Mt 7,1-5: Sácate primero la viga del ojo.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque seréis juzgados como juzguéis vosotros, y la medida que uséis, la usarán con vosotros.
¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo?
¿Cómo puedes decirle a tu hermano: "Déjame que te saque la mota del ojo", teniendo una viga en el tuyo? Hipócrita: sácate primero la viga del ojo; entonces verás claro y podrás sacar la mota del ojo de tu hermano».
El Evangelio nos presenta un mensaje importante de Jesús sobre el juicio y la hipocresía. En este pasaje, Jesús nos advierte de juzgar a los demás, ya que seremos juzgados de la misma manera. Él nos insta a examinar nuestras propias faltas antes de señalar las de los demás.
Jesús utiliza la metáfora de la viga en el ojo propio y la paja en el ojo del hermano para ilustrar este punto. Nos invita a reconocer nuestras propias debilidades y pecados antes de criticar a los demás. La enseñanza central es que debemos ser conscientes de nuestras propias imperfecciones y tratar a los demás con comprensión y misericordia, en lugar de juzgarlos con dureza.
Este pasaje nos anima a reflexionar sobre nuestra actitud hacia los demás y a practicar la humildad. Nos recuerda que todos somos imperfectos y que, en lugar de juzgar y condenar, debemos mostrar compasión y amor hacia nuestros semejantes.