El Evangelio funciona con Amor y no con Dinero
HOJA PARROQUIAL
21 y 22 de octubre del 2023.
Domingo XXIX del Tiempo Ordinario. Ciclo A
Parroquias de Tazacorte y Ntra. Sra. de Fátima Tijarafe
textos tomados de la página web de Acción Católica. Dibujo Obra de Fano.
"Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios"
• Nos encontramos con un texto de
confrontación entre los fariseos, los
herodianos y Jesús, que viene a
plantearnos una cuestión importante
¿cómo conjugar la dimensión
sociopolítica de la vida con la fe y la
religión?
• La vida de Jesús, de vez en cuando,
estuvo salpicada, más aún
ambientada, con toda una serie de
confrontaciones, de tensiones. Por
nada del mundo su vida pública fue
placentera. Por eso su muerte violenta
fue el resultado de una vida tensa.
• Para empezar en el relato le hacen a
Jesús el parabién. Toda una serie de
alabanzas que se ve que son falsas y
que esconden una gran falacia (16).
• Los fariseos eran contrarios a la
ocupación romana y juntamente con
los herodianos se acercan a Jesús para
ponerle una trampa, una pregunta de
doble filo: “¿es lícito pagar impuesto
al César o no?” (17).
• Con esta pregunta pretendían hacer
caer en la trampa a Jesús. Si respondía
que no era lícito se ponía
directamente en contra del César,
mostraba una posición anti-romana,
dando razón a los zelotes. Si decía que
era lícito pagar el tributo, Jesús venía a
aceptar la autoridad divina del
emperador y se situaba en contra de
los intereses de su pueblo, el pueblo
judío. Con ello se hacía impopular.
• Jesús se escapa inteligentemente de
la trampa que le habían puesto y con
su postura viene a rechazar ese
enfrentamiento: César-Dios (18). La
respuesta de Jesús es astuta. No niega
el aspecto económico y político. “dad
al César lo que es del César” (21) pero
lo relativiza. No se pueden absolutizar
los aspectos cívicos, políticos…
• Pocas frases del Evangelio han sido y
son tan citadas como esta, aunque no
siempre dándole el mismo sentido. • Según Jesús, estas dos realidades no
se sitúan en le mismo nivel: Dios está
por encima de todo, Dios es el único
Señor.
• Jesús viene a decir lo que dirá en
otra ocasión “mi Reino no es de este
mundo” (Jn 18, 36).
• Dios lo que Él quiere es el bien de la
persona, el respeto a su dignidad, el
avance de su Proyecto, del Reino. Dios
quiere que transformemos este
mundo según su Proyecto, según lo
que Jesús nos muestra en toda su vida
“a Dios lo que es de Dios” (21).
• A veces se ha pretendido identificar
los dos ámbitos el político y el
religioso, en otras ocasiones se ha
sacralizado el poder político o se ha
politizado la misión de la Iglesia.
Ahora en la mayoría de las naciones se
trabaja por una separación de los dos
ámbitos.
• Continúa siendo difícil compaginar
armónicamente el deber al César y el
deber a Dios, ser buenos ciudadanos y
buenos cristianos. Lo ha sido muchas
veces. Por eso en la historia de la
Iglesia ha habido, en ciertas épocas,
muchos mártires, porque hubo
personas que no claudicaron y
prefirieron la fidelidad a Dios al César
del momento.
• No hemos de descuidar la dimensión
humana y social, nuestro bienestar y
el progreso del mundo. Pero tampoco
hemos de olvidar la dimensión
religiosa del ser humano, su apertura
a Dios con todo lo que ello supone.
Cuando los planteamientos del César
se oponen al Proyecto de Dios está
claro que la preferencia ha de
mantenerse en la fidelidad a Dios.
LECTURAS
Primera Lectura del libro de Isaías 45,1. 4-6
Esto dice el Señor a su Ungido, a Ciro:
«Yo lo he tomado de la mano,
para doblegar ante él las naciones
y desarmar a los reyes,
para abrir ante él las puertas,
para que los portales no se cierren.
Por mi siervo Jacob,
por mi escogido Israel,
te llamé por tu nombre,
te di un título de honor,
aunque no me conocías.
Yo soy el Señor y no hay otro;
fuera de mí no hay dios.
Te pongo el cinturón,
aunque no me conoces,
para que sepan de Oriente a Occidente
que no hay otro fuera de mí.
Yo soy el Señor y no hay otro».
Salmo 95, 1 y 3. 4-5. 7-8a. 9-10ac R/. Aclamad la gloria y el poder del Señor
Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra.
Contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones. R/.
Porque es grande el Señor,
y muy digno de alabanza,
más temible que todos los dioses.
