Os habéis separado del camino recto y habéis hecho que muchos tropiecen en la ley, invalidando la alianza de Leví, dice el Señor del universo.
Pues yo también os voy a hacer despreciables y viles para todo el pueblo, ya que vuestra boca no ha guardado el camino recto y habéis sido parciales en la aplicación de la ley.
Sino que acallo y modero mis deseos,
como un niño en brazos de su madre;
como un niño saciado
así está mi alma dentro de mí. R/.
Espere Israel en el Señor
ahora y por siempre. R/.
ANTÍFONA DEL SALMO CANTADA. PINCHANDO EN ESTE ENLACE
segunda lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 2, 7b-9. 13
Os queríamos tanto que deseábamos entregaros no solo el Evangelio de Dios, sino hasta nuestras propias personas, porque os habíais ganado nuestro amor.
Recordad, hermanos, nuestros esfuerzos y fatigas; trabajando día y noche para no ser gravosos a nadie, proclamamos entre vosotros el Evangelio de Dios.
Por tanto, también nosotros damos gracias a Dios sin cesar, porque, al recibir la palabra de Dios que os predicamos, la acogisteis no como palabra humana, sino, cual es en verdad, como palabra de Dios que permanece operante en vosotros los creyentes.
Evangelio Según san Mateo 23,1-12
En aquel tiempo, habló Jesús a la gente y a sus discípulos, diciendo:
«En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos: haced y cumplid todo lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos dicen, pero no hacen. Lían fardos pesados y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar.
Todo lo que hacen es para que los vea la gente: alargan las filacterias y agrandan las orlas del manto; les gustan los primeros puestos en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que les hagan reverencias en las plazas y que la gente los llame “rabbí”.
Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar “rabbí”, porque uno solo es vuestro maestro y todos vosotros sois hermanos.
Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el del cielo.
No os dejéis llamar maestros, porque uno solo es vuestro maestro, el Mesías.
El primero entre vosotros será vuestro servidor.
El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido».
¿ SABIAS QUÉ ?
EL AÑO LITÚRGICO
Es la celebración de los diversos acontecimientos de la vida de Cristo y de la Salvación que nos ha traído en ello. Tiene como fin la conversión y la búsqueda de la fe a través del recuerdo de los hechos de la vida de Jesús que a lo largo de él se conmemoran.
La iglesia celebra cada domingo la Resurrección de Cristo, pero a parte de esto, una vez al año, celebra con gran solemnidad su encarnación y nacimiento (Adviento y Navidad), su muerte y resurrección (Semana Santa y Pascua), además de su Ascensión, la venida del Espíritu Santo sobre los apóstoles, etc.
La razón por la que cada año revivimos estos hechos de la vida de Jesús, a los que añadimos el recuerdo de la Virgen y de todos los Santos, es la de intentar aprender cómo fue su vida y la de sus mejores amigos, creer en ellos e imitarlos.
El año litúrgico se divide en cinco tiempos:
Adviento: Procede del latín "adventus" y significa "llegada". El Adviento comienza en la tarde del domingo que cae 30 de noviembre o en el día mas cercano a esta fecha y termina en la tarde-noche del 24 de diciembre. Es un tiempo de preparación para el nacimiento del Hijo de Dios.
A lo largo de sus domingos recordamos en las Sagradas Escritura:
Domingo I de Adviento: última venida del Señor
Domingo II de Adviento: introduce los avisos de Juan el Bautista "preparad los caminos al Señor"
Domingo III de Adviento: Se llama domingo de Gaudete (alegraos) y esta enmarcado por la alegría "por que el Señor esta cerca"
Domingo IV de Adviento: nos sitúa ya en los acontecimientos que precedieron al nacimiento de Jesús
El Adviento se suele dividir en dos partes: la primera llega hasta el 16 de diciembre y en ella la iglesia, recordando la primera venida de Jesús en Belén, mira hacia la segunda llegada de Cristo que aún no ha ocurrido; la segunda parte abarca desde el 17 hasta el 24 de diciembre y en ella se nos prepara para la venida de Cristo con el gozo y la alegría propios de este hecho que la liturgia manifiesta en las " antífonas de la O" (frases cantadas que pide a Jesús que no tarde en llegar. Todos empiezan con la exclamación "oh").
Navidad :
Comienza con la misa de medianoche del día 25 ( "Misa del gallo") en la que el Evangelio ya nos anuncia "os a nacido un Salvador" (Lc 2, 1) y finaliza el domingo de la Epifanía (6 de enero) , es decir, el domingo del Bautismo de Jesús.
En la Epifanía celebramos la manifestación gloriosa de Jesús a todos los pueblos de la tierra representado en los Magos de Oriente
Destacan también otras solemnidades como Santa María Madre de Dios (1 de enero) y la Sagrada Familia, modelo de familia e Iglesia