martes, 24 de enero de 2023

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 25 DE ENERO DE 2023

   Mc 16,15-18: Id al mundo entero y proclamad el Evangelio.


En aquel tiempo, se apareció Jesús a los Once y les dijo:

-«Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación.

El que crea y se bautice se salvará; el que se resista a creer será condenado.

A los que crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos.»



Fiesta de la Conversión de San Pablo y último día de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos.


La Iglesia nos presenta hoy el texto del envío misionero de Jesús.

Contemplando al gran “apóstol de los gentiles” no podemos rehuir la llamada de Jesús. Precisamente este fin de semana la Iglesia nos ofrecía la llamada de Jesús a ser pescadores de hombres.


Consideremos “el mundo entero” que nos corresponde, al que Jesús nos envía. Podrían ser todas las personas con las que tenemos contacto sin excluir a nadie al prejuiciarlo, dado que el mensaje es para todos. En mi trabajo, en el bar, en la guagua, en la peluquería, cola del banco, etc. 


Consideremos lo que estamos haciendo para anunciarlo. Como es mi actitud en ese ambiente. En que estoy contribuyendo, en que estoy sirviendo. 


Consideremos que lugar ocupan en mi corazón y en mis acciones los más pobres. Pobres de dinero, de cualidades, de situaciones, etc.


Pidámosle al Señor, poder ser su instrumento para poder anunciarlo “al mundo entero”.


SEMANA DE ORACIÓN POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS


VIDEO


MATERIAL  


                     


REFLEXIONES BÍBLICAS Y ORACIONES PARA EL OCTAVARIO


DÍA 8: La justicia restaura la comunión Lecturas 


Sal 82, 1-4 Haced justicia al huérfano y al pobre, defended al humilde y al necesitado 


Lc 18, 1-8 ¿No hará Dios justicia a sus elegidos, que claman a él día y noche? 


Reflexión 


El Libro de los Salmos es una compilación de oraciones, alabanzas, lamentaciones y enseñanzas de Dios para nosotros. En el Salmo 82, Dios reclama una justicia que defienda los derechos humanos básicos, propios de toda persona: libertad, seguridad, dignidad, salud, igualdad y amor. El Salmo también hace una llamada a derogar los sistemas de disparidad y opresión, y corregir cualquier tipo de injusticia, corrupción o explotación. Esta es la justicia que nosotros, como cristianos, estamos llamados a promover. Como comunidad cristiana, hemos de unir nuestras voluntades y nuestras acciones a las de Dios, al tiempo que él realiza su salvación en la creación. La división, incluida la que se da entre los cristianos, siempre tiene su raíz en el pecado, y la redención, por el contrario, siempre restaura la comunión. 

Dios nos llama a encarnar nuestra fe cristiana para actuar tomando conciencia de una verdad esencial: que cada persona es valiosa, que las personas son más importantes que las cosas, y que la consideración de cada estructura institucional en la sociedad está en función de si supone una amenaza para la dignidad de las personas, o si, por el contrario, promueve su dignidad. Toda persona tiene el derecho y la responsabilidad de participar en la sociedad, buscando juntos el bien común y el bienestar de todos, especialmente de los humildes y los indigentes. 

En Jesús y los desheredados, el Rvdo. Dr. Howard Thurman, que fue consejero espiritual del Rvdo. Dr. Martin Luther King Jr. afirma que: «Debemos proclamar la verdad de que toda vida es una y que todos estamos unidos. Por lo tanto, es obligatorio que trabajemos por una sociedad en la que la persona más insignificante pueda encontrar refugio y descanso. Debéis poner vuestras vidas sobre el altar del cambio social para que dondequiera que estéis, allí esté cerca el Reino de Dios». 


Unidad cristiana 


Jesús narra la parábola de la viuda y del juez injusto para enseñar al pueblo a «orar en cualquier circunstancia, sin jamás desanimarse» (Lc 18, 1). Jesús ha ganado una victoria decisiva sobre la injusticia, el pecado y la di- visión, y, como cristianos, nuestra tarea es acoger esta victoria, en primer lugar, en nuestros propios corazones a través de la oración y, en segundo lugar, en nuestras vidas a través de la acción. Que nunca nos desanimemos, sino que sigamos pidiendo en oración el don de la unidad de Dios y que manifestemos esta unidad en nuestras vidas. 


Desafío 


Como pueblo de Dios, ¿cómo deben comprometerse nuestras Iglesias en la justicia que nos une amando y sirviendo a toda la familia de Dios? 


Oración 


Dios, creador y redentor de todas las cosas, enséñanos a mirarnos internamente para vivir arraigados en tu Espíritu de amor, para que podamos salir con sabiduría y valentía optando siempre por el camino del amor y la justicia. 

Te lo pedimos en el nombre de tu Hijo, Jesucristo, en la unidad del Espíritu Santo. Amén.