miércoles, 6 de diciembre de 2023

HOJA PARROQUIAL. II DOMINGO DE ADVIENTO. CICLO B

 







HOJA PARROQUIAL

9 y 10 de Diciembre
Domingo II de Adviento. Ciclo B

Parroquias de Tazacorte y Ntra. Sra. de Fátima. Tijarafe

Textos tomados de la página de Acción Católica. Dibujo obra de Fano
 
"Preparad el Camino del Señor"

• Tenemos ante nuestros ojos el comienzo del primer Evangelio, el de S. Marcos. Para Marcos, Jesús, sus palabras y sus obras, toda su persona, es la Buena Noticia de salvación, de liberación para toda la humanidad. Jesús es la mejor de las Buenas Noticias para nuestro mundo. 
• En la presentación que nos hace de Jesús empieza diciéndonos que Él es Cristo, el Hijo de Dios. Con Jesús ha llegado la plenitud anunciada por los profetas. Jesús, el Cristo y el Hijo de Dios, puede llenar de gozo y de felicidad a cada persona. Después de la presentación de Jesús nos habla de la preparación que realiza Juan Bautista (4) a la venida de Cristo a este mundo. 
• El domingo pasado se nos decía que hemos de estar vigilantes para acoger la venida del Señor. Hoy, dando un paso más, nos insiste la Palabra de Dios en la preparación (3). 
• Como sabemos, Dios viene, en la persona de Jesús, para ser en/del mundo luz y desde el principio pide colaboración para hacerlo realidad.
 • Juan habla de otra persona que viene detrás de él, de quien Juan dice que “no merezco agacharme para desatarle la correa de sus sandalias” (7). Él se ve muy pequeño a su lado, incapaz de poder realizar convenientemente la misión que se le ha encargado. Nosotros también, como Juan, somos pequeños. Y añade Juan que hay una gran diferencia entre ambos. “Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo” (8). El Mesías que va a venir es el único que puede bautizar con Espíritu Santo.
• El mensaje de Juan es una invitación a preparar la venida del Señor. Este es el centro del mensaje de este segundo domingo de Adviento. Juan es la voz que grita en el desierto de este mundo, invitándonos a que preparemos su venida, “una voz grita en el desierto: "Preparad el camino del Señor, enderezad sus senderos" (3). ¿En qué consiste esta preparación? ¿Qué senderos tenemos que allanar?: 
• El sendero de la conversión, de ajustar nuestras vidas al Proyecto de Dios (el sendero del orgullo, del olvido de Dios, del egoísmo, de la prepotencia, de la vanidad, de la insolidaridad, de poner nuestro corazón en las cosas y no en Dios y en las personas, de todo ello hemos de convertirnos, etc.) Entre todos hemos de hacer del desierto de la soledad una tierra de compañía y amistad. Son muchos los senderos que hay que allanar. 
• Este tiempo de Adviento podría ser un buen momento para preguntarnos ¿qué senderos hemos de allanar en nuestras vidas, en nuestro entorno para adecuarlas al Proyecto de Dios, para que nuestras vidas no desentonen demasiado de Jesús, que nace en Belén? Hay que convertir el desierto inhóspito en tierra fértil. 
• Juan bautizaba en el desierto, “predicando un bautismo de conversión para el perdón de los pecados. Acudía a él toda la región de Judea y toda la gente de Jerusalén. Él los bautizaba en el río Jordán y confesaban sus pecados” (4.5). 
• Acudamos al Señor, como las gentes de Judea y de Jerusalén, a reconocer nuestros pecados.


LECTURAS 


Primera lectura de Isaías 40, 1-5. 9-11

«Consolad, consolad a mi pueblo
—dice vuestro Dios—;
hablad al corazón de Jerusalén,
gritadle,
que se ha cumplido su servicio
y está pagado su crimen,
pues de la mano del Señor
ha recibido doble paga por sus pecados».

