto —para lo cual se pueden remitir al Documento Preparatorio (DP) o a los materiales señalados en el sitio web del Sínodo (www.synod.va)—, sino que expresa el sentido compartido de la experiencia de la sinodalidad vivida por los participantes. Lo que surge es una profunda reapropiación de la dignidad común de todos los bautizados, auténtico pilar de la Iglesia sinodal y fundamento teológico de esa unidad que es capaz de resistir el impulso al uniformismo y valora la diversidad de vocaciones y carismas que el Espíritu derrama sobre los fieles con una abundancia inesperada. 



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COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 25 DE ENERO DE 2023

   Mc 16,15-18: Id al mundo entero y proclamad el Evangelio.


En aquel tiempo, se apareció Jesús a los Once y les dijo:

-«Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación.

El que crea y se bautice se salvará; el que se resista a creer será condenado.

A los que crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos.»



Fiesta de la Conversión de San Pablo y último día de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos.


La Iglesia nos presenta hoy el texto del envío misionero de Jesús.

Contemplando al gran “apóstol de los gentiles” no podemos rehuir la llamada de Jesús. Precisamente este fin de semana la Iglesia nos ofrecía la llamada de Jesús a ser pescadores de hombres.


Consideremos “el mundo entero” que nos corresponde, al que Jesús nos envía. Podrían ser todas las personas con las que tenemos contacto sin excluir a nadie al prejuiciarlo, dado que el mensaje es para todos. En mi trabajo, en el bar, en la guagua, en la peluquería, cola del banco, etc. 


Consideremos lo que estamos haciendo para anunciarlo. Como es mi actitud en ese ambiente. En que estoy contribuyendo, en que estoy sirviendo. 


Consideremos que lugar ocupan en mi corazón y en mis acciones los más pobres. Pobres de dinero, de cualidades, de situaciones, etc.


Pidámosle al Señor, poder ser su instrumento para poder anunciarlo “al mundo entero”.


SEMANA DE ORACIÓN POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS


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REFLEXIONES BÍBLICAS Y ORACIONES PARA EL OCTAVARIO


DÍA 8: La justicia restaura la comunión Lecturas 


Sal 82, 1-4 Haced justicia al huérfano y al pobre, defended al humilde y al necesitado 


Lc 18, 1-8 ¿No hará Dios justicia a sus elegidos, que claman a él día y noche? 


Reflexión 


El Libro de los Salmos es una compilación de oraciones, alabanzas, lamentaciones y enseñanzas de Dios para nosotros. En el Salmo 82, Dios reclama una justicia que defienda los derechos humanos básicos, propios de toda persona: libertad, seguridad, dignidad, salud, igualdad y amor. El Salmo también hace una llamada a derogar los sistemas de disparidad y opresión, y corregir cualquier tipo de injusticia, corrupción o explotación. Esta es la justicia que nosotros, como cristianos, estamos llamados a promover. Como comunidad cristiana, hemos de unir nuestras voluntades y nuestras acciones a las de Dios, al tiempo que él realiza su salvación en la creación. La división, incluida la que se da entre los cristianos, siempre tiene su raíz en el pecado, y la redención, por el contrario, siempre restaura la comunión. 

Dios nos llama a encarnar nuestra fe cristiana para actuar tomando conciencia de una verdad esencial: que cada persona es valiosa, que las personas son más importantes que las cosas, y que la consideración de cada estructura institucional en la sociedad está en función de si supone una amenaza para la dignidad de las personas, o si, por el contrario, promueve su dignidad. Toda persona tiene el derecho y la responsabilidad de participar en la sociedad, buscando juntos el bien común y el bienestar de todos, especialmente de los humildes y los indigentes. 

En Jesús y los desheredados, el Rvdo. Dr. Howard Thurman, que fue consejero espiritual del Rvdo. Dr. Martin Luther King Jr. afirma que: «Debemos proclamar la verdad de que toda vida es una y que todos estamos unidos. Por lo tanto, es obligatorio que trabajemos por una sociedad en la que la persona más insignificante pueda encontrar refugio y descanso. Debéis poner vuestras vidas sobre el altar del cambio social para que dondequiera que estéis, allí esté cerca el Reino de Dios». 


Unidad cristiana 


Jesús narra la parábola de la viuda y del juez injusto para enseñar al pueblo a «orar en cualquier circunstancia, sin jamás desanimarse» (Lc 18, 1). Jesús ha ganado una victoria decisiva sobre la injusticia, el pecado y la di- visión, y, como cristianos, nuestra tarea es acoger esta victoria, en primer lugar, en nuestros propios corazones a través de la oración y, en segundo lugar, en nuestras vidas a través de la acción. Que nunca nos desanimemos, sino que sigamos pidiendo en oración el don de la unidad de Dios y que manifestemos esta unidad en nuestras vidas. 


Desafío 


Como pueblo de Dios, ¿cómo deben comprometerse nuestras Iglesias en la justicia que nos une amando y sirviendo a toda la familia de Dios? 


Oración 


Dios, creador y redentor de todas las cosas, enséñanos a mirarnos internamente para vivir arraigados en tu Espíritu de amor, para que podamos salir con sabiduría y valentía optando siempre por el camino del amor y la justicia. 

