sábado, 13 de junio de 2020

VIGILIA MISIONERA DE JUNIO

VIGILIA MISIONERA DE JUNIO

SALIR DE NOSOTROS MISMOS

MONICIÓN DE ENTRADA

Volvemos a ir poco a poco recuperando las acciones importantes que hacíamos antes del confinamiento. Hemos tenido tiempo para pensar, ordenar ideas, cambiar esquemas y rutinas de nuestra vida. Una vez más, el Señor nos invita a salir de nosotros mismos, imprescindible para encontrarnos con Él.

Canto de entrada


PORQUE HA PASADO EL INVIERNO
Y LAS LLUVIAS HAN CESADO
ESTAN BROTANDO LAS FLORES
EL TIEMPO BELLO HA LLEGADO

PORQUE EL ARRULLO DEL AGUA
SE DEJA OIR EN LOS CAMPOS
EL PERFUME DEL AIRE
DE PRIMAVERA HA INUNDADO

LEVANTATE, AMADA MIA
LEVANTATE, HERMOSA MIA
VEN A MI QUE TE HABLO
VEN A MI QUE TE AMO

LEVANTATE, AMADA MIA
LEVANTATE, HERMOSA MIA
VEN A MI QUE TE HABLO
VEN A MI QUE TE AMO

VEN A MI PORQUE EL INVIERNO
YA HA PASADO
VEN A MI PORQUE TE AMO

VEN A MI AMADA MIA
PALOMA MIA QUE ANIDAS
EN LOS HUECOS DE LA PEÑA
EN LAS GRIETAS DE LA ROCA

DEJAME VER TU FIGURA
DEJAME VER TU PRESENCIA
DEJAME ESCUCHAR TU VOZ
PORQUE ES MUY DULCE TU VOZ

DEJAME VER TU FIGURA
DEJAME VER TU PRESENCIA
DEJAME VER TU MIRADA
DEJAME ESCUCHAR TU VOZ

LEVANTATE, AMADA MIA
LEVANTATE, HERMOSA MIA
VEN A MI QUE TE HABLO
VEN A MI QUE TE AMO

VEN A MI QUE TE AMO

Primer Salmo

Salmo 120: El guardián del pueblo

Ant: El Señor te guarda de todo mal, Él guarda tu alma.


Levanto mis ojos a los montes:
¿de dónde me vendrá el auxilio?
El auxilio me viene del Señor,
que hizo el cielo y la tierra.

No permitirá que resbale tu pie,
tu guardián no duerme;
no duerme ni reposa
el guardián de Israel.

El Señor te guarda a su sombra,
está a tu derecha;
de día el sol no te hará daño,
ni la luna de noche.

El Señor te guarda de todo mal,
Él guarda tu alma;
el Señor guarda tus entradas y salidas,
ahora y por siempre.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Ant: El Señor te guarda de todo mal, Él guarda tu alma.

Segundo Salmo

Salmo 129: Desde lo hondo, a ti grito, Señor

Ant: Si llevas cuenta de los delitos, Señor, ¿quién podrá resistir?
Él salvará a su pueblo de los pecados (Mt 1,21)

Desde lo hondo a ti grito, Señor;
Señor, escucha mi voz;
estén tus oídos atentos
a la voz de mi súplica.

Si llevas cuenta de los delitos, Señor,
¿quién podrá resistir?
Pero de ti procede el perdón,
y así infundes respeto.

Mi alma espera en el Señor,
espera en su palabra;
mi alma aguarda al Señor,
más que el centinela la aurora.

Aguarde Israel al Señor,
como el centinela la aurora;
porque del Señor viene la misericordia,
la redención copiosa;
y él redimirá a Israel
de todos sus delitos.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Ant: Si llevas cuenta de los delitos, Señor, ¿quién podrá resistir?

Cántico NT

Ant: Lo mismo que el Padre resucita a los muertos y les da vida, así también el Hijo da vida a los que quiere.

