VIGILIA MISIONERA DE SEPTIEMBRE
SALIR CONFIANDO EN DIOS COMO MARÍA
MONICIÓN DE ENTRADA
Volvemos a ir poco a poco recuperando las acciones importantes que antes del confinamiento hacíamos. Hemos tenido tiempo para pensar, ordenar ideas, cambiar esquemas y rutinas de nuestra vida. Una vez más, el Señor nos a confiar en Él como María
Canto de entrada
'Que bien se esta aquí'
Que bien se esta aquí
En tu presencia
Glorioso por siempre señor
Que bien se esta aquí
A tu lado
Sintiendo tu paz y tu amor
Cuan hermoso eres señor
Tu no tienes comparación
Quiero permanecer
Por siempre en tu amor
Que bien se esta aquí...
Que bien se esta aquí...
Cuan hermoso eres señor...
Con todo mi corazón
Te adoro señor
Con todo mi corazón... (X2)
Cuan hermoso eres señor...
Con todo mi corazón
Te alabo señor
Con todo mi Corazón
Te alabo señor
Cuan hermoso eres señor...
Que bien se esta aqui
En tu presencia
Primer Salmo
Salmo 121: La ciudad santa de Jerusalén
Ant: Cristo es nuestra paz, y por su cruz nos reconcilió con Dios.
¡Qué alegría cuando me dijeron:
«Vamos a la casa del Señor»!
Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén.
Jerusalén está fundada
como ciudad bien compacta.
Allá suben las tribus,
las tribus del Señor,
según la costumbre de Israel,
a celebrar el nombre del Señor;
en ella están los tribunales de justicia,
en el palacio de David.
Desead la paz a Jerusalén:
«Vivan seguros los que te aman,
haya paz dentro de tus muros,
seguridad en tus palacios».
Por mis hermanos y compañeros,
voy a decir: «La paz contigo».
Por la casa del Señor, nuestro Dios,
te deseo todo bien.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant: Cristo es nuestra paz, y por su cruz nos reconcilió con Dios.
Segundo Salmo
Salmo 126: El esfuerzo humano es inútil sin Dios
Ant: Acerquémonos a la ciudad del Dios vivo y al Mediador de la nueva alianza, Jesús.
Sois edificio de Dios (1Co 3,9)
Si el Señor no construye la casa,
en vano se cansan los albañiles;
si el Señor no guarda la ciudad,
en vano vigilan los centinelas.
Es inútil que madruguéis,
que veléis hasta muy tarde,
que comáis el pan de vuestros sudores:
¡Dios lo da a sus amigos mientras duermen!
La herencia que da el Señor son los hijos;
su salario, el fruto del vientre:
son saetas en manos de un guerrero
los hijos de la juventud.
Dichoso el hombre que llena
con ellas su aljaba:
No quedará derrotado cuando litigue
con su adversario en la plaza.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant: Acerquémonos a la ciudad del Dios vivo y al Mediador de la nueva alianza, Jesús.
Cántico NT
Efesios 1, 3-10: El Dios Salvador
Ant: Por la sangre de Cristo hemos recibido la redención.
Bendito sea Dios,
Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha bendecido en la persona de Cristo
con toda clase de bienes espirituales y celestiales.
Él nos eligió en la persona de Cristo,
antes de crear el mundo,
para que fuésemos santos
e irreprochables ante Él por el amor.
Él nos ha destinado en la persona de Cristo,
por pura iniciativa suya,
a ser sus hijos,
para que la gloria de su gracia,
que tan generosamente nos ha concedido
en su querido Hijo,
redunde en alabanza suya.
Por este Hijo, por su sangre,
hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.
El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia
ha sido un derroche para con nosotros,
dándonos a conocer el misterio de su voluntad.
Este es el plan
que había proyectado realizar por Cristo
cuando llegase el momento culminante:
recapitular en Cristo todas las cosas
del cielo y de la tierra.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant: Por la sangre de Cristo hemos recibido la redención.