Te lo pedimos en el nombre de tu Hijo, Jesucristo, en la unidad del Espíritu Santo. Amén. 


lunes, 23 de enero de 2023

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 24 DE ENERO DE 2023

  Mc 3,31-35: El que haga la voluntad de Dios, ese es mi hermano y mi hermana y mi madre.

En aquel tiempo, llegaron la madre de Jesús y sus hermanos y, desde fuera, lo mandaron llamar.

La gente que tenía sentada alrededor le dice:

«Mira, tu madre y tus hermanos y tus hermanas están fuera y te buscan».

Él les pregunta:

«¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?».

Y mirando a los que estaban sentados alrededor, dice:

«Estos son mi madre y mis hermanos. El que haga la voluntad de Dios, ese es mi hermano y mi hermana y mi madre».


Jesús sigue poniendo las bases de la vida y espiritualidad cristiana. Y ésta no es otra sino seguir a Jesús. El seguimiento de Jesús se concreta precisamente en el cumplimiento de la voluntad de Dios.

María (su madre), destaca en ello, siempre a la escucha de la voluntad de Dios.

Esta voluntad de Dios no se me presenta como un sobre con unas instrucciones cada día. Es verdad que la Palabra meditada cada día, nos va dando las pistas de esta voluntad de Dios. Hace falta también del momento de la oración, un rato sosegado donde podemos ir desentrañando en nuestra vida esta Palabra dicha para mí (meditaba todo en su corazón)

Y muchas veces, es particularmente difícil cumplir la Palabra. Hace falta, no sólo de la escucha sino también de la confianza en Dios de que esa voluntad es salvífica para mí


SEMANA DE ORACIÓN POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS


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REFLEXIONES BÍBLICAS Y ORACIONES PARA EL OCTAVARIO


DÍA 7: Lo que ahora es así no tiene por qué seguir siéndolo 


Lecturas 


Jb 5, 11-16


Lc 1, 46-55 


Reflexión 


Job estaba viviendo una buena vida e inesperadamente sufrió la pérdida de su ganado y sirvientes, y soportó la desolación por la muerte de sus hijos. Estaba sufriendo mental, corporal y espiritualmente. Todos experimentamos estos sufrimientos que afectan nuestras mentes, nuestros cuerpos y espíritus. Podemos alejarnos de Dios y de los demás. Podemos perder la esperanza. Sin embargo, como cristianos, estamos unidos en una misma fe de que Dios está con nosotros en medio de nuestro sufrimiento. 

El 11 de abril de 2021 en Minnesota, Daunte Wright, un hombre afroamericano desarmado de veinte años fue asesinado a tiros por un oficial de policía blanco en un control rutinario de tráfico. Este incidente ocurrió durante el juicio de Derek Chauvin por el asesinato de George Floyd. 

No es difícil sentirse desesperado cuando se nos recuerda una y otra vez que vivimos en una sociedad fracturada que no reconoce, respeta y protege en plenitud la dignidad humana y la libertad de todos los seres humanos. Según el P. Bryan Massingale, un destacado profesor de ética social especialista en justicia racial, «la vida social la hacen los seres humanos. La sociedad en la que vivimos es el resultado de elecciones y decisiones humanas. Esto significa que los seres humanos pueden cambiar las cosas. Aquello que los seres humanos rompen, dividen y separan, puede ser también sanado, unido y restaurado con la ayuda de Dios. Lo que ahora es no tiene por qué seguir siendo así, esa es la esperanza y el desafío». 

En la oración, los cristianos hacen que sus corazones entren en armo- nía con el corazón de Dios, para amar lo que él ama y amar como él ama. Por tanto, la oración armoniza los corazones de todos los cristianos más allá de sus divisiones, para amar lo que Dios ama, a quienes él ama y como él ama, y para hacer que este amor se manifieste en nuestras obras. 


Unidad cristiana 


El Magnificat es el canto de alegría de María por todo lo que ve que Dios hace: restaurando el equilibrio entre los seres humanos al alzar a los humildes; reparando la injusticia al alimentar a los hambrientos; y recordando a Israel, su siervo. El Señor nunca olvida sus promesas ni abandona a su pueblo. Es fácil pasar por alto o subestimar la fe de aquellos que pertenecen a otras comunidades cristianas, particularmente si esas comunidades son pequeñas. Pero el Señor salva a su pueblo levantando a los humildes y reconoce el valor de cada uno. Estamos llamados a ver como él ve y a valorar a cada uno de nuestros hermanos y hermanas cristianos como él los valora. 


Desafío 


¿Cómo podemos unirnos en Cristo con la esperanza y la confianza de que Dios «cerrará la boca de la maldad»? 


Oración 


Dios de esperanza, ayúdanos a recordar que estás con nosotros en el sufrimiento.
Ayúdanos a encarnar la esperanza entre nosotros cuando la desesperanza venga a habitar sin más remedio en nuestros corazones. 

Concédenos el don de estar arraigados en tu Espíritu de amor, mientras trabajamos juntos para erradicar toda forma de opresión e injusticia.