12 y 13 de Febrero de 2022
“Dichosos vosotros...”
Jesús contrapone las Bienaventuranzas con los “ayes”, o maldiciones. No se trata de alegrarse por ser pobre, o por estar hambriento, o por llorar, tampoco se trata de resignarse. ¡Dios no quiere la pobreza! La dicha que brota de estas Bienaventuranzas tiene su base en que Dios está al lado de esas personas que se inspiran en ellas y que su Reino les pertenece aquí y ahora. Por el contrario, los “ayes” que Jesús dirige a continuación nos advierten para que no nos dejemos seducir por las riquezas, etc. y para que no olvidemos a los más necesitados.
Primera lectura del Profeta Jeremías 17, 5-8
Salmo 1, 1-2. 3. 4 y 6 R. Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor.
Segunda lectura de la primera carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 15, 12. 16-20
Evangelio según San Lucas 6, 17. 20-26
Parte 3. Cómo obtenemos la vida en Cristo
PRIMERA SECCIÓN. Para qué estamos en la tierra, qué debemos hacer y cómo nos ayuda el Espíritu Santo de Dios
CAPÍTULO SEGUNDO. «Amarás a tu prójimo como a ti mismo»
EL OCTAVO MANDAMIENTO: No dirás falso testimonio ni mentirás.
454 ¿Hasta qué punto nos obliga la verdad de la fe?
Todo cristiano debe dar testimonio de la verdad y con ello seguir a Jesús, que dijo ante Pilatos: «Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad» (Jn 18,37). Esto puede suponer incluso que un cristiano entregue su vida por la verdad y por amor a Dios y a los hombres. Esta forma suprema de defender la verdad se llama martirio.
455 ¿Qué es ser veraz?
Ser veraz significa que uno actúa con sinceridad y habla con franqueza. La persona veraz evita la duplicidad, la simulación, el dolo y la hipocresía. La forma más grave de faltar a la veracidad es el PERJURIO. Un mal grave en toda comunidad es hablar mal de otras personas y la transmisión de lo oído: A dice a B «en confianza» aquellas cosas desfavorables que C ha dicho sobre B.
456 ¿Qué hay que hacer cuando se ha mentido, engañado o estafado?
Toda falta contra la verdad y la justicia exige, aun cuando haya sido perdonada, una reparación. Cuando no es posible reparar en público una mentira o un falso testimonio, hay que hacer todo lo que se pueda, al menos en secreto. Si no se puede indemnizar directamente al afectado por el daño causado, se está obligado en conciencia a ofrecerle una reparación moral, es decir, hay que hacer todo lo posible para alcanzar al menos una compensación simbólica.
457 ¿Por qué la verdad exige discreción?
La comunicación de la verdad debe hacerse con inteligencia y enmarcada en la caridad. Con frecuencia se emplea la verdad como arma arrojadiza, que tiene entonces un efecto destructivo en lugar de constructivo. Al comunicar informaciones hay que pensar en los «tres filtros» de Sócrates: ¿Es verdad? ¿Es bueno? ¿Es útil? Se exige también DISCRECIÓN en los secretos profesionales. Siempre deben ser guardados, excepto en casos excepcionales, que hay que justificar rigurosamente. Es igualmente culpable quien hace públicos informes confidenciales que se revelaron bajo reserva. Todo lo que se diga debe ser verdad, pero no hay que decir todo aquello que es verdad.