Pues los dioses de los gentiles no son nada,
mientras que el Señor ha hecho el cielo. R/.
Familias de los pueblos, aclamad al Señor,
aclamad la gloria y el poder del Señor,
aclamad la gloria del nombre del Señor,
entrad en sus atrios trayéndole ofrendas. R/.
Postraos ante el Señor en el atrio sagrado,
tiemble en su presencia la tierra toda.
Decid a los pueblos: «El Señor es rey,
él gobierna a los pueblos rectamente». R/.
ANTIFONA CANTADA DEL SALMO. PINCHANDO EN ESTE ENLACE
Segunda lectura de la primera carta del apóstol San Pablo a los Tesalonicenses 1, 1-5b
Pablo, Silvano y Timoteo a la Iglesia de los Tesalonicenses, en Dios Padre y en el Señor Jesucristo. A vosotros, gracia y paz.
En todo momento damos gracias a Dios por todos vosotros y os tenemos presentes en nuestras oraciones, pues sin cesar recordamos ante Dios, nuestro Padre, la actividad de vuestra fe, el esfuerzo de vuestro amor y la firmeza de vuestra esperanza en Jesucristo nuestro Señor.
Bien sabemos, hermanos amados de Dios, que él os ha elegido, pues cuando os anuncié nuestro evangelio, no fue solo de palabra, sino también con la fuerza del Espíritu Santo y con plena convicción.
Evangelio Según San Mateo 22,15-21
En aquel tiempo, se retiraron los fariseos y llegaron a un acuerdo para comprometer a Jesús con una pregunta.
Le enviaron algunos discípulos suyos, con unos herodianos, y le dijeron:
«Maestro, sabemos que eres sincero y que enseñas el camino de Dios conforme a la verdad, sin que te importe nadie, porque no te fijas en apariencias. Dinos, pues, qué opinas:
¿es lícito pagar impuesto al César o no?».
Comprendiendo su mala voluntad, les dijo Jesús:
«Hipócritas, ¿por qué me tentáis? Enseñadme la moneda del impuesto».
Le presentaron un denario.
Él les preguntó:
«De quién son esta imagen y esta inscripción?».
Le respondieron:
«Del César».
Entonces les replicó:
«Pues dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios».
3. Hacia una Iglesia sinodal misionera
3.5 Vida Sinodal y liturgia
Celebrar con estilo Sinodal
95. Al mismo tiempo, el proceso sinodal ha representado una
oportunidad para experimentar de nuevo la diversidad de formas de
oración y celebración, acrecentando el deseo de hacerla más accesible
a la vida ordinaria de las comunidades. La síntesis francesa da voz a
tres aspiraciones: «la primera [...] se refiere a la diversificación de las
liturgias en beneficio de las celebraciones de la Palabra, es decir,
momentos de oración que pongan en el centro la meditación de textos
bíblicos. La segunda, menos frecuente, recuerda la importancia de las
peregrinaciones y la piedad popular. La tercera desea una formación
litúrgica renovada, para hacer frente a un problema denunciado por muchas síntesis, a saber, la incomprensibilidad del lenguaje que
normalmente usa la Iglesia» (CE Francia). Algunas regiones plantean la
cuestión de la reforma de la liturgia, incluso en las Iglesias orientales,
donde está profundamente ligada a la identidad de la Iglesia: «En
nuestra Iglesia, es oportuna una reforma litúrgica, para releer a la luz
del Espíritu Santo la acción y la participación del Pueblo de Dios en la
obra de Dios en nuestro tiempo» (Iglesia greco-melquita).
96. Muchas Iglesias subrayan también la importancia de hacer
habituales los vínculos de la celebración auténtica y propia con las
diversas formas de intercambio dialógico y de convivencia fraterna. «La
convivialidad y la fraternidad siempre formaron parte de la experiencia
[de las reuniones sinodales]. En todas las reuniones, desde la inicial hasta
las posteriores consultas en las parroquias y estructuras pastorales,
hubo salu-salo (compartir de la comida). Muchos destacaron cómo las
reuniones [sinodales] influyeron positivamente en la celebración de las
liturgias» (CE Filipinas).
97. La variedad de tradiciones rituales de la oración litúrgica, así
como las formas simbólicas con las que se expresan las diferentes
culturas, es considerada por todos como una riqueza. Un renovado
amor por la espiritualidad y el compromiso de cuidar la belleza y el estilo
sinodal de la celebración apoyan el resplandor de una Iglesia misionera:
«todos los informes hablan de las celebraciones como espacios que
pueden inspirar y ayudar a vivir la fe en nuestra vida personal, familiar,
laboral, en el barrio y la misma comunidad» (CE Uruguay).