domingo, 23 de octubre de 2022

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 24 DE OCTUBRE DE 2022

 Lc 13,10-17: A ésta, que es hija de Abrahán, ¿no había que soltarla en sábado?


Un sábado, enseñaba Jesús en una sinagoga.

Había una mujer que desde hacía dieciocho años estaba enferma por causa de un espíritu, y andaba encorvada, sin poderse enderezar.

Al verla, Jesús la llamó y le dijo:

-Mujer, quedas libre de tu enfermedad.

Le impuso las manos, y enseguida se puso derecha.

Y glorificaba a Dios.

Pero el jefe de la sinagoga, indignado porque Jesús había curado en sábado, dijo a la gente:

-Seis días tenéis para trabajar: venid esos días a que os curen, y no los sábados.

Pero el Señor, dirigiéndose a él, dijo:

-Hipócritas: cualquiera de vosotros, ¿no desata del pesebre al buey o al burro, y lo lleva a abrevar, aunque sea sábado?

Y a ésta, que es hija de Abrahán, y que Satanás ha tenido atada dieciocho años, ¿no había que soltarla en sábado?

A estas palabras, sus enemigos quedaron abochornados, y toda la gente se alegraba de los milagros que hacía.


Como en tantas disputas que tiene Jesús con los fariseos, escribas, y jefes de las sinagogas está en juego el cumplimiento de la voluntad de Dios. Todas estas instituciones hacían coincidir la voluntad de Dios con la ley escrita. Y es lo lógico. Pero se olvidaban la orientación de la ley: liberar al hombre y no esclavizarlo más. Por ello, el mejor día para soltar a esa mujer es el sábado. 


Ahí está la paradoja, el sábado que tiene que significar la liberación del trabajo para el culto a Dios, para darle gracias a Dios, sin embargo se prohíbe que pueda ser curada.


Tenemos que recuperar el aspecto sanador y liberador del encuentro con Dios, y dejar a un lado la exigencia del cumplimiento. Dios es el sanador y liberador por excelencia. El encuentro con Dios es liberador.


Que mal lo hacemos cuando el mensaje que dejamos en los otros es un mensaje de exigencia que pueda alienarnos. Es como vestir un santo para desvestir otro. 


Dejémonos soltar por Jesús, liberar por Él, y seamos agentes de liberación en los otros.