Jn 12,24-26: A quien me sirva, el Padre lo premiará.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
-«Os aseguro que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto. El que se ama a sí mismo se pierde, y el que se aborrece a sí mismo en este mundo se guardará para la vida eterna. El que quiera servirme, que me siga, y donde esté yo, allí también estará mi servidor; a quien me sirva, el Padre lo premiará.»
Celebramos hoy la fiesta de San Lorenzo mártir. Ésta es la lectura que la Iglesia nos presenta para este día. De manera muy significativa nos muestra el sentido de la vida: caer en tierra y morir, es decir, servir y dar la vida en servicio a los demás. Ésta es la clave de la fecundidad. Jesús nos promete que el Padre lo premiará…y Dios es muy generoso.
Si reducimos el trozo del evangelio a esta frase: “a quien me sirva…”., para mí es muy sugerente y me hace recordar, la invitación de Jesús para servirlo. Orientar toda mi vida a servirle a Él. Me lo recuerda, porque muchas veces lo sirvo pero sin conciencia de servirlo a Él, más bien, sirvo las obras de Dios y no tanto al Dios de las obras.