lunes, 14 de marzo de 2022

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 15 DE MARZO DE 2022

 


PARA VIVIR MEJOR LA CUARESMA

https://parroquiasdetazacorte.blogspot.com/2022/02/para-vivir-mejor-la-cuaresma.html



Mt 23,1-12: Ellos dicen, pero no hacen.


En aquel tiempo, Jesús habló a la gente y a los discípulos, diciendo:

«En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos: haced y cumplid todo lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos dicen, pero no hacen.

Lían fardos pesados y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar.

Todo lo que hacen es para que los vea la gente: alargan las filacterias y agrandan las orlas del manto; les gustan los primeros puestos en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que les hagan reverencias en las plazas y que la gente los llame “rabbí”.

Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar “rabbí”, porque uno solo es vuestro maestro y todos vosotros sois hermanos.

Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el del cielo.

No os dejéis llamar maestros, porque uno solo es vuestro maestro, el Mesías.

El primero entre vosotros será vuestro servidor.

El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido».


(Utilizo sólo la frase que nos regala la Iglesia a modo de título).

Jesús destaca por su pragmatismo y por su integridad y autenticidad. Y sabe (porque lo ha visto desde que tiene uso de razón) que muchos que alardeaban de su cumplimiento, realmente cumplían sólo la letra y no lo que Dios quería.


El cristiano no debe ser un neofariseo, sino un seguidor de Jesús, con sus incoherencias, sus pecados, sus debilidades, pero alguien que intenta vivir los valores del evangelio. 


Otra posibilidad es que queramos vivir el evangelio, pero nos quedemos solamente en deseos, buenas intenciones, en programaciones, pero sin llegar a hacer aquellos que prometemos. Y con esto no se propaga el Reino de Dios. Las buenas intenciones no cambian el mundo. 


Pidámosle al Señor que cambie profundamente nuestros corazones para que igual que nos da el querer, también nos de el poder hacer de este mundo, uno más habitable en lo que nos corresponde.