domingo, 29 de septiembre de 2019

HOMILÍA DE SAN MIGUEL. MISA DE LA MAÑANA


DÍA DE SAN MIGUEL

Comienzo de la película: "El árbol de la vida", película de culto. "Las monjas nos enseñaron que hay dos caminos que puedes seguir en la vida: el de la naturaleza y el de lo divino. Debes elegir cual vas a seguir. El camino de lo divino no busca agradarse a sí mismo. Acepta ser desairado, olvidado, no busca agradar (sino amar), acepta los insultos y las heridas. El camino de la naturaleza sólo busca agradarse a sí misma y conseguir que otros la agraden, le gusta dársela de gran señora, salirse con la suya, encuentra razones para ser infeliz, cuando todo el mundo que la rodea resplandece, y el amor sonríe a través de todas las cosas. Nos enseñaron que nadie que amara el camino de lo divino, acabaría mal."
Celebramos el día de San Miguel. Hoy toda la Iglesia, no sólo en La Palma hace fiesta. Un saludo a todos los presentes en esta Iglesia y a todos los que nos ven por TV LAPALMA a los cuales agradecemos por la labor que están haciendo de llevar la misa a las casas de los que no pueden estar aquí especialmente los enfermos. Les mando un saludo y un abrazo.

Celebramos la victoria de Jesús sobre el mal. Y se da en la medida que nosotros nos dejemos confiar por el camino de lo divino. Es decir, en la medida que nosotros vamos eligiendo este camino, que hacemos el bien, que no nos dejamos llevar por nuestro egoísmo ni envidia, etc, vamos encarnando esa victoria de Jesús sobre el mal.
Y así tenemos motivos para la fiesta: Hay un canto de la misa que dice: "Vienen con alegría, Señor cantando, vienen con alegría, Señor, los que caminan por la vida, Señor, sembrando tu paz y amor".

No se hace fiesta para estar alegres, se hace fiesta porque estamos alegres. Se está alegre porque se hace el bien.

El Papa ha señalado en ese documento brújula de la Iglesia, que todo cristiano que se precie tiene que conocer,  "La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento. Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría." EG 1

Los cristianos, que estamos llenos de la fuerza de Dios y la gracia del Espíritu Santo, somos o debemos ser gente alegre.

Olvídemonos ya de una vez que la fe es algo triste. Nos hemos olvidado que la fe es alegre, porque es la relación con alguien que sabemos que nos quiere incondicionalmente. 
Si miramos toda la Biblia, el encuentro con Dios produce siempre alegría (al principio estupor), pero desemboca en alegría. Y no digamos menos del encuentro con Jesús. Cambió la vida de los que lo rodeaban.

Fíjate que los cristianos utilizamos mucho la palabra de "celebrar": celebración de la misa, del bautismo, "de las exequias". En La Palma solemos decir, voy a gozar la misa.

"¿Por qué no se huelgan los hombres de estar con Dios, pues los deleites de Él son estar con los hijos de los hombres" (San Juan de Ávila)

Este año celebramos en nuestra Diócesis, el bicentenario dándonos cuenta: "es  la memoria mira al pasado para encontrar la savia que ha irrigado durante siglos el corazón de los discípulos y así reconoce el paso de Dios por la vida de su pueblo"

Y nosotros, de aquí a un año, celebraremos el centenario de la creación de esta parroquia.
Tanto que agradecer, tanto que celebrar, tanto que festejar.

Agradecer a nuestra Madre la Iglesia que nos ha engendrado, nos ha alimentado de Jesús y nos ha hecho personas de provecho.

Festejar, que la victoria de San Miguel sobre el diablo es palpable y factible a nuestro alrededor. 

