martes, 28 de marzo de 2023

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 29 DE MARZO DE 2023

   

 COMENTARIO AL EVANGELIO


Jn 8,31-42: Si el Hijo os hace libres, sois realmente libres.


En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos que habían creído en él:

«Si permanecéis en mi palabra, seréis de verdad discípulos míos; conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres».

Le replicaron:

«Somos linaje de Abrahán y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: "Seréis libres"?».

Jesús les contestó:

«En verdad, en verdad os digo: todo el que comete pecado es esclavo. El esclavo no se queda en la casa para siempre, el hijo se queda para siempre. Y si el Hijo os hace libres, seréis realmente libres. Ya sé que sois linaje de Abrahán; sin embargo, tratáis de matarme, porque mi palabra no cala en vosotros. Yo hablo de lo que he visto junto a mi Padre, pero vosotros hacéis lo que le habéis oído a vuestro padre».

Ellos replicaron:

«Nuestro padre es Abrahán».

Jesús les dijo:

«Si fuerais hijos de Abrahán, haríais lo que hizo Abrahán. Sin embargo, tratáis de matarme a mí, que os he hablado de la verdad que le escuché a Dios; y eso no lo hizo Abrahán. Vosotros hacéis lo que hace vuestro padre».

Le replicaron:

«Nosotros no somos hijos de prostitución; tenemos un solo padre: Dios».

Jesús les contestó:

«Si Dios fuera vuestro padre, me amaríais, porque yo salí de Dios, y he venido. Pues no he venido por mi cuenta, sino que él me envió».


Si os mantenéis en mi Palabra...conoceréis la verdad y les hará libre.

Ya el Señor nos ha puesto como el centro de nuestra vida su seguimiento y el cumplimiento de la Palabra de Dios.

Ésta misma Palabra es espada de doble filo que nos desarma y nos desnuda continuamente, de manera que conoceremos la verdad: pecador me concibió mi madre. Y ésta verdad, común a todo hombre sólo puede ser superada en el reconocimiento de la propia situación; y éste acto es el más liberador.

Éste es el movimiento de la misericordia. El Señor nos perdona de todos los pecados, en la medida que nos dejemos iluminar por Él, en la medida que nos dejemos amar.

Escuchar su Palabra por tanto, es dejarse moldear por ella. Aquél que conoce de memoria la Palabra pero no se deja penetrar por ella, no puede liberarse.

Hagamos bien el movimiento, dejarnos iluminar por Ella, y por tanto, dejarnos liberar por Ella.