13 y 14 de Noviembre de 2021
“El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán”
Encaramos el penúltimo domingo del año litúrgico. El pueblo cristiano, peregrino hacia Dios, cree atisbar de cerca la meta que otros ya han conseguido (fiesta de Todos los Santos). ¿Cuándo y cómo será el final del recorrido? ¿Qué es lo que Dios nos tiene deparado? ¿Cómo es preciso preparase para acoger cristianamente acontecimiento tan significativo? Son algunas de las preguntas que se hacían los primeros cristianos y que afectan en el presente a los seguidores de Jesús.
Primera lectura del Profeta Daniel 12, 1-3
Salmo 15, 5 y 8. 9-10. 11 R: Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.
Segunda lectura de la carta a los Hebreos 10, 11-14. 18
Evangelio según San Marcos 13, 24-32
Parte 3. Cómo obtenemos la vida en Cristo
PRIMERA SECCIÓN. Para qué estamos en la tierra, qué debemos hacer y cómo nos ayuda el Espíritu Santo de Dios
CAPÍTULO SEGUNDO. «Amarás a tu prójimo como a ti mismo»
EL SEXTO MANDAMIENTO: No cometerás adulterio.
419 ¿Cuántos hijos debe tener un matrimonio cristiano?
Un matrimonio cristiano tiene tantos hijos como Dios le conceda y pueda asumir responsablemente. Todos los hijos que concede Dios son una gracia y una gran BENDICIÓN. Esto no quiere decir que una pareja cristiana no deba considerar cuántos hijos puede asumir responsablemente en su situación económica, social o de salud. En todo caso, cuando viene un hijo, este hijo debe ser acogido y aceptado con alegría, disponibilidad y con mucho amor. Basándose en la confianza en Dios, muchos matrimonios cristianos experimentan el gozo detener una familia numerosa.
420 ¿Puede un matrimonio cristiano utilizar métodos de regulación de la fecundidad?
Sí, un matrimonio cristiano puede y debe actuar responsablemente con el don de poder dar vida. En ocasiones hay circunstancias sociales, psíquicas y de salud en las que un hijo más podría suponer una gran exigencia para la pareja. Por ello hay criterios claros que los matrimonios deben considerar: la regulación de la fecundidad no quiere decir, en primer lugar, que una pareja excluya por principio la concepción. En segundo lugar, no puede significar que se excluya a los hijos por razones egoístas. En tercer lugar, no puede significar que se dé una presión externa (como, por ejemplo, cuando el Estado decide cuántos hijos está autorizada a tener una pareja). Yen cuarto lugar, no quiere decir que se pueda usar para ello cualquier tipo de medios
