Especial: Revisión de la Semana Santa
Queridos niños, esta Semana Santa, he intentado reflexionar sobre la advertencia de Jesús: “Miren que vamos subiendo a Jerusalén”
Les dije que Jerusalén está situada en alto, por lo que para ir allí, hay que subir. Subir siempre es cansado, pero luego tenemos una vista mejor, luego bajamos y es más descansado.
Jerusalén era la ciudad más importante, la ciudad santa, pero la ciudad donde morían todos los profetas. Allí murió Jesús. Pero también resucitó, para sorpresa de todos.
Subir al Monte de Jerusalén es subir también a su Resurrección, porque Él resucitó precisamente ahí. Y también subió al cielo, en una de las tradiciones (la huella está en El Monte de los Olivos)
Subir al Monte es la exaltación. La glorificación. El agua viene de los ríos, barrancos, viene de las montañas. En Jerusalén había varias fuentes donde la gente se iba a remojar, a beber agua. Y alguna de ellas era milagrosa.
El signo de la resurrección es el agua del bautismo. Por ella, participamos de la vida nueva de Jesús. Nacer de nuevo le dijo una vez a Nicodemo.
Porque el agua es capaz de dar vida, frescor. Llueve y entonces todo se llena de vida.
Gotita de agua
pura y transparente
me dejas la cara
limpia y reluciente.
Gotita traviesa
bello manantial
eres del planeta
líquido vital.
Gotita de agua
quítame la sed,
mi amiga apreciada
de ti beberé. (Alejandro Díaz Valero)
Se puede encontrar en los tres estados de la materia: sólido, líquido y gaseoso. LA RESURRECCIÓN ES UN HECHO QUE NOS ACOMPAÑA EN LAS MÚLTIPLES FACETAS DE LA VIDA Y ESTADOS EMOCIONALES: tristeza, alegría, pena, miedo, etc. Y nos transforma. Por ejemplo, cuando está en estado sólido, es duro (hielo). Así cuando estamos bien, es fuerte, pero débil al mismo tiempo (como el hielo), para que no nos creamos que nosotros sólo podemos. También puede estar en estado gaseoso. Así, cuando estamos depre, la resurrección es suave como el aire con nosotros, nos acaricia y nos envuelve. Y cuando está en estado líquido, que es como la conocemos es moldeable: se moldeable como el agua. Si pones agua en una taza se convierte en la taza. Si pones agua en una botella se convierte en la botella (Bruce Lee). Entonces nos lleva de la mano.
No posee color, ni olor, ni sabor: La Resurrección no es nada nuevo, sino Jesús dentro de ti. Seguirás siendo tú, pero te habrá transformado desde el interior.
Solvente universal: En ella se disuelven más sustancias que en otro líquido. (Eso en química es que tiene la habilidad de forzar lazos de hidrógeno). Por tanto, la Resurrección te da una empatía con todos, incluso con los que no te caen bien.
Excelente conductor de la electricidad: Excelente conductor de las buenas vibraciones, la buena onda, las buenas sensaciones.
Propaga el sonido: Hace que las pequeñas cosas que hacemos tengan un eco mayor.
Queridos Miguel y Daniela, van a recibir algo muy grande, algo que han recibido el resto de los compañeros. Recíbanlo con alegría, y el resto, démosle gracias porque nuestros padres nos bautizaron un día.
Y todos “seamos como la fuente que se derrama y no como el tanque que siempre contiene la misma agua”. Paulo Coelho