Una voz grita:
«En el desierto preparadle
un camino al Señor;
allanad en la estepa
una calzada para nuestro Dios;
que los valles se levanten,
que montes y colinas se abajen,
que lo torcido se enderece
y lo escabroso se iguale.

Se revelará la gloria del Señor,
y la verán todos juntos
—ha hablado la boca del Señor—».

Súbete a un monte elevado,
heraldo de Sion;
alza fuerte la voz,
heraldo de Jerusalén;
álzala, no temas,
di a las ciudades de Judá:
«Aquí está vuestro Dios.

Mirad, el Señor Dios llega con poder
y con su brazo manda.

Mirad, viene con él su salario
y su recompensa lo precede.

Como un pastor que apacienta el rebaño,
reúne con su brazo los corderos
y los lleva sobre el pecho;
cuida él mismo a las ovejas que crían».

Salmo 84, 9ab 10. 11-12. 13-14 R/. Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu Salvación.

Voy a escuchar lo que dice el Señor:
«Dios anuncia la paz
a su pueblo y a sus amigos».
La salvación está cerca de los que le temen,
y la gloria habitará en nuestra tierra. R/.

La misericordia y la fidelidad se encuentran,
la justicia y la paz se besan;
la fidelidad brota de la tierra,
y la justicia mira desde el cielo. R/.

El Señor nos dará la lluvia,
y nuestra tierra dará su fruto.
La justicia marchará ante él,
y sus pasos señalarán el camino. R/.

ANTÍFONA DEL SALMO CANTADA EN ESTE ENLACE 

Segunda lectura de la segunda carta del apóstol San Pedro 3, 8-14

No olvidéis una cosa, queridos míos, que para el Señor un día es como mil años y mil años como un día.
El Señor no retrasa su promesa, como piensan algunos, sino que tiene paciencia con vosotros, porque no quiere que nadie se pierda sino que todos accedan a la conversión.

Pero el Día del Señor llegará como un ladrón. Entonces los cielos desaparecerán estrepitosamente, los elementos se disolverán abrasados y la tierra con cuantas obras hay en ella quedará al descubierto.

Puesto que todas estas cosas van a disolverse de este modo, ¡qué santa y piadosa debe ser vuestra conducta, mientras esperáis y apresuráis la llegada del Día de Dios!

Ese día los cielos se disolverán incendiados y los elementos se derretirán abrasados. Pero nosotros, según su promesa, esperamos unos cielos nuevos y una tierra nueva en los que habite la justicia.

Por eso, queridos míos, mientras esperáis estos acontecimientos, procurad que Dios os encuentre en paz con él, intachables e irreprochables.


Evangelio según San Marcos 1, 1-8

Comienza el Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios.

Como está escrito en el profeta Isaías:
«Yo envío a mi mensajero delante de ti,
el cual preparará tu camino;
voz del que grita en el desierto:
“Preparad el camino del Señor,
enderezad sus senderos”».

Se presentó Juan en el desierto bautizando y predicando un bautismo de conversión para el perdón de los pecados. Acudía a él toda la región de Judea y toda la gente de Jerusalén. Él los bautizaba en el río Jordán y confesaban sus pecados.

Juan iba vestido de piel de camello, con una correa de cuero a la cintura y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre. Y proclamaba:
«Detrás de mí viene el que es más fuerte que yo y no merezco agacharme para desatarle la correa de sus sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo».


                         ¿ SABIAS QUÉ ?

EL ROJO se utiliza en el Domingo de Ramos y el Viernes Santo; en las celebraciones de la Pasión del Señor, en las fiestas de los apóstoles y los evangelistas y en la celebración de los mártires. Significa la Sangre y el fuego.

EL ROSA es menos común; puede utilizarse el domingo III de Adviento ( "Gaudete") y el IV domingo de Cuaresma ( "Laetare" ).

EL AZUL se utiliza sólo el 8 de diciembre, en la fiesta de la Inmaculada en España ( y los países que pertenecieron a su reino). Significa la Pureza de la Virgen)