miércoles, 27 de septiembre de 2023

HOJA PARROQUIAL. DOMINGO XXVI DEL TIEMPO ORDINARIO. CICLO A


 












  Seamos Coherentes y hagamos el bien


                                                  

                             

                              
                  HOJA PARROQUIAL

                               

  30 y 1 de octubre del 2023.
 Domingo XXVI del tiempo ordinario. Ciclo A

   Parroquias de Tazacorte y Ntra. Sra. de Fátima Tijarafe 

Textos tomados de la página web de los dominicos en España. Dibujos obra de Fano


  "Voy Señor"


La Palabra de Dios nos sitúa este domingo ante la responsabilidad personal en el seguimiento de Jesús. Como en tantas otras dimensiones de la vida, la ambigüedad de nuestra condición humana nos plantea una doble perspectiva de nuestra respuesta ante el proyecto-demanda de Dios: la formal de la ideología y la eficaz de nuestro compromiso.
La ideología se mueve, y nos hace movernos, en el orden de las pretensiones teóricas: pensar bien. En cambio, la respuesta eficaz es la que muestra nuestra veracidad: hacer lo correcto. Más allá de las circunstancias concretas de la vida, y de nuestros ritmos de conversión, aquello a lo que nos adherimos de veras, en el fondo, acaba haciendo coincidir nuestra voluntad con la de Dios. Esto es lo justo, lo que a Él le agrada.
Para el profeta Ezequiel la adhesión de nuestra voluntad a la bondad y la justicia de Dios, no es un asunto teórico, sino un compromiso personal, que incluye la conversión y la perseverancia. Para Pablo, esa adhesión es verificable, trayendo a nuestra persona los sentimientos propios de una vida en Cristo Jesús, unos sentimientos que cambian nuestras vidas. Es una pretensión que lleva su tiempo y que implica inexorablemente nuestra conversión.


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LECTURAS


Primera lectura Lectura de la Profecía de Ezequiel

Esto dice el Señor:
«Insistís: “No es justo el proceder del Señor”. Escuchad, casa de Israel: ¿Es injusto mi proceder? ¿No es más bien vuestro proceder el que es injusto?
Cuando el inocente se aparta de su inocencia, comete la maldad y muere, muere por la maldad que cometió.

Y cuando el malvado se convierte de la maldad que hizo y practica el derecho y la justicia, él salva su propia vida. Si recapacita y se convierte de los delitos cometidos, ciertamente vivirá y no morirá». 


Salmo 24,4bc-5. 6-7. 8-9 R/. Recuerda, Señor, tu ternura

Señor, enséñame tus caminos,
instrúyeme en tus sendas:
haz que camine con lealtad;
enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador,
y todo el día te estoy esperando. R/.


Recuerda, Señor, que tu ternura
y tu misericordia son eternas;
no te acuerdes de los pecados
ni de las maldades de mi juventud;
acuérdate de mí con misericordia,
por tu bondad, Señor. R/.


El Señor es bueno y es recto,
y enseña el camino a los pecadores;
hace caminar a los humildes con rectitud,
enseña su camino a los humildes. R/.


Segunda lectura Lectura de la carta del apóstol San Pablo a los Filipenses

Hermanos:
Si queréis darme el consuelo de Cristo y aliviarme con vuestro amor, si nos une el mismo Espíritu y tenéis entrañas compasivas, dadme esta gran alegría: manteneos unánimes y concordes con un mismo amor y un mismo sentir.
No obréis por rivalidad ni por ostentación, considerando por la humildad a los demás superiores a vosotros. No os encerréis en vuestros intereses, sino buscad todos el interés de los demás.
Tened entre vosotros los sentimientos propios de Cristo Jesús.
El cual, siendo de condición divina,
no retuvo ávidamente el ser igual a Dios;
al contrario, se despojó de sí mismo
tomando la condición de esclavo,
hecho semejante a los hombres.
Y así, reconocido como hombre por su presencia,
se humilló a sí mismo, hecho obediente hasta la muerte, y una muerte de cruz.
Por eso Dios lo exaltó sobre todo y le concedió el Nombre-sobre-todo-nombre;
de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble
en el cielo, en la tierra, en el abismo, y toda lengua proclame:
Jesucristo es Señor,
para gloria de Dios Padre.


