miércoles, 19 de octubre de 2022

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 20 DE OCTUBRE DE 2022

 Lc 12,49-53: No he venido a traer paz, sino división.


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

–He venido a prender fuego en el mundo: ¡y ojalá estuviera ya ardiendo! Tengo que pasar por un bautismo, ¡y qué angustia hasta que se cumpla!

¿Pensáis que he venido a traer al mundo paz? No, sino división.

En adelante, una familia de cinco estará dividida: tres contra dos y dos contra tres; estarán divididos: el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra.


¡Qué ánimos nos das Jesús que nos vienes a traer división y no paz!


En primer lugar, en el evangelio Él nos aclara que la paz que viene a traer es distinta de la del mundo, por lo que no debemos comparar.


En segundo lugar, la división hace referencia a la no posibilidad de tener medias tintas, dobles verdades, dos caras ante Jesús. Ante Jesús hay dos posibilidades: lo aceptas o lo niegas. En Él no caben las ambigüedades. El que lo acepta a medias, no lo acepta. Se ama o no se ama. 


En tercer lugar, Jesús ha venido a traer movimiento a la tierra. No un espíritu de cobardía, de pasividad sino de valentía y movimiento. Ha venido a traer pasión. Todo ésto es lo que trae consigo el amor: movimiento, pasión, etc.


Pidámosle a Jesús que nos queme por dentro.