jueves, 9 de abril de 2020

HOMILÍA DE PASCUA

VIGILIA PASCUAL

La Pascua no es un acontecimiento del pasado”
La Pascua es actual.
Sucede siempre.
Siempre está aconteciendo en nuestra vida.
Y no siempre con el orden en el cual celebramos los acontecimientos. Muchas veces, la Pascua se vive de manera concomitante: la pasión y la resurrección; la vida y la muerte.

Y este año lo hemos vivido. Así es muchas veces la vida, con una ambigüedad que nos puede perder. 

Hemos sufrido las consecuencias del confinamiento, hemos visto como muchas personas, y muchos cercanos nos han dejado en un abrir y cerrar de ojos.

Hemos visto como han tenido que sufrir en soledad, morir en el más oscuro silencio. Hemos visto como muchos sanitarios, lloraban de impotencia al no poder hacer más. Muchos al borde de la desesperación fruto de la tensión. Y no ha sido en vano. Y Dios ha estado ahí, y Dios ha estado con nosotros. A nosotros, o por lo menos a mi, me ha hecho darme cuenta de muchas cosas: valorar la vida, valorar la salud, valorar la familia, tener tiempo para pensar que es lo que estoy haciendo con mi vida, abrirme y rescatar mi relación con Dios, que ya estaba algo oxidada y rutinaria, necesitaba un aire fresco.

¿Ven? Ya esto es Resurrección, cuando se encuentra luz en la oscuridad. No pensemos en la Resurrección como algo bucólico: algo extraordinario, sino la capacidad para vivir lo cotidiano con la mirada de Dios. Habitar mi vida de Dios. Y eso que para nosotros ha sido un momento de crisis.

Y en medio de este desierto cuaresmal de la cuarentena, confinamiento, enfermedad, hemos visto un oasis muy grande, o para mi lo ha sido. Todos los telediarios no sólo nos han relatado las noticias del número de muertos y contagiados, las ucis que han estado al borde del colapso, SINO también los signos de vida: ha brillado
  • la solidaridad
  • la creatividad de tantas personas
  • los maestros y profesores que han tenido que reinventarse
  • los sacerdotes haciendo también de las redes sociales, su templo virtual
  • la oración mundial con el Papa sólo en la Plaza De San Pedro, un acontecimiento, que a mi se me quedará grabada en mi retina por muchos años.
  • los que se han dejado la vida para “cuidarnos”
  • el hecho de pasar de plantearse una ley de eutanasia, que afectaría mayormente a las personas mayores, a protegerlos ahora a toda costa.
  • quien ha estado pendiente de mi y mi comida, etc. 
Cada día, como decía, se me llenaban los ojos de lágrimas, viendo tanto bien, del que no soy merecedor. 
¿No son éstos los signos del resucitado?
Como decía el Papa en Evangelii Gaudium número 276: Su resurrección no es algo del pasado; entraña una fuerza de vida que ha penetrado el mundo. Donde parece que todo ha muerto, por todas partes vuelven a aparecer los brotes de la resurrección. Es una fuerza imparable. Verdad que muchas veces parece que Dios no existiera: vemos injusticias, maldades, indiferencias y crueldades que no ceden. Pero también es cierto que en medio de la oscuridad siempre comienza a brotar algo nuevo, que tarde o temprano produce un fruto. En un campo arrasado vuelve a aparecer la vida, tozuda e invencible. Habrá muchas cosas negras, pero el bien siempre tiende a volver a brotar y a difundirse. Cada día en el mundo renace la belleza, que resucita transformada a través de las tormentas de la historia. Los valores tienden siempre a reaparecer de nuevas maneras, y de hecho el ser humano ha renacido muchas veces de lo que parecía irreversible. Ésa es la fuerza de la resurrección y cada evangelizador es un instrumento de ese dinamismo.”

¡¡FELIZ PASCUA!!

DOMINGO DE PASCUA. DEDICADA A LOS NIÑOS


Hermanos, Jesús Resucitó a pesar del confinamiento. A pesar del virus. Ha acabado con lo que nadie pensaría, con muchas cosas, nuestras rutinas han cambiado, nuestra vida no será igual. En muchos noticieros y entre mucha gente el mensaje: ESTE AÑO NO TENEMOS SEMANA SANTA. Que va, Jesús siguió pasando, muriendo y resucitando. Y el virus no acabó con Jesús, ni con la fe, nuestra fe.

El Papa dijo anoche: “esta noche conquistamos un derecho fundamental, que no nos será arrebatado: el derecho a la esperanza; es una esperanza nueva, que viene De Dios, es un don del cielo que no podríamos alcanzar nosotros...No es el “todo irá bien”, que puede ser un optimismo”. Y mentiroso, dado que no ha salido bien, mucha gente ha muerto, muchos trabajos han quebrado, etc. “La esperanza de Jesús es distinta, infunde en el corazón la certeza de que Dios conduce todo hacia el bien, porque incluso hace salir de la tumba la vida”, y sobre todo, está en ti. 

Hace unos años, representamos una obra sobre los mártires de Tazacorte. Algunos de los niños que nos están viendo, a lo mejor la vieron. La persona que la dirigía me dijo que buscara una canción entre escena y escena. No sé si fue por la melodía, o por la letra. Como un mensaje subliminal. Cuando yo estaba en el seminario, Disney sacó una película en dibujos que tuvo mucho éxito, que ahora ha salido al cine y lleva varios años en el teatro en Madrid con mucho éxito. Que muchos han visto. EL REY LEÓN. La canción en cuestión es de esta película.

Ves que el espíritu es vida anhela vas con su sombra detrás
porque el me cuida oh u oh el rey el vive en ti el vive en mi el es el alma vive aquí y allí esta en el agua y en la verdad y en tu recuerdo el vive en ti! (Escuchar un momento)

Queridos niños, esa es nuestra gran fuerza, Jesús, al que queremos, que hizo tanto bien, que pudo con todo, está en Ti, y lo recibimos de nuevo en cada Eucaristía.

Por tanto, no tengas miedo, saldremos de ésta, no de la manera “todo va a salir bien”, como en los cuentos de hadas, pero sin embargo, Él es capaz de seguir alimentando y dando esperanza a tantas personas aún a riesgo de sus vidas. Lo vemos cada día. Sacrificándose por nosotros, lo sepan ellos o no, es la fuerza del Resucitado. Su palabra es: ÁNIMO, YO HE VENCIDO EL MUNDO, Y ESTOY CONTIGO TODOS LOS DÍAS HASTA EL FIN DEL MUNDO.

La esperanza es: No sé como saldremos de ésta, de hecho, hemos cambiado. Me han preguntado sobre las primeras comuniones. Tampoco sabemos nada, cuando podremos celebrar misa con el pueblo. No sabemos mucho, ni los científicos mucho sobre el virus. Sin embargo, “hay algo que traigo a la memoria y me da esperanza”, de lo que estoy seguro y no yerro:  QUE JESÚS ESTÁ CONMIGO Y ME ACOMPAÑA, PARA DARME LUZ, FORTALEZA, ÁNIMO, Y SOBRE TODO “AMOR” y eso me hace no tirar la toalla ni rendirme.