miércoles, 19 de enero de 2022

HOJA PARROQUIAL. DOMINGO III DEL TIEMPO ORDINARIO. CICLO C

 















  HOJA PARROQUIAL


22 y 23 de Enero de 2022
Domingo III del Tiempo Ordinario. Ciclo C.

Parroquias de Tazacorte y Ntra. Sra. de Fátima en Tijarafe

Textos tomados de la página web de los dominicos en España. Dibujos obra de Fano.


“Me ha enviado a dar la Buena Noticia”




    Al comienzo del año, los cristianos revisamos los mapas por donde caminar en el tiempo y nos preguntamos: ¿Cuál es la Vida y Misión que nos define? Y nos ayuda a responder lo que hoy leemos en La Plaza del templo de Jerusalén donde se renueva la Alianza (Ne 8,2-4. 5-6. 8-10); o en la Sinagoga de Nazaret, con Jesús y sus paisanos, donde El empieza su ministerio, en una Asamblea popular. (Lc4,14-21).


      En ambos casos, la Palabra ocupa un lugar central. En el evangelio de hoy, Jesús es la Palabra de Dios, que con suVida y su Misión,trae alegría y salvación a todos. Un Proyecto que está muy lejos de ser una simple exposición de la Ley como hace Esdras. Más bien es un anuncio nuevo, para un tiempo de gracia del Señor. Esta Buena noticia va dirigida fundamentalmente a todos los excluidos, los pobres, los ciegos, los marginados, los que sufren opresión, a quienes desea liberar de sus angustias ofreciéndoles un año de gracia.

  

     ¿En quién y para qué se realiza hoy esta Palabra, Vida y Misión? En el Cristo actual que son los cristianos.  Como este programa no ha sido siempre el de los cristianos, el hoy de Jesús, incluye una llamada a actualizarlo.

La vida y misión de Jesús, se tiene que ver hoy en la vida y misión del cristiano.San Pablo nos lo recuerda en su carta a los Corintios, (1Cor 12,12-30). Somos miembros del Cuerpo de Cristo, Sacramento de Salvación en medio del mundo. La misión del cristiano es comprometerse con el Proyecto que Jesús nos propone el evangelio, porque sigue siendo válido para el mundo de hoy.








LECTURAS

Primera lectura del Libro de Nehemías 8, 2-4a. 5-6. 8-10


En aquellos días, el día primero del mes séptimo, el sacerdote Esdras trajo el libro de la ley ante la comunidad: hombres, mujeres y cuantos tenían uso de razón. Leyó el libro en la plaza que está delante de la Puerta del Agua, desde la mañana hasta el mediodía, ante los hombres, las mujeres y los que tenían uso de razón. Todo el pueblo escuchaba con atención la lectura de la ley.
El escriba Esdras se puso en pie sobre una tribuna de madera levantada para la ocasión.
Esdras abrió el libro en presencia de todo el pueblo, de modo que toda la multitud podía verlo; al abrirlo, el pueblo entero se puso de pie. Esdras bendijo al Señor, el Dios grande, y todo el pueblo respondió con las manos levantadas:
«Amén, amén».
Luego se inclinaron y adoraron al Señor, rostro en tierra.
Los levitas leyeron el libro de la ley de Dios con claridad y explicando su sentido, de modo que entendieran la lectura.
Entonces, el gobernador Nehemias, el sacerdote y escriba Esdras, y los levitas que instruían al pueblo dijeron a toda la asamblea:
«Este día está consagrado al Señor, vuestro Dios: No estéis tristes ni lloréis» (y es que todo el pueblo lloraba al escuchar las palabras de la ley).
Y añadieron:
«Andad, comed buenas tajadas, bebed vino dulce y enviad porciones a quien no tiene, pues es un día consagrado a nuestro Dios. No estéis tristes, pues el gozo en el Señor es vuestra fortaleza».

  

Salmo 18, 8. 9. 10. 15 R. Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.


La ley del Señor es perfecta
y es descanso del alma;
el precepto del Señor es fiel
e instruye al ignorante. R/.


Los mandatos del Señor son rectos
y alegran el corazón;
la norma del Señor es límpida
y da luz a los ojos. R/.


La voluntad del Señor es pura
y eternamente estable;
los mandamientos del Señor son verdaderos
y enteramente justos. R/.


Que te agraden las palabras de mi boca,
y llegue a tu presencia
el meditar de mi corazón,
Señor, roca mía, redentor mío. R/.


Segunda lectura de la primera carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 12, 12-30


Hermanos:
Lo mismo que el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, a pesar de ser muchos, son un solo cuerpo, así es también Cristo.
Pues todos nosotros, judíos y griegos, esclavos y libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo. Y todos hemos bebido de un solo Espíritu.
Pues el cuerpo no lo forma un solo miembro sino muchos.
Si el pie dijera: «No soy mano, luego no formo parte del cuerpo», ¿dejaría por eso de ser parte del cuerpo? Si el oído dijera: «No soy ojo, luego no formo parte del cuerpo», ¿dejaría por eso de ser parte del cuerpo? Si el cuerpo entero fuera ojo, ¿cómo oiría? Si el cuerpo entero fuera oído, ¿cómo olería? Pues bien, Dios distribuyó el cuerpo y cada uno de los miembros como él quiso.
Si todos fueran un mismo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo?
Los miembros son muchos, es verdad, pero el cuerpo es uno solo.
El ojo no puede decir a la mano: «No te necesito»; y la cabeza no puede decir a los pies: «No os necesito». Más aún, los miembros que parecen más débiles son más necesarios. Los que nos parecen despreciables, los apreciamos más. Los menos decentes, los tratamos con más decoro. Porque los miembros más decentes no lo necesitan.
Ahora bien, Dios organizó los miembros del cuerpo dando mayor honor a los que menos valían.
Así, no hay divisiones en el cuerpo, porque todos los miembros por igual se preocupan unos de otros.
Cuando un miembro sufre, todos sufren con él; cuando un miembro es honrado, todos se felicitan.
Pues bien, vosotros sois el cuerpo de Cristo, y cada uno es un miembro.
Y Dios os ha distribuido en la Iglesia: en el primer puesto los apóstoles, en el segundo los profetas, en el tercero los maestros, después vienen los milagros, luego el don de curar, la beneficencia, el gobierno, la diversidad de lenguas.
¿Acaso son todos apóstoles? ¿O todos son profetas? ¿O todos maestros? ¿O hacen todos milagros? ¿Tienen todos don para curar? ¿Hablan todos en lenguas o todos las interpretan?


Evangelio según San Lucas 1, 1-4; 4, 14- 21


Ilustre Teófilo:
Puesto que muchos han emprendido la tarea de componer un relato de los hechos que se han cumplido entre nosotros, como nos los transmitieron los que fueron desde el principio testigos oculares y servidores de la palabra, también yo he resuelto escribírtelos por su orden, después de investigarlo todo diligentemente desde el principio, para que conozcas la solidez de las enseñanzas que has recibido.
En aquel tiempo, Jesús volvió a Galilea con la fuerza del Espíritu; y su fama se extendió por toda la comarca. Enseñaba en las sinagogas, y todos lo alababan.
Fue a Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga, como era su costumbre los sábados, y se puso en pie para hacer la lectura. Le entregaron el rollo del profeta Isaías y, desenrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito:
«El Espíritu del Señor está sobre mí,
porque él me ha ungido.
Me ha enviado a evangelizar a los pobres,
a proclamar a los cautivos la libertad,
y a los ciegos, la vista;
a poner en libertad a los oprimidos;
a proclamar el año de gracia del Señor».
Y, enrollando el rollo y devolviéndolo al que lo ayudaba, se sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos clavados en él.
Y él comenzó a decirles:
«Hoy se ha cumplido esta Escritura que acabáis de oír».





Parte 3. Cómo obtenemos la vida en Cristo


PRIMERA SECCIÓN. Para qué estamos en la tierra, qué debemos hacer y cómo nos ayuda el Espíritu Santo de Dios


CAPÍTULO SEGUNDO. «Amarás a tu prójimo como a ti mismo»


EL SÉPTIMO MANDAMIENTO: No robarás.



446 ¿Qué dice la Iglesia acerca de la globalización? 


La globalización en principio no es buena ni mala, sino la descripción de una realidad a la que se debe dar forma. «Surgido en los países económicamente desarrollados, este proceso ha implicado por su naturaleza a todas las economías. Ha sido el motor principal para que regiones enteras superaran el subdesarrollo y es, de por sí, una gran oportunidad. Sin embargo, sin la guía de la caridad en la verdad, este impulso planetario puede contribuir a crear riesgo de daños hasta ahora desconocidos y nuevas divisiones en la familia humana» (Benedicto XVI, CiV). Cuando nos compramos unos vaqueros baratos no nos deben dejar indiferentes las circunstancias en las que han sido producidos, si los trabajadores han recibido o no un salario justo. El destino de todos es importante. No nos puede dejar indiferente la necesidad de ninguna persona. En el nivel político es necesaria una «verdadera autoridad política mundial» (Benedicto XVI, CiV), que se preocupe de que se alcance un equilibrio justo entre los hombres de los países ricos y los de los países subdesarrollados. Con mucha frecuencia estos últimos están excluidos de las ventajas de la globalización económica y sólo les toca soportar las cargas.


447 ¿Es la globalización una tarea sólo de la política y la economía?


Antes existía la idea de un reparto de funciones: la economía debía ocuparse de aumentar la riqueza, y la política, de su justa distribución. En la era de la globalización, sin embargo, los beneficios se logran a nivel global, mientras que la política queda limitada a las fronteras de los Estados. Por eso hoy no sólo es necesario el fortalecimiento de las instituciones políticas supraestatales, sino también la iniciativa de personas y grupos sociales que se dediquen a la economía en las regiones más pobres del mundo, no en primer lugar a causa del beneficio, sino partiendo de un espíritu de solidaridad y de caridad. Junto al mercado y al Estado es necesaria una sociedad civil fuerte. En el mercado se intercambian prestaciones equivalentes y contraprestaciones. Pero en muchas regiones del mundo las personas son tan pobres que no pueden ofrecer nada para el trueque y así son cada vez más dependientes. Por eso son necesarias iniciativas económicas que no estén regidas por la «lógica del intercambio» sino por la «lógica del don sin contrapartida» (Benedicto “XVI, CiV). En ellas no se trata de dar a los pobres una mera limosna, sino, en el sentido de la autoayuda, de abrirles caminos para la libertad económica. Existen iniciativas cristianas, como, por ejemplo, el proyecto «economía de la comunión» del Movimiento de los Focolares, que tiene en todo el mundo más de 750 empresas. También hay «empresarios sociales» (social entrepreneurs) no cristianos, que, aunque se orientan al beneficio, trabajan en el espíritu de una «cultura del don» y con la finalidad de mitigar la pobreza y la exclusión.






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