A pesar de tantos pecados, infidelidades, aberraciones, esta maltrecha Iglesia sigue iluminando, trabajando y dando vida a tantas personas. 
  • A lo largo de los dos siglos, tantos misioneros que han partido de nuestra tierra a otras más lejanas, sólo por la convicción que "no es lo mismo haber conocido a Jesús que no conocerlo, no es lo mismo caminar con Él que caminar a tientas, no es lo mismo poder escucharlo que ignorar su Palabra, no es lo mismo poder contemplarlo, adorarlo, descansar en Él, que no poder hacerlo. No es lo mismo tratar de construir el mundo con su Evangelio que hacerlo sólo con la propia razón. Sabemos bien que la vida con Él se vuelve mucho más plena y que con Él es más fácil encontrarle un sentido a todo." EG 266
  • Tantas personas implicadas a lo largo de los siglos en cáritas o en la labor caritativa De la Iglesia.
  • Tantos y tantas catequistas que han educado a tantos niños y los han preparado, gastando su tiempo de manera gratuita para que los niños, adolescentes, jóvenes y adultos, puedan conocer a Dios y sepan de su gran amor.
  • Tantas personas que han proclamado la Palabra de Dios en la celebración de la Eucaristía o en los entierros, y ha sido para muchas personas, un consuelo y una luz en un momento de gran oscuridad.
  • Tantas personas que han animado las celebraciones con los cantos y han hecho de las celebraciones algo vivo que ha posibilitado que para muchas personas alejarlas de la rutina y del cumplimiento.
  • Tantos sacerdotes que han gastado sus vidas al servicio de las personas, especialmente los más pobres.
  • Y la cantidad ingentes de cristianos que, no estando en algún grupo de las parroquias, en ésta, pero que no han faltado a la misa dominical, y aún faltando, son los que el Papa Francisco llama la "santidad de la puerta de al lado" (GE 7): a los padres que crían con tanto amor a sus hijos, en esos hombres y mujeres que trabajan para llevar el pan a su casa, en los enfermos, en las religiosas ancianas que siguen sonriendo. En esta constancia para seguir adelante día a día, veo la santidad de la Iglesia militante, etc.

Tenemos motivos para celebrar. San Miguel, tiene parte en estos motivos, porque él ha posibilitado que muchas acciones buenas se hayan realizado, se sigan haciendo y lo mismo en el futuro. Es fruto de su victoria contra el mal.

Está claro que no todo es blanco, incluso muchas acciones aparentemente buenas, en verdad son malas, porque no hay buenas intenciones.

Las lecturas de hoy nos hablan fuertemente que no podemos quedar de brazos cruzados, no podemos permitir las injusticias, dado que los bienes de este mundo son para todos (principio de la Doctrina Social De la Iglesia). El rico epulón es una imagen de nuestra sociedad, solamente pendiente del bienestar personal, ignorando que al otro que está sufriendo y necesitado a tu lado. 

Hoy celebramos la Jornada Mundial del Emigrante y Refugiado cuyo lema es : no se trata solo de migrantes.

No se trata sólo de migrantes, también se trata de nuestros miedos
No se trata sólo de migrantes, se trata de la Caridad.
No se trata sólo de migrantes, se trata de nuestra humanidad.
No se trata sólo de migrantes, se trata de no excluir a nadie.
No se trata sólo de migrantes, se trata de poner a los últimos en primer lugar.
No se trata sólo de migrantes, se trata de la persona en su totalidad, de todas las personas.
No se trata sólo de migrantes, se trata de construir la ciudad De Dios y del hombre.

“Las sociedades económicamente más avanzadas desarrollan en su seno la tendencia a un marcado individualismo que, combinado con la mentalidad utilitarista y multiplicado por la red mediática, produce la “globalización de la indiferencia”. En este escenario, las personas migrantes, refugiadas, desplazadas y víctimas de la trata, se han convertido en emblema de la exclusión, son objetos de juicios negativos, puesto que se las considera responsables de los males sociales...la actitud hacia ellas constituye una señal de alarma, que nos advierte de la decadencia moral a la que nos enfrentamos dando espacio a la cultura del descarte”

El mundo actual es cada día más elitista y cruel con los excluidos. Es una verdad que provoca dolor, este mundo es cada día más elitista, más cruel con los excluidos. Los países en vías de desarrollo siguen agotando sus mejores recursos naturales y humanos en beneficio de unos pocos mercados privilegiados. Las guerras afectan sólo a algunas regiones del mundo; sin embargo, la fabricación de armas y su venta se lleva a cabo en otras regiones, que luego no quieren hacerse cargo de los refugiados que dichos conflictos generan. Quienes padecen las consecuencias son siempre los pequeños, los pobres, los más vulnerables, a quienes se les impide sentarse a la mesa y se les deja sólo las “migajas” del banquete.(homilía de esta mañana en el Vaticano)

Son personas, hermanos nuestros, hijos de Dios, llenos de sujetos, derechos y necesidades. “El desafío de las migraciones modernas, dice el Papa en el mensaje para la Jornada, se puede reunir en cuatro verbos: acoger, proteger, promover e integrar”. Los cristianos no podemos permanecer indiferentes ante las nuevas pobrezas que afectan al hombre. Si no, nuestra fiesta sería una falsedad, estaría vacía de contenido y de sentido.

En este día, le pedimos a San Miguel que oriente nuestras vidas y nuestro caminar, para que actuemos como pide la vocación a la que estamos llamados cada uno, ser Hijos De Dios. Que no permita que sigamos con los brazos cruzados, anestesiados, ante el sufrimiento del hermano. 
Celebremos con alegría, con responsabilidad, con esperanza este día de San Miguel. Viva San Miguel patrono de la Isla de San Miguel de la Palma.