miércoles, 20 de enero de 2021

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 21 DE ENERO DE 2021. SANTA INÉS

Mc 3,7-12: Los espíritus inmundos gritaban: "Tú eres el Hijo de Dios", pero él les prohibía que lo diesen a conocer.


En aquel tiempo, Jesús se retiró con sus discípulos a la orilla del lago, y lo siguió una muchedumbre de Galilea. Al enterarse de las cosas que hacia, acudía mucha gente de Judea, de Jerusalén y de Idumea, de la Transjordania, de las cercanías de Tiro y Sidón. Encargó a sus discípulos que le tuviesen preparada una lancha, no lo fuera a estrujar el gentío. Como había curado a muchos, todos los que sufrían de algo se le echaban encima para tocarlo. Cuando lo veían, hasta los espíritus inmundos se postraban ante él, gritando: «Tú eres el Hijo de Dios.» Pero él les prohibía severamente que lo diesen a conocer.


Al comienzo de su vida pública, este enseñar nuevo, con autoridad y los milagros que hace, atrae a muchedumbres. Sin embargo, sólo los espíritus inmundos sabían quién es.

De manera sencilla, me pregunto por qué sigo a Jesús. 

¿Sigo a Jesús porque me encandila su manera de hablar y actuar?. Esto puede ser un primer nivel de seguimiento. 

¿Sigo a Jesús porque me puede ayudar en lo que necesito?

Estamos comenzando este tiempo ordinario. Aunque comenzó diciendo: “se ha cumplido el plazo”; conviene que vayamos poco a poco, contemplando a Jesús, sus palabras, gestos, miradas, para que podamos acceder a Dios. Pero tengamos como horizonte que tenemos que llegar al reconocimiento de su divinidad y postrarnos ante Él, como hicieron los espíritus inmundos.