miércoles, 15 de junio de 2022

HOJA PARROQUIAL. DOMINGO DEL CORPUS CHRISTI. CICLO

     







  HOJA PARROQUIAL


18 y 19 de Junio de 2022
Domingo del Corpus Christi. Ciclo C.
(Semana XII del Tiempo Ordinario)

Parroquias de Tazacorte y Ntra. Sra. de Fátima en Tijarafe

Textos tomados de la página web de los dominicos en España. Dibujos obra de Fano.


“Dadles vosotros de comer”




 Jesús, a través de unos pocos panes y unos pocos peces nos da la gran lección de partir, compartir y repartir, que en el fondo es lo que hizo Él mismo para con todos nosotros cuando nos dejó su Cuerpo y su Sangre y lo hizo para que todos comiéramos y bebiéramos de Él dejándonos el encargo que siempre que lo hiciéramos, lo haríamos en memoria suya.


POEMA DEL PADRE ANCHIETA SOBRE LA EUCARISTÍA


OH DIOS INFINITO



Oh Dios infinito,

Por nos humanado,

Véoos tan chiquito

Que estoy espantado.

 

Estáis encerrado

En lugar estrecho

Porque en nuestro pecho

Queréis ser guardado.

 

Hame enamorado

Vuestra gracia y nombre,

Pues os come el hombre

De un solo bocado.

 

Pan y vino veo,

gusto pan y vino,

mas, sin desatino,

otra cosa creo.

Por eso peleo

 contra mi sentido,

 porque lo comido

 es Dios que no veo.

 

 Sólo en él empleo

 la fe, con que vivo:

 hágome captivo,

 sin ver lo que creo.

 

 D’este me proveo

 para mi camino:

 este pan divino

 harta mi deseo.






LECTURAS

Primera lectura del libro del Génesis 14, 18-20


En aquellos días, Melquisedec, rey de Salén, sacerdote del Dios altísimo, sacó pan y vino, y le bendijo diciendo:
«Bendito sea Abrán por el Dios altísimo,
creador de cielo y tierra;
bendito sea el Dios altísimo,
que te ha entregado tus enemigos».
Y Abrán le dio el diezmo de todo.


Salmo 109. Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec.


Oráculo del Señor a mi Señor:
«Siéntate a mi derecha,
y haré de tus enemigos
estrado de tus pies». R/.


Desde Sión extenderá el Señor
el poder de tu cetro:
somete en la batalla a tus enemigos. R/.


«Eres príncipe desde el día de tu nacimiento,
entre esplendores sagrados;
yo mismo te engendré, desde el seno,
antes de la aurora». R/.


El Señor lo ha jurado y no se arrepiente:
«Tú eres sacerdote eterno,
según el rito de Melquisedec». R/.


Segunda lectura de la primera carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 11, 23-26


Hermanos:
Yo he recibido una tradición, que procede del Señor y que a mi vez os he transmitido:
que el Señor Jesús, en la noche en que iba a ser entregado, tomó pan y, pronunciando la Acción de Gracias, lo partió y dijo:
«Esto es mi cuerpo, que se entrega por vosotros. Haced esto en memoria mía».
Lo mismo hizo con el cáliz, después de cenar, diciendo:
«Este cáliz es la nueva alianza en mi sangre; haced esto cada vez que lo bebáis, en memoria mía».
Por eso, cada vez que coméis de este pan y bebéis del cáliz, proclamáis la muerte del Señor, hasta que vuelva.


Evangelio según San Lucas 9, 11b-17


En aquel tiempo, Jesús hablaba a la gente del reino y sanaba a los que tenían necesidad de curación. El día comenzaba a declinar. Entonces, acercándose los Doce, le dijeron:
«Despide a la gente; que vayan a las aldeas y cortijos de alrededor a buscar alojamiento y comida, porque aquí estamos en descampado».
Él les contestó:
«Dadles vosotros de comer».
Ellos replicaron:
«No tenemos más que cinco panes y dos peces; a no ser que vayamos a comprar de comer para toda esta gente».
Porque eran unos cinco mil hombres.
Entonces dijo a sus discípulos:
«Haced que se sienten en grupos de unos cincuenta cada uno».
Lo hicieron así y dispusieron que se sentaran todos. Entonces, tomando él los cinco panes y los dos peces y alzando la mirada al cielo, pronunció la bendición sobre ellos, los partió y se los iba dando a los discípulos para que se los sirvieran a la gente. Comieron todos y se saciaron, y recogieron lo que les había sobrado: doce cestos de trozos.






Parte 4. Cómo debemos orar

 

PRIMERA SECCIÓN. La oración en la vida cristiana

 

CAPÍTULO TERCERO. El camino de la oración

 

507 ¿Qué pasa cuando se experimenta que la oración no ayuda?

 

La oración no busca el éxito superficial, sino la voluntad y la cercanía de Dios. Precisamente en el aparente silencio de Dios se esconde una invitación a dar un paso más hacia la entrega total, la fe sin límites, la esperanza infinita. Quien ora debe dejar a Dios la libertad plena de hablar cuando él quiera, de cumplir lo que él quiera y de donarse como él quiera. A menudo decimos: he rezado y no ha servido de nada. A lo mejor no rezamos con suficiente intensidad. El santo cura de Ars le preguntó en una ocasión a un compañero que se quejaba de su fracaso: «Has orado, has suplicado; pero ¿has ayunado y velado también?». Y también podría suceder que le pidamos a Dios lo que no nos conviene. En una ocasión dijo santa Teresa de Jesús: «Sabe el Señor lo que puede sufrir cada uno, y a quien ve con fuerza no se detiene en cumplir con él su voluntad». 

 

508 ¿Qué ocurre cuando no se siente nada en la oración o cuando incluso se experimenta una aversión a la oración?

 

La distracción en la oración, el sentimiento de vacío interior y de sequedad e incluso la aversión a la oración son experiencias que tiene todo orante. Ser constante en la fidelidad es ya en sí oración. Incluso santa Teresa del Niño Jesús estuvo mucho tiempo sin poder experimentar nada del amor de Dios. Poco antes de su muerte la visitó por la noche su hermana Céline. Vio que Teresa tenía las manos enlazadas. «¿Qué haces? Deberías intentar dormir», dijo Céline. «No puedo, sufro demasiado. Pero rezo», respondió Teresa. «¿Y qué le dices a Jesús?» «No le digo nada. Le amo».

 

509 ¿No es la oración una huida de la realidad?

 

Quien ora no huye de la realidad: más bien abre los ojos para ver toda la realidad. Recibe del mismo Dios todopoderoso la fuerza para resistir la realidad. La oración es como una gasolinera donde se recibe gratis la energía para recorrer caminos lejanos y para los retos más extremos. La oración no saca de la realidad, sino que introduce plenamente en ella. Orar no es perder el tiempo, sino que duplica el tiempo que queda, lo llena de sentido desde dentro. 









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