miércoles, 7 de diciembre de 2022

HOJA PARROQUIAL. DOMINGO IV DE ADVIENTO. CICLO A

   
























  HOJA PARROQUIAL


19 y 20 de Diciembre de 2022
Domingo IV de Adviento. Ciclo A.


Parroquias de Tazacorte y Ntra. Sra. de Fátima en Tijarafe

Textos tomados de la página web de los dominicos en España. Dibujos obra de Fano.


“Mirad: la virgen está encinta y da a luz a un hijo”



   Hace más de 2700 años, en tiempos del rey Ajaz, la situación del reino de Judá era muy complicada. Estaba en peligro la dinastía davídica. Ante tal situación, por medio del profeta Isaías, Dios le anunció a Ajaz que una joven Virgen iba a dar a luz a un Niño que se llamará Enmanuel. Es un anuncio del Mesías.


  En la proclamación del salmo 23 afirmamos que ese Niño que va a nacer es el Rey de la gloria y que, si queremos acogerle en nuestra vida, debemos tener un corazón puro e inocente.


  A continuación, en el comienzo de la carta a los cristianos de Roma, san Pablo afirma que el Evangelio que él nos predica hace referencia a aquel descendiente de David, pues Él es el Hijo de Dios, Jesucristo, nuestro Señor.


  Por último, san Mateo nos narra cómo, en efecto, se cumplirá lo que Dios le anunció al rey Ajaz: una joven Virgen ‒llamada María‒ dará a luz a Enmanuel, es decir, a «Dios-con-nosotros».









LECTURAS


Primera lectura del libro de Isaías 7, 10-14


En aquellos días, el Señor habló a Ajaz y le dijo:
«Pide un signo al Señor, tu Dios: en lo hondo del abismo o en lo alto del cielo».
Respondió Ajaz:
«No lo pido, no quiero tentar al Señor».
Entonces dijo Isaías:
«Escucha, casa de David: ¿No os basta cansar a los hombres, que cansáis incluso a mi Dios? Pues el Señor, por su cuenta, os dará un signo. Mirad: la virgen está encinta y da a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel».


Salmo 23, 1b-2. 3-4ab. 5-6 R/. Va a entrar el Señor, él es el Rey de la gloria


Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
el orbe y todos sus habitantes:
él la fundó sobre los mares,
él la afianzó sobre los ríos. R/.


¿Quién puede subir al monte del Señor?
¿Quién puede estar en el recinto sacro?
El hombre de manos inocentes y puro corazón,
que no confía en los ídolos. R/.


Ese recibirá la bendición del Señor,
le hará justicia el Dios de salvación.
Este es la generación que busca al Señor,
que busca tu rostro, Dios de Jacob. R/.


Segunda lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 1, 1-7


Pablo, siervo de Cristo Jesús, llamado a ser apóstol, escogido para el Evangelio de Dios,
que fue prometido por sus profetas en las Escrituras Santas y se refiere a su Hijo, nacido de la estirpe de David según la carne, constituido Hijo de Dios en poder según el Espíritu de santidad por la resurrección de entre los muertos: Jesucristo nuestro Señor.
Por él hemos recibido la gracia del apostolado, para suscitar la obediencia de la fe entre todos los gentiles, para gloria de su nombre. Entre ellos os encontráis también vosotros, llamados Jesucristo.
A todos los que están en Roma, amados de Dios, llamados santos, gracia y paz de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.


Evangelio según san Mateo 1, 18-24


La generación de Jesucristo fue de esta manera:
María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo.
José, su esposo, como era justo y no quería difamarla, decidió repudiarla en privado. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo:
«José, hijo de David, no temas acoger a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados».
Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que habla dicho el Señor por medio del profeta:
«Mirad: la virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrán por nombre Emmanuel, que significa “Dios-con-nosotros”».
Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y acogió a su mujer.


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