jueves, 16 de noviembre de 2023

HOJA PARROQUIAL. DOMINGO XXXIII DEL TIEMPO ORDINARIO. CICLO A

 







No es tanto tener talento si no saber hacerlo crecer








HOJA PARROQUIAL

18 y 19 de Noviembre 
Domingo XXXIII del Tiempo Ordinario. Ciclo A


Parroquias de Tazacorte y Ntra. Sra. de Fátima en Tijarafe

Textos tomados de la página web de Acción Católica. Dibujo obra de Fano.


" Has sido fiel en lo poco, entra en el gozo de tu Señor"

• Nos encontramos al final del año litúrgico.
• Jesús nos ofrece una parábola para transmitirnos su oferta a la vigilancia activa. 
• Esta parábola de los talentos es una invitación que Jesús nos hace a estar vigilantes mientras esperamos el regreso del Señor Resucitado.
• No sabemos cuando será su venida, mientras tanto se nos ofrece cooperar en la obra de Dios. 
• Hay que decir que los talentos de los que nos habla la parábola no son ante todo bienes materiales. Principalmente los talentos son: el haber sido hechos hijos de Dios, la vida de Dios, el seguimiento de Jesús, etc. 
• También hay otros muchos dones que hemos recibido: la Palabra de Dios, la Eucaristía, la vida, el mundo que nos rodea, la comunidad, la familia, la creación… y tantas cualidades personales que cada uno poseemos.
• Como se ve en el relato los dos primeros servidores fueron responsables y cooperaron con los dones recibidos (15). Y el Señor alaba su comportamiento y les premia por haber sido creativos y haber cooperado en lo que Dios les había dado (21.23). 
• Ese es el ideal que nos propone la parábola.
• La colaboración humana es imprescindible, viene a decirnos la parábola.
• Ciertamente el protagonismo mayor lo tiene el Señor que da los dones, pero como se ve a ese don hay que corresponder. 
• El tercer servidor fue un perezoso, no cooperó, fue un irresponsable ante el don que recibió (26). 
• Todos hemos recibido muchos dones para nosotros y de una forma especial para el mundo, para los demás, para el Reino de Dios. ¿Qué hacemos de esos dones que Dios nos ha dado?



                        LECTURAS


Primera lectura del libro de los Proverbios 31, 10-13. 19-20. 30-31
Una mujer fuerte, ¿quién la hallará?
Supera en valor a las perlas.
Su marido se fía de ella,
pues no le faltan riquezas.
Le trae ganancias, no pérdidas,
todos los días de su vida.
Busca la lana y el lino
y los trabaja con la destreza de sus manos.
Aplica sus manos al huso,
con sus dedos sostiene la rueca.
Abre sus manos al necesitado
y tiende sus brazos al pobre.
Engañosa es la gracia, fugaz la hermosura;
la que teme al Señor merece alabanza.
Cantadle por el éxito de su trabajo,
que sus obras la alaben en público.

Salmo 127, 1-2. 3. 4-5 R/. Dichoso el que teme al Señor.

Dichoso el que teme al Señor
y sigue sus caminos.
Comerás del fruto de tu trabajo,
serás dichoso, te irá bien. R/.

Tu mujer, como parra fecunda,
en medio de tu casa;
tus hijos, como renuevos de olivo,
alrededor de tu mesa.
R/.

Esta es la bendición del hombre
que teme al Señor.
Que el Señor te bendiga desde Sion,
que veas la prosperidad de Jerusalén
todos los días de tu vida. R/.

ANTÍFONA DEL SALMO CANTADA EN ESTE ENLACE

Segunda lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses  5, 1-6

En lo referente al tiempo y a las circunstancias, hermanos, no necesitáis que os escriba, pues vosotros sabéis perfectamente que el Día del Señor llegará como un ladrón en la noche. Cuando estén diciendo: «paz y seguridad», entonces, de improviso, les sobrevendrá la ruina, como los dolores de parto a la que está encinta, y no podrán escapar.
Pero vosotros, hermanos, no vivís en tinieblas, de forma que ese día os sorprenda como un ladrón; porque todos sois hijos de la luz e hijos del día; no somos de la noche ni de las tinieblas.
Así, pues, no nos entreguemos al sueño como los demás, sino estemos en vela y vivamos sobriamente.

Evangelio según San Mateo 25, 14-30

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola:
«Un hombre, al irse de viaje, llamó a sus siervos y los dejó al cargo de sus bienes: a uno le dejó cinco talentos, a otro dos, a otro uno, a cada cual según su capacidad; luego se marchó.
El que recibió cinco talentos fue enseguida a negociar con ellos y ganó otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos.
En cambio, el que recibió uno fue a hacer un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor.
Al cabo de mucho tiempo viene el señor de aquellos siervos y se pone a ajustar las cuentas con ellos.
Se acercó el que había recibido cinco talentos y le presentó otros cinco, diciendo:
“Señor, cinco talentos me dejaste; mira, he ganado otros cinco”.
Su señor le dijo:
“Bien, siervo bueno y fiel; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; entra en el gozo de tu señor”.
Se acercó luego el que había recibido dos talentos y dijo:
“Señor, dos talentos me dejaste; mira, he ganado otros dos”.
Su señor le dijo:
“Bien, siervo bueno y fiel; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; entra en el gozo de tu señor”.
Se acercó también el que había recibido un talento y dijo:
“Señor, sabía que eres exigente, que siegas donde no siembras y recoges donde no esparces, tuve miedo y fui a esconder tu talento bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo”.
El señor le respondió:
“Eres un siervo negligente y holgazán. ¿Conque sabías que siego donde no siembro y recojo donde no esparzo? Pues debías haber puesto mi dinero en el banco, para que, al volver yo, pudiera recoger lo mío con los intereses. Quitadle el talento y dádselo al que tiene diez. Porque al que tiene se le dará y le sobrará, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene. Y a ese siervo inútil echadlo fuera, a las tinieblas; allí será el llanto y el rechinar de dientes”».


¿SABIAS QUÉ ?

TRIDUO PASCUAL: Comienza en la tarde del Jueves Santo con la Misa vespertina de la Cena del Señor; tiene su centro en la Vigilia Pascual y finaliza en la tarde del Domingo de Resurrección.

El Jueves Santo es un día muy especial, pues en la Misa de la Cena del Señor recordamos que Jesús nos regaló la Eucaristía, los sacerdotes quienes hacen posible la Eucaristía, y además es el día del Amor fraterno. Ese día se traslada a Jesús Sacramentado al "monumento", un lugar en el que se hace la reserva para comulgar al día siguiente, pues el Viernes Santo y el Sábado Santo no se celebra la Eucaristía, en espera de la gran Vigilia Pascual en la que celebramos la gloriosa resurrección de Cristo Jesús, luz del mundo (representado en el cirio pascual) y agua viva que colma nuestra sed y perdona nuestras culpas ( por ello se celebra en esta noche santa el sacramento del Bautismo).

TIEMPO PASCUAL: Comienza el domingo de Resurrección y finaliza el Domingo de Pentecostés en el que celebramos la venida del Espíritu Santo sobre los Apóstoles. Los cincuenta días debe celebrarse y vivirse como si fueran un domingo prolongado en el que se nos invita a vivir de manera radical el cristianismo como Buena Noticia.