miércoles, 25 de mayo de 2022

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 26 DE MAYO DE 2022

 Jn 16,16-20: Estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría.


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: 

«Dentro de poco ya no me veréis, pero dentro de otro poco me volveréis a ver». 

Comentaron entonces algunos discípulos: 

«¿Qué significa eso de “dentro de poco ya no me veréis, pero dentro de otro poco me volveréis a ver”, y eso de “me voy al Padre”?». 

Y se preguntaban: 

«¿Qué significa ese “poco”? No entendemos lo que dice». 

Comprendió Jesús que querían preguntarle y les dijo: 

«¿Estáis discutiendo de eso que os he dicho: “Dentro de poco ya no me veréis, y dentro de otro poco me volveréis a ver”? En verdad, en verdad os digo: vosotros lloraréis y os lamentaréis, mientras el mundo estará alegre; vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría».


En estos discursos de despedida, el evangelista Juan juega al contraste: no me veréis y luego me veréis; estaréis tristes, pero se convertirá en alegría. 


Y es que la ausencia del Señor produce tristeza en los discípulos, sobre todo cuando han depositado toda su confianza en Él. Es un contraste que también podemos experimentar en la vida, con los silencios de Dios. Sin embargo, luego su presencia nos produce de nuevo alegría.


Aún entendiendo la frase en medio de este contexto, se podría aislar ésta. Y es que muchas veces, somos conscientes, que todas las tristezas, luego y con la fe y la gracia de Dios se pueden producir en alegría. Es más, tengamos esperanza, porque todas las tristezas se convierten luego en alegría.