20 y 21 de Mayo de 2023
“Sabed que yo estoy con vosotros”
Todos los seres humanos tenemos y sentimos “nostalgia del cielo”; aspiramos a estar en la gloria, a vivir en la gloria. Así lo expresamos en las mejores ocasiones cuando decimos: “esto es la gloria”.
La Fiesta de la Ascensión del Señor expresa la dimensión de exaltación y glorificación de la naturaleza humana de Jesús, como contrapunto a la humillación padecida en la condena y la muerte en la cruz. Jesús acaba su vida en la tierra y vuelve al Padre. Desde su Resurrección y Ascensión al cielo, los cristianos conocemos nuestra meta final: estar donde está Jesús.
Ante la partida del Maestro, los discípulos no se entristecen. Su alegría se explica porque Jesús les dejó un don: la promesa del Espíritu Santo; y una tarea: ser sus testigos hasta los confines del mundo. Además, aquella despedida fue muy diferente a otras. El Señor Jesús mientras se marchaba les bendecía. Se fue de este mundo con los brazos abiertos, como los tuvo en la cruz, bendiciendo a la humanidad y abriendo definitivamente la senda y las puertas del cielo a todos.
Primera lectura de los Hechos de los Apóstoles 1, 1-11
En mi primer libro, Teófilo, escribí de todo lo que Jesús hizo y enseño desde el comienzo hasta el día en que fue llevado al cielo, después de haber dado instrucciones a los apóstoles que había escogido, movido por el Espíritu Santo. Se les presentó él mismo después de su pasión, dándoles numerosas pruebas de que estaba vivo, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles del reino de Dios.
Una vez que comían juntos, les ordenó que no se alejaran de Jerusalén, sino: «aguardad que se cumpla la promesa del Padre, de la que me habéis oído hablar, porque Juan bautizó con agua, pero vosotros seréis bautizados con Espíritu Santo dentro de no muchos días».
Los que se habían reunido, le preguntaron, diciendo:
«Señor, ¿es ahora cuando vas a restaurar el reino a Israel?».
Les dijo:
«No os toca a vosotros conocer los tiempos o momentos que el Padre ha establecido con su propia autoridad; en cambio, recibiréis la fuerza del Espíritu Santo que va a venir sobre vosotros y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaría y “hasta el confín de la tierra”».
Dicho esto, a la vista de ellos, fue elevado al cielo, hasta que una nube se lo quitó de la vista. Cuando miraban fijos al cielo, mientras él se iba marchando, se les presentaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron:
«Galileos, ¿qué hacéis ahí plantados mirando al cielo? El mismo Jesús que ha sido tomado de entre vosotros y llevado al cielo, volverá como lo habéis visto marcharse al cielo».
Salmo 46, 2-3. 6-7. 8-9 R/. Dios asciende entre aclamaciones, el Señor, al son de trompetas
Pueblos todos, batid palmas,
aclamad a Dios con gritos de júbilo;
porque el Señor altísimo es terrible,
emperador de toda la tierra. R/.
Dios asciende entre aclamaciones;
el Señor, al son de trompetas:
tocad para Dios, tocad;
tocad para nuestro Rey, tocad. R/.
Porque Dios es el rey del mundo:
tocad con maestría.
Dios reina sobre las naciones,
Dios se sienta en su trono sagrado. R/.
Segunda lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 1, 17-23
Hermanos:
El Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, os dé espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo, e ilumine los ojos de vuestro corazón para que comprendáis cuál es la esperanza a la que os llama, cuál la riqueza de gloria que da en herencia a los santos, y cuál la extraordinaria grandeza de su poder en favor de nosotros, los creyentes, según la eficacia de su fuerza poderosa, que desplegó en Cristo, resucitándolo de entre los muertos y sentándolo a su derecha en el cielo, por encima de todo principado, poder, fuerza y dominación, y por encima de todo nombre conocido, no solo en este mundo, sino en el futuro.
