miércoles, 3 de junio de 2020

HOJA PARROQUIAL. SANTÍSIMA TRINIDAD

HOJA PARROQUIAL
6 y 7 de Junio de 2020
Domingo de la Santísima Trinidad. Ciclo A.
Parroquias de Tazacorte y Ntra. Sra. de Fátima en Tijarafe

Textos tomados de la página web de los dominicos en España. Dibujos obra de Fano.

"El Señor bajó en la nube y se quedó con Moisés”





Las lecturas de la solemnidad de la Santísima Trinidad comienzan con un pasaje del Éxodo en el que Dios le pide a Moisés que suba al monte Sinaí con las tablas de la ley. Y allí, Dios lo envolvió en la nube y entonces Moisés proclamó su misericordia y le pidió que perdonase y acompañase a su pueblo. En lugar de un salmo, hoy escuchamos una parte del cántico de Daniel con el que bendecimos a Dios, que está sentado en su trono celestial, escrutando las profundidades del mundo y del ser humano. En la segunda carta a los Corintios, san Pablo nos habla de un Dios trinitario que nos transmite su gracia, su amor y su comunión. Y san Juan nos anuncia en su Evangelio que el Padre ha enviado a su Hijo para dar su vida por nosotros y, así, salvar a los que creemos en Él.






LECTURAS

Primera lectura del libro del Éxodo 34, 4b-6. 8-9

En aquellos días, Moisés madrugó y subió a la montaña del Sinaí, como le había mandado el Señor, llevando en la mano las dos tablas de piedra. El Señor bajó en la nube y se quedó con él allí, y Moisés pronunció el nombre del Señor. El Señor pasó ante él proclamando: «Señor, Señor, Dios compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia y lealtad». Moisés al momento se inclinó y se postró en tierra. Y le dijo: «Si he obtenido tu favor, que mi Señor vaya con nosotros, aunque es un pueblo de dura cerviz; perdona nuestras culpas y pecados y tómanos como heredad tuya».

Salmo Dn 3, 52-56 R/. A ti gloria y alabanza por los siglos.

Bendito eres, Señor, Dios de nuestros padres,
bendito tu nombre santo y glorioso. R/.

Bendito eres en el templo de tu santa gloria.
Bendito eres sobre el trono de tu reino. R/.

Bendito eres tú, que sentado sobre querubines
sondeas los abismos. R/.

Bendito eres en la bóveda del cielo. R/.

Segunda lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios 13, 11-13

Hermanos, alegraos, trabajad por vuestra perfección, animaos; tened un mismo sentir y vivid en paz. Y el Dios del amor y de la paz estará con vosotros. Saludaos mutuamente con el beso santo. Os saludan todos los santos. La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo estén siempre con todos vosotros.

Evangelio según san Juan 3, 16-18

Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Unigénito, para que todo el que cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna.
Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.
El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Unigénito de Dios.




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188 ¿Qué es la Liturgia de las Horas?

La Liturgia de las Horas es la oración general y pública de la Iglesia. Textos bíblicos introducen al orante cada vez más profundamente en el misterio de la vida de Jesucristo. De este modo, en todo el mundo, en cada hora del día, se da al Dios trino espacio para transformar paso a paso al orante y al mundo. No sólo los PRESBÍTEROS y los monjes rezan la Liturgia de las Horas. Muchos cristianos para quienes la fe es importante unen su voz a la invocación de miles y miles, que se eleva a Dios desde todos los lugares del mundo. Las siete horas litúrgicas son como un vocabulario de oración de la Iglesia, que nos suelta la lengua también cuando la alegría, la preocupación o el miedo nos dejan sin palabras. Una y otra vez nos asombramos al rezar la Liturgia de las Horas: una frase, un texto entero concuerdan «casualmente» de forma exacta con mi situación. Dios escucha cuando le llamamos. Nos responde en estos textos, a veces de un modo tan concreto que causa estupor. No obstante muchas veces nos exige largos periodos de silencio[…]es importante unen su voz a la invocación de miles y miles, que se eleva a Dios desde todos los lugares del mundo. Las siete horas litúrgicas son como un vocabulario de oración de la Iglesia, que nos suelta la lengua también cuando la alegría, la preocupación o el miedo nos dejan sin palabras. Una y otra vez nos asombramos al rezar la Liturgia de las Horas: una frase, un texto entero concuerdan «casualmente» de forma exacta con mi situación. Dios escucha cuando le llamamos. Nos responde en estos textos, a veces de un modo tan concreto que causa estupor. No obstante muchas veces nos exige largos periodos de silencio y de sequedad, en espera de nuestra fidelidad. 


Los siete tiempos de oración de la Liturgia de las Horas son:

Oficio de lectura (Vigilia)

Laudes (alabanza de la mañana)

Tercia (a las 9 h.)

Sexta (a las 12 h.)

Nona (a las 15 h.)

Vísperas (oración de la tarde)

Completas (oración de la noche)

189 ¿Cómo marca la Liturgia los espacios en los que vivimos?

Con su victoria, Cristo ha penetrado todos los espacios del mundo. Él mismo es el verdadero templo, y la adoración a Dios «en espíritu y verdad» (Jn 4,24) no está sujeta ya a ningún lugar especial. Sin embargo, el mundo cristiano está lleno de iglesias y signos sagrados porque las personas necesitan lugares concretos para encontrarse y signos para recordar la nueva realidad. Cada iglesia es un símbolo de la casa celestial del Padre hacia la cual estamos en camino. Ciertamente se puede rezar en cualquier lugar: en el bosque, en la playa, en la cama. Pero dado que los hombres no somos únicamente espirituales, sino que tenemos un cuerpo, tenemos que vernos, oírnos y sentirnos. Necesitamos tener un lugar concreto cuando queremos encontrarnos para ser «Cuerpo de Cristo»; necesitamos arrodillarnos, cuando queremos adorar a Dios; necesitamos comer el pan eucarístico allí donde es ofrecido; debemos ponernos físicamente en movimiento cuando Él nos llama. Un crucero en el camino nos recuerda a quién pertenece el mundo y hacia dónde se dirigen nuestros pasos.