LECTURA (Hch 1,6-9)
«Señor, ¿es ahora cuando vas a restaurar el reino a Israel?». Les dijo: «No os toca a vosotros conocer los tiempos o momentos que el Padre ha establecido con su propia autoridad; en cambio, recibiréis la fuerza del Espíritu Santo que va a venir sobre vosotros y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaría y hasta el confín de la tierra». Dicho esto, a la vista de ellos, fue elevado al cielo, hasta que una nube se lo quitó de la vista.
'Todo lo haces nuevo'
Tu obra es maravilla con tu gracia
Nada es imposible en tus manos
Ven, hasta lo mas ondo de mi ser
Ven, creo en tu palabra y tu poder
Porqué
Todo lo haces nuevo, Jesús
Todo lo haces nuevo, Jesús
Mi vida es tuya señor
Renuevamame con tu amor
Señor Jesús
Limpia mis heridas con tu gracia
Quema con tu fuego hoy mi vida
Ven, hasta lo mas ondo de mi ser
Ven, creo en tu palabra y tu poder
Porqué
Todo lo haces nuevo Jesús...(x2)
Dejando todo atrás
Quiero volver a empezar
Restaurame, renuevame
Dejando todo atrás
Quiero volver a empezar
Restaurame
Todo lo haces nuevo Jesús..(x2)
REFLEXIÓN
'María'
Ella, conoce mis flaquezas y mi pobre corazòn
y aun asi me llama
estrella creía en la tormenta y apaga el temor
nos llena de su gracia
Solo a un paso de volar
si con ella quiero estar
no me soltaré jamás
con ella al cielo quiero llegar
De su mano voy hasta la puesta de sol, Maria
Ella es fiel, es la estrella que guía hacia Dios, Marìa
su promesa regala el nombre del amor, Marìa
que jamás perecerá un hijo de Maria
María....
Ella es la luz, que guia mi camino
seguro estoy, que siempre está conmigo
siento su amor, pues ella es madre de la creación
transforma mi corazón, cuida de sus hijos los vuelve hacia Dios
De su mano voy hasta la puesta de sol, Maria
Ella es fiel, es la estrella que guía hacia Dios, Marìa
su promesa regala el nombre del amor, Marìa
que jamás perecerá un hijo de María
María...
Jamás perecerá un hijo de Maria
ANTÍFONA MAGNIFICAT
Ant: Todos los que el Padre me ha entregado vendrán a mí; y al que venga a mi no lo echaré fuera.
†
(se hace la señal de la cruz mientras se comienza a recitar)
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant: Todos los que el Padre me ha entregado vendrán a mí; y al que venga a mi no lo echaré fuera.
PETICIONES
- Te bendecimos, Señor, a ti que, por tu sangre preciosa, nos has redimido de la esclavitud; haz que participemos en la gloriosa libertad de los hijos de Dios.
- Ayuda con tu gracia a nuestro obispo Bernardo y a todos los obispos de la Iglesia, para que, con gozo y fervor, administren tus misterios.
- Que todos los que consagran su vida a la investigación de la verdad la hallen y, hallándola, se esfuercen en buscarla con mayor plenitud.
- Atiende, Señor, a los huérfanos, a las viudas, a los que viven abandonados, para que te sientan cercano y se entreguen más a ti.
- Acoge a nuestros hermanos difuntos en la ciudad santa de la Jerusalén celestial, donde tú, junto con el Padre y el Espíritu Santo, lo serás todo para todos.
- Por la Misión diocesana en todas las parroquias y para que los cristianos, llenos del amor de Dios salgamos a anunciar a Cristo con nuestra vida y donde vivimos.
- Por los cristianos perseguidos en tantos lugares, para que nuestra oración sea su fuerza.
- Por el proyecto de los Mártires de Tazacorte, por las personas que van a ir y por los lugares donde van a estar, por su situación, sus gentes.
ORACIÓN DE LOS MÁRTIRES
Oh Dios, que otorgaste una constancia invencible en la fe a los bienaventurados Ignacio de Azevedo y Compañeros mártires, te rogamos nos concedas que, robustecidos con tan sublimes ejemplos, imitemos el amor de su caridad y podamos participar su gloria en el cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén