domingo, 26 de febrero de 2023

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 27 DE FEBRERO DE 2023

  


Mt 25,31-46: Cada vez que lo hicisteis con uno de éstos, mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis.


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria y serán reunidas ante él todas las naciones. 

Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras. 

Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda. 

Entonces dirá el rey a los de su derecha: 

"Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. 

Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme". 

Entonces los justos le contestarán: 

"Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?". 

Y el rey les dirá: 

"En verdad os digo que cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis". 

Entonces dirá a los de su izquierda: 

"Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis". 

Entonces también estos contestarán: 

"Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?". 

Él les replicará: 

"En verdad os digo: lo que no hicisteis con uno de estos, los más pequeños, tampoco lo hicisteis conmigo". 

Y estos irán al castigo eterno y los justos a la vida eterna».


Comenzamos la primera semana de Cuaresma, donde contemplamos en el día de ayer las tentaciones de Jesús en el desierto, que son paradigma de las que nosotros también podemos recibir. 

Hoy se nos puede plantear esta tentación (Evangelii Gaudium) 270. “A veces sentimos la tentación de ser cristianos manteniendo una prudente distancia de las llagas del Señor. Pero Jesús quiere que toquemos la miseria humana, que toquemos la carne sufriente de los demás. Espera que renunciemos a buscar esos cobertizos personales o comunitarios que nos permiten mantenernos a distancia del nudo de la tormenta humana, para que aceptemos de verdad entrar en contacto con la existencia concreta de los otros y conozcamos la fuerza de la ternura. Cuando lo hacemos, la vida siempre se nos complica maravillosamente y vivimos la intensa experiencia de ser pueblo, la experiencia de pertenecer a un pueblo.”


Y aquí nos acusa Jesús de una manera clara: “lo que no hicisteis con uno de estos, los más pequeños, tampoco lo hicisteis conmigo






De la Verbum Domini nº 52 “este es el ámbito privilegiado en el que Dios nos habla en nuestra vida, habla hoy a su pueblo, que escucha y responde. Todo acto litúrgico está por su naturaleza empapado de la Sagrada Escritura. Como afirma la Constitución Sacrosanctum Concilium, «la importancia de la Sagrada Escritura en la liturgia es máxima.”

De la Verbum Domini nº 53 “la liturgia de la Palabra es un elemento decisivo en la celebración de cada sacramento de la Iglesia»;[189] sin embargo, en la práctica pastoral, los fieles no siempre son conscientes de esta unión, ni captan la unidad entre el gesto y la palabra.”


De la Verbum Domini nº 54 “el discurso sobre el pan se refiere al don de Dios que Moisés obtuvo para su pueblo con el maná en el desierto y que, en realidad, es la Torá, la Palabra de Dios que da vida” […] “ en el misterio de la Eucaristía se muestra cuál es el verdadero maná, el auténtico pan del cielo: es el Logos de Dios que se ha hecho carne, que se ha entregado a sí mismo por nosotros en el misterio pascual.”