Y «todo lo puso bajo sus pies», y lo dio a la Iglesia, como Cabeza, sobre todo. Ella es su cuerpo, plenitud del que llena todo en todos.
Evangelio según san Mateo 28, 16-20
En aquel tiempo, los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les había indicado.
Al verlo, ellos se postraron, pero algunos dudaron.
Acercándose a ellos, Jesús les dijo:
«Se me ha dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado.
Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el final de los tiempos».
3. Hacia una Iglesia sinodal misionera
La misión de la Iglesia en el mundo de hoy
49. También señalan el delicado fenómeno del crecimiento del número de familias interconfesionales e interreligiosas, con sus necesidades específicas de acompañamiento. Relanzar el compromiso con la unidad de los cristianos como testimonio en un mundo fragmentado requiere una formación específica que ayude a aumentar la confianza, la capacidad y la motivación de obispos, sacerdotes, consagrados y laicos para el diálogo ecuménico e interreligioso. «Aunque la Iglesia católica de la India ha intentado promover el diálogo ecuménico e interreligioso, existe la sensación de que el compromiso en este ámbito de la misión es mínimo. Los esfuerzos de diálogo sólo han implicado a élites reducidas y han seguido siendo, en su mayoría, ejercicios cerebrales relegados al ámbito de las ideas y los conceptos, en lugar de convertirse en un movimiento de masas y en un diálogo de vida, amor y acción a nivel de base, que lleve a personas de diversas confesiones e ideologías a discernir, planificar y trabajar juntas por causas comunes» (CE India).
Contextos culturales
50. Numerosas síntesis destacan la importancia de reconocer que la Iglesia cumple su misión de anunciar el Evangelio dentro de contextos culturales específicos, padeciendo la influencia de los profundos y rápidos cambios sociales. Los factores varían, pero en todas partes plantean desafíos significativos para la participación y configuran la realidad de la misión de la Iglesia. El legado del sectarismo, el tribalismo y el etno-nacionalismo —expresado y vivido de forma diferente en distintos lugares— amenaza constantemente con restringir la expresión de la catolicidad de la Iglesia.
51. Muchas Iglesias locales señalan que se enfrentan a un contexto cultural marcado por la disminución de la credibilidad y la confianza debido a la crisis de los abusos. Otras señalan el individualismo y el consumismo como factores culturales críticos: «cada día podemos sentir que incluso en nuestro país el anuncio del Evangelio está siendo desafiado por la creciente secularización, el individualismo y la indiferencia hacia las formas institucionales de la religión» (CE Hungría). La síntesis de Malta, como muchas otras, subraya cómo las relaciones históricas entre la Iglesia y el poder político siguen repercutiendo en el contexto de la misión. Muchas Iglesias sienten que se enfrentan a todos estos retos culturales a la vez, pero desean crecer en la confianza de que pueden proclamar el Evangelio incluso en «una sociedad consumista que no ha conseguido garantizar la sostenibilidad, la equidad o el sentido de la plenitud» (CE Irlanda). Otras experimentan un pluralismo de posiciones en su interior: «África del Sur también sufre el impacto de las tendencias internacionales de secularización, individualismo y relativismo. En todas las diócesis, tanto rurales como urbanas, se plantearon cuestiones como la enseñanza de la Iglesia sobre el aborto, la anticoncepción, la ordenación de mujeres, los sacerdotes casados, el celibato, el divorcio y las segundas nupcias, la posibilidad de acercarse a la comunión, la homosexualidad y las personas LGBTQIA+. Han surgido diferentes puntos de vista y no es posible formular una posición comunitaria definitiva sobre ninguna de estas cuestiones» (CE Sudáfrica). Muchas síntesis expresan su pesar y preocupación por las presiones que sufren las familias y el consiguiente impacto en las relaciones intergeneracionales y la transmisión de la fe. Muchas síntesis asiáticas reclaman un mejor acompañamiento y formación para las familias que se enfrentan a los cambios culturales.


