jueves, 29 de junio de 2023

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 30 DE JUNIO DE 2023

  Mt 8,1-4: Si quieres, puedes limpiarme.

Al bajar Jesús del monte, lo siguió mucha gente. 

En esto, se le acercó un leproso, se arrodilló y le dijo: 

«Señor, si quieres, puedes limpiarme». 

Extendió la mano y lo tocó diciendo: 

«Quiero, queda limpio». 

Y enseguida quedó limpio de la lepra. 

Jesús le dijo: 

«No se lo digas a nadie, pero ve a presentarte al sacerdote y entrega la ofrenda que mandó Moisés, para que les sirva de testimonio».



El evangelio que nos proponen para hoy, vemos a Jesús haciendo acciones extraordinarias, manifestando la llegada del Reino, como así había dicho versículos atrás.


En este caso, vemos un caso de lepra, una enfermedad en aquel momento incurable e incluso contagiosa. Aquellos que la sufrían eran excluidos de la comunidad y también desahuciados, esperando su suerte (muerte).


En esta situación, en la que no hay nada que perder, el leproso le suplica de rodillas a Jesús si quiere limpiarle.


No creo que ninguno de nosotros esté desahuciado espiritualmente hablando; ni tampoco esté excluido de la comunidad, pero incluso en este caso, con Jesús podemos siempre renacer. Él nos da una nueva oportunidad. El texto dice que la lepra se le quitó y quedó limpio.


Tantos aspectos que no podemos limpiar en nuestra vida, pero sabemos que Él si puede. 


En este caminar con Jesús, hemos de aprender a mirarle, escucharle, pero sobretodo, suplicarle, porque todos tenemos necesidad de Él. Y contamos con su “querer” limpiarnos y curarnos.