Cristo, a pesar de su condición divina,
no hizo alarde de su categoría de Dios;
al contrario, se despojó de su rango
y tomó la condición de esclavo,
pasando por uno de tantos.

Y así, actuando como un hombre cualquiera,
se rebajó hasta someterse incluso a la muerte,
y una muerte de cruz.

Por eso Dios lo levantó sobre todo
y le concedió el «Nombre-sobre-todo-nombre»;
de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble
en el cielo, en la tierra, en el abismo,
y toda lengua proclame:
Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Ant: Lo mismo que el Padre resucita a los muertos y les da vida, así también el Hijo da vida a los que quiere.

Lectura: Gén 12,1-3.

El Señor dijo a Abrán: “Sal de tu tierra, de tu patria, y de la casa de tu padre, hacia la tierra que te mostraré. Haré de ti una gran nación, te bendeciré, haré famoso tu nombre y serás una bendición. Bendeciré a los que te bendigan, maldeciré a los que maldigan, y en ti serán benditas todas las familias de la tierra”

REFLEXIÓN


CANTO DE REFLEXIÓN

Este mundo viejo necesita un giro ya,
muchos lo intentaron, nada en claro han sacado,
Hay quien ya está cansado y también nosotros,
a veces, perdemos la tensión. (Bis)

SAL DE TU TIERRA TE DICE EL SEÑOR
NO MIRES AL SUELO NO HUYAS DE MI VOZ
SAL DE TU TIERRA DE LA MEDIOCRIDAD
AFIANZA TU CAYADO Y PONTE A CAMINAR.

No te faltarán momentos de angustia
pero sabes que es más fuerte la razón que te mueve.
No vas en solitario somos un pueblo en marcha
construyendo el mañana.

SAL DE TU TIERRA TE DICE EL SEÑOR
NO MIRES AL SUELO NO HUYAS DE MI VOZ
SAL DE TU TIERRA DE LA MEDIOCRIDAD
AFIANZA TU CAYADO Y PONTE A CAMINAR


MAGNIFICAT

Ant: Todos los que el Padre me ha entregado vendrán a mí; y al que venga a mi no lo echaré fuera.

(se hace la señal de la cruz mientras se comienza a recitar)

Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.

Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Ant: Todos los que el Padre me ha entregado vendrán a mí; y al que venga a mi no lo echaré fuera.


PETICIONES


  • Te bendecimos, Señor, a ti que, por tu sangre preciosa, nos has redimido de la esclavitud; haz que participemos en la gloriosa libertad de los hijos de Dios.
  • Ayuda con tu gracia a nuestro obispo Bernardo y a todos los obispos de la Iglesia, para que, con gozo y fervor, administren tus misterios.
  • Que todos los que consagran su vida a la investigación de la verdad la hallen y, hallándola, se esfuercen en buscarla con mayor plenitud.
  • Atiende, Señor, a los huérfanos, a las viudas, a los que viven abandonados, para que te sientan cercano y se entreguen más a ti.
  • Acoge a nuestros hermanos difuntos en la ciudad santa de la Jerusalén celestial, donde tú, junto con el Padre y el Espíritu Santo, lo serás todo para todos.
  • Por la Misión diocesana en todas las parroquias y para que los cristianos, llenos del amor de Dios salgamos a anunciar a Cristo con nuestra vida y donde vivimos.
  • Por los cristianos perseguidos en tantos lugares, para que nuestra oración sea su fuerza.
  • Por el proyecto de los Mártires de Tazacorte, por las personas que van a ir y por los lugares donde van a estar, por su situación, sus gentes.


ORACIÓN DE LOS MÁRTIRES

Oh Dios, que otorgaste una constancia invencible en la fe a los bienaventurados Ignacio de Azevedo y Compañeros mártires, te rogamos nos concedas que, robustecidos con tan sublimes ejemplos, imitemos el amor de su caridad y podamos participar su gloria en el cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén