jueves, 17 de junio de 2021

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 18 DE JUNIO

 Mt 6,19-23: Adonde está tu tesoro, allí está tu corazón.


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

-No amontonéis tesoros en la tierra, donde la polilla y la carcoma los roen, donde los ladrones abren boquetes y los roban.

Amontonad tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni carcoma que se los roan, ni ladrones que abran boquetes y roben.

Porque donde está tu tesoro, allí está tu corazón.

La lámpara del cuerpo es el ojo.

Si tu ojo está sano, tu cuerpo entero tendrá luz; si tu ojo está enfermo, tu cuerpo entero estará a oscuras.

Y si la única luz que tienes está oscura, ¡cuánta será la oscuridad!


Esta expresión nos pone sobreaviso ante posibles autoengaños. Podemos estar dando por supuesto nuestro amor y seguimiento del Señor. Pero la fe se mide en la encrucijada, cuando tenemos que elegir. En la elección, nos descubrimos en nuestras prioridades.

¿Elegimos al Señor en las grandes decisiones? ¿Elegimos al Señor en el día a día? 

¿De qué nos podríamos desprender? ¿De qué no nos podríamos desprender? Piensa en personas, piensa en cosas, piensa en situaciones, piensa en el status logrado, etc.