miércoles, 10 de abril de 2024

HOJA PARROQUIAL. DOMINGO III DE PASCUA. CICLO B





HOJA PARROQUIAL


13 y 14 de Abril de 2024
Domingo III de Pascua. Ciclo B

Parroquias de Tazacorte y Ntra. Sra. de Fátima. Tijarafe

Toda la Escritura nos lleva a Jesús resucitado 



“Así estaba escrito: el Mesías padecerá y resucitará de entre los muertos al tercer día”

• El texto comienza haciendo referencia al encuentro de Jesús con los Discípulos de Emaús en el que los dos discípulos reconocieron a Jesús al partir el pan, o sea celebrando la Eucaristía. Este encuentro nos lo refiere también Lucas. 
• Como en el texto del domingo pasado, tenemos también hoy un texto de las apariciones. 
 Jesús al hacerse presente les saluda con el deseo de paz: “Paz a vosotros” (36). Jesús viene trayendo la paz, es el saludo Pascual por excelencia. Paz que ha de ir eliminando las dudas, los recelos, los miedos que tienen los discípulos. 
• Jesús continúa trayéndonos la paz. 
• La situación que viven los Discípulos es de miedo y desconcierto, creen ver un espíritu (37). Esa es la realidad en la que se mueven los Apóstoles. Realidad que Jesús intenta iluminar con sus palabras y con su presencia. 
• Los evangelistas nos dan distintos testimonios en los que reflejan el proceso largo que tuvieron que hacer los discípulos para asumir el hecho de la Resurrección de Jesús. 
• No les fue nada fácil a los Discípulos aceptar el hecho de la Resurrección, según nos lo transmiten los evangelistas. 
• Jesús ha de invitarles a que vean y a que le toquen para que se aseguren de que no están ante un fantasma (39), sino ante uno que estaba muerto y a quien Dios le ha dado la vida, le ha resucitado. Más aún ha de pedirles algo de comer para que se den cuenta de que no están ante un fantasma (41).
• De nuevo Jesús se hace presente entre los Apóstoles y ahora está también Tomás (26). 
• Tomás ve a Jesús que le dice de hacer lo que el pedía: poner los dedos en sus manos y su mano en encostado (27). 
• Pero al hacerse Jesús presente de nuevo en domingo Tomás hace un acto de fe: ¡SEÑOR MÍO Y DIOS MÍO! (28) 
• Tomás cree que allí delante tiene al Crucificado -Resucitado. 
• Y Jesús proclama una bienaventuranza: “Bienaventurados los que crean sin haber visto” (29). Ahí nos encontramos todos nosotros. Nosotros no hemos visto y creemos en Jesús Resucitado. 
• Con todo ello, el evangelista quiere dejar constancia de la importancia que tiene la fe, por encima de las apariciones a los Apóstoles. Fe que se irá difundiendo gracias al testimonio de los seguidores



LECTURAS

Primera lectura de los Hechos de los Apóstoles 3, 13-15. 17-19

En aquellos días, Pedro dijo a la gente:

El Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su siervo Jesús, al que vosotros entregasteis y rechazasteis ante Pilato, cuando había decidido soltarlo.

Vosotros renegasteis del Santo y del justo, y pedisteis el indulto de un asesino; matasteis al autor de la vida, pero Dios lo resucitó de entre los muertos, y nosotros somos testigos de ello.

Ahora bien, hermanos, sé que lo hicisteis por ignorancia, al igual que vuestras autoridades; pero Dios cumplió de esta manera lo que había predicho por los profetas, que su Mesías tenía que padecer.

Por tanto, arrepentíos y convertíos, para que se borren vuestros pecados. 

Salmo 4 ,2. 4. 7. 9 R/. Haz brillar sobre nosotros, Señor, la luz de tu rostro.

Escúchame cuando te invoco,
Dios de mi justicia; tú que en el aprieto me diste anchura,
ten piedad de mí
y escucha mi oración. R.

Sabedlo: el Señor hizo milagros en mi favor,
y el Señor me escuchará cuando lo invoque.

Hay muchos que dicen:
«¿Quién nos hará ver la dicha,
si la luz de tu rostro ha huido de nosotros?» R.

En paz me acuesto y en seguida me duermo,
porque tú solo, Señor,
me haces vivir tranquilo. R.

ANTÍFONA DEL SALMO CANTADA EN ESTE ENLACE

Segunda lectura de la primera carta del Apóstol San Juan 2, 1- 5a

Hijos míos, os escribo esto para que no pequéis.

Pero, si alguno peca, tenemos a uno que abogue ante el Padre: a Jesucristo, el Justo.

Él es víctima de propiciación por nuestros pecados, no sólo por los nuestros, sino también por los del mundo entero.

En esto sabemos que lo conocemos: en que guardamos sus mandamientos.

Quien dice: «Yo lo conozco», y no guarda sus mandamientos, es un mentiroso, y la verdad no está en él.

Pero quien guarda su palabra, ciertamente el amor de Dios ha llegado en él a su plenitud.

Evangelio según San Lucas 24, 35-38

En aquel tiempo, los discípulos de Jesús contaron lo que les había pasado por el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.

Estaban hablando de estas cosas, cuando él se presentó en medio de ellos y les dice:
«Paz a vosotros».

Pero ellos, aterrorizados y llenos de miedo, creían ver un espíritu. Y él les dijo:
«¿Por qué os alarmáis?, ¿por qué surgen dudas en vuestro corazón? Mirad mis manos y mis pies: soy yo en persona. Palpadme y daos cuenta de que un espíritu no tiene carne y huesos, como veis que yo tengo».

Dicho esto, les mostró las manos y los pies. Y como no acababan de creer por la alegría, y seguían atónitos, les dijo:
«¿Tenéis ahí algo de comer?»

Ellos le ofrecieron un trozo de pez asado. Él lo tomó y comió delante de ellos.

Y les dijo:
«Esto es lo que os dije mientras estaba con vosotros: que era necesario que se cumpliera todo lo escrito en la ley de Moisés y en los Profetas y Salmos acerca de mí».

Entonces les abrió el entendimiento para comprender las Escrituras. Y les dijo:
«Así estaba escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día, y en su nombre se proclamará la conversión para el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén. Vosotros sois testigos de esto».