miércoles, 27 de mayo de 2020

HOMILÍA EN EL OCTAVARIO DE ORACIÓN EN EL SANTUARIO DE LAS NIEVES

El pasado 12 de abril, para los que les gusta la tecnología, se produjo un hecho histórico, la colaboración entre las dos mayores empresas tecnológicas del mundo: Apple y Google. Y no, para llevar mayores beneficios, sino para poder ayudarnos con sus soluciones a cuidarnos.
De hecho, es el tema que quiero resaltar de las lecturas de hoy: comunión, colaboración y cuidado.

En la 1ª lectura  del libro de los hechos de los apóstoles: “Cuidad de vosotros mismos y de todo el rebaño, pues el Espíritu Santo los ha constituido pastores”. La palabra pastor la hemos utilizado siempre haciendo referencia a los sacerdotes, obispos y papas. Pero también lo podemos utilizar de manera más amplia a todos los que tienen algo que aportar y ayudar a los demás.
En el Evangelio: “Padre santo, guárdalos en tu nombre a los que me has dado para que sean uno como tú y yo somos uno”.

Esta pandemia ha supuesto una cachetada en la línea de flotación de nuestra sociedad. Nos creíamos que podíamos, nosotros solos, y un pequeño “no ser”, vamos a llamarlo así, ha trastocado todo. Esta sociedad estaba herida de muerte e iba creciendo de manera preocupante los niveles de inhumanidad, insolidaridad y egoísmo.

Sin embargo, en este tiempo donde todo se ha oscurecido, tiempo en el que pensábamos que nos habías olvidado, ha brillado con una luz muy grande la solidaridad de tantas personas. Grupos de personas, empresarios y particulares que han puesto su maquinaria, mano de obra y materias primas al servicio de la lucha contra la enfermedad. Para hacer mascarillas, gel hidroalcohólico, respiradores, etc. Y sobre todo las ONG’s e instituciones al servicio de los más desfavorecidos, que lejos de pensar en ellos mismos y de ser contagiados, han redoblado esfuerzos, han inventado nuevas maneras y formas de ayuda. Sus acciones, sus gestos, su entrega son para nosotros un signo de la presencia de Dios que no nos ha abandonado, sino, al contrario, nos sigue cuidando y velando por nosotros. Ha resonado las palabras de Jesús: “guárdalos en tu nombre a los que me has dado para que sean uno como tú y yo somos uno”

Decía el Papa en la celebración extraordinaria de oración del 27 de marzo: “nos llamas a tomar este tiempo de prueba como un tiempo de elección, el tiempo para elegir entre lo que cuenta verdaderamente y lo que pasa.”
Escuchemos la voz de Dios, ahora que comenzamos la desescalada, la transición. A personas les he oído las ganas de volver a ser como antes. No. El gobierno utiliza la expresión de nueva normalidad, hablando de las medidas higiénicas. Tomemos conciencia: nueva normalidad

Por ello, aprendamos
  • A unirnos de una vez, por encima de ideas políticas, religión, raza y cultura; buscando el bien de la humanidad y de la casa común, no sólo de nosotros
  • Esta unión no será nada sin el cuidado de uno al otro.

No volvamos a construir el mundo entorno a la economía, sino entorno a las personas.
No volvamos a construir nuestra vida entorno a mí, sino entorno a los demás. Dejemos de vernos como competidores, extraños o enemigos. Si colaboramos todos, este mundo será mejor, creceremos todos y mejor.

Miremos a María, en ella se refleja la ternura de Dios. Ella nos enseña como cuidarnos, protegernos, como ayudarnos, y sobre todo como vivir más unidos. María, hemos venido hoy, desde Tazacorte y Tijarafe y los que se han conectado a través de las redes sociales, para: a) pedirte por el fin de la pandemia; b) pedirte por nuestros hermanos que han muerto en este tiempo de una manera más triste, más solitaria; c) darte gracias por los gestos de solidaridad y amor que vemos a nuestro alrededor. Quizá la colaboración de Apple y Google podrá ser algo histórico a nivel empresarial, pero sí lo hacemos nosotros, será de verdad un hecho histórico, que Dios ha sacado bienes de los males y nuestra sociedad sale más fuerte después de esta dura prueba.