jueves, 26 de mayo de 2022

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 27 DE MAYO DE 2022

Jn 16,20-23a: Nadie os quitará vuestra alegría.


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: 

«En verdad, en verdad os digo: vosotros lloraréis y os lamentaréis, mientras el mundo estará alegre; vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría. 

La mujer, cuando va a dar a luz, siente tristeza, porque ha llegado su hora; pero, en cuanto da a luz al niño, ni se acuerda del apuro, por la alegría de que al mundo le ha nacido un hombre. 

También vosotros ahora sentís tristeza; pero volveré a veros, y se alegrará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestra alegría. Ese día no me preguntaréis nada». 




Si seguimos unidos al Señor, no sólo la tristeza se convertirá en alegría, sino que nadie podrá arrebatarnos la alegría. Igual que cuando dijo Jesús, hablando del buen pastor, que nadie podrá arrebatarlos de la mano del Padre. Aquel fin de semana hablé de la fortaleza del pastor.


La fortaleza del pastor hace referencia a la protección, pero también a la estabilidad en darnos, regalarnos su alegría. Y sobretodo en no distraernos en otros tipos de alegrías, a no buscar en otras fuentes. 


Es una alegría tan superior, profunda, accesible, que no hay razón, necesidad, gusto por buscar en otros lugares.


Por ello, mantengamos la mirada en Él. Esperemos en Él, porque nuestra confianza no quedará defrauda y nos regalará su alegría, una alegría que perdura hasta la vida eterna.