martes, 27 de abril de 2021

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 28 DE ABRIL

Jn 12,44-50: Yo he venido al mundo como luz.


En aquel tiempo, Jesús dijo, gritando:

- «El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me ha enviado. Y el que me ve a mí ve al que me ha enviado. Yo he venido al mundo como luz, y así, el que cree en mí no quedará en tinieblas.

Al que oiga mis palabras y no las cumpla yo no lo juzgo, porque no he venido para juzgar al mundo, sino para salvar al mundo. El que me rechaza y no acepta mis palabras tiene quien lo juzgue: la palabra que yo he pronunciado, ésa lo juzgará en el último día. Porque yo no he hablado por cuenta mía; el Padre que me envió es quien me ha ordenado lo que he de decir y cómo he de hablar. Y sé que su mandato es vida eterna. Por tanto, lo que yo hablo lo hablo como me ha encargado el Padre.»



Jesús se nos presenta como luz. Ha venido al mundo a iluminarlo. Él es el iluminado. El que se acerque a Él será iluminado. Expresiones éstas que en otra época eran despectivas, haciendo referencia a un conocimiento supuestamente secreto, aquí Jesús pone este conocimiento, esta luz en favor de todos los que la quieran: la luz ilumina a lo ancho, lo otro sería un foco. Por ello, esta luz es accesible y sólo hay que acogerla.

Es la luz del amor,

la luz de la esperanza,

la luz de la ternura,

la luz del perdón,

la luz de la acogida,

la luz de la fraternidad,

la luz de la esperanza,

la luz de la fe

ES LA LUZ. Ha venido para ser luz, no te cierres a ella.


REVISIÓN DE LA SEMANA SANTA


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