Evangelio Según San Mateo 

En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo:
«¿Qué os parece? Un hombre tenía dos hijos. Se acercó al primero y le dijo: “Hijo, ve hoy a trabajar en la viña”. Él le contestó: “No quiero». Pero después se arrepintió y fue.
Se acercó al segundo y le dijo lo mismo. Él le contestó: “Voy, señor”. Pero no fue.
¿Quién de los dos cumplió la voluntad de su padre?».
Contestaron:
«El primero».
Jesús les dijo:
«En verdad os digo que los publicanos y las prostitutas van por delante de vosotros en el reino de Dios. Porque vino Juan a vosotros enseñándoos el camino de la justicia y no le creísteis; en cambio, los publicanos y prostitutas le creyeron. Y, aun después de ver esto, vosotros no os arrepentisteis ni le creísteis».






3. Hacia una Iglesia sinodal misionera


3.4 La sinodalidad toma forma

Espiritualidad
84. La cultura de la sinodalidad, indispensable para animar las estructuras y las instituciones, requiere una formación adecuada, pero sobre todo no puede dejar de alimentarse de la familiaridad con el Señor y de la capacidad de escuchar la voz del Espíritu: «el discernimiento espiritual debe acompañar la planificación estratégica y la toma de decisiones, de modo que todo proyecto sea acogido y acompañado por el Espíritu Santo» (Iglesia católica greco-melquita). Por eso necesitamos crecer en una espiritualidad sinodal. Sólo puede basarse en la atención a la interioridad y la conciencia. «En la espiritualidad personal y en el mensaje de la Iglesia debe prevalecer la alegría de Cristo resucitado y no el miedo a un Dios que castiga» (CE República Checa). 
85. Como ya se ha subrayado en varias ocasiones, una Iglesia sinodal debe abordar en primer lugar las numerosas tensiones que surgen del encuentro entre las diversidades. Por eso, una espiritualidad sinodal sólo puede ser una espiritualidad que acoge las diferencias, promueve la armonía y saca de las tensiones la energía necesaria para avanzar en el camino. Para lograrlo, tendrá que pasar de enfatizar la dimensión individual a la colectiva: una espiritualidad del “nosotros”, que puede valorar las aportaciones de cada persona. 
86. El primer año del proceso sinodal ha ofrecido ya experiencias estimulantes en esta dirección, a través de la propuesta del método de la conversación espiritual, que ha permitido al Pueblo de Dios saborear el gusto de un encuentro interpersonal en torno a la Palabra de Dios y a las diversas resonancias que suscita en el corazón de cada uno. Además de convertirlo en una práctica ordinaria en la vida de la Iglesia, como se ha pedido en muchas partes, el método debe evolucionar hacia el discernimiento comunitario, especialmente en los organismos de participación. Esto supone un mayor esfuerzo por integrar la dimensión espiritual con el funcionamiento de las instituciones y sus órganos de gobierno, articulando el discernimiento con los procesos de toma de decisiones. La oración y el silencio no pueden permanecer ajenos a ella, como si fuera un preámbulo o un apéndice. 41 
87. La espiritualidad cristiana se expresa de diferentes maneras, vinculadas tanto a la multiplicidad de tradiciones entre Oriente y Occidente, como a la variedad de carismas en la vida consagrada y en los movimientos eclesiales. Una Iglesia sinodal se construye en torno a la diversidad, y el encuentro entre diferentes tradiciones espirituales puede representar una “escuela” de formación, en la medida en que es capaz de promover la comunión y la armonía, contribuyendo a superar las polarizaciones que viven muchas Iglesias.



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viernes, 22 de septiembre de 2023

jueves, 21 de septiembre de 2023

HOJA PARROQUIAL. DOMINGO XXV DEL TIEMPO ORDINARIO. CICLO A

 








Dios bueno no sabe de rentabilidad, te ama por ti no por tu hacer




  HOJA PARROQUIAL

23 y 24 de septiembre del 2023

                   Domingo XXV del tiempo ordinario. Ciclo A

Parroquias de Tazacorte y Ntra. Sra. de Fátima en Tijarafe

Textos tomados de la página web de los dominicos en España. Dibujos obra de Fano.




“Los últimos serán los primeros”


La parábola de los obreros de la viña nos invita a reflexionar una vez más sobre el Reino de los Cielos o Reino de Dios donde muestra que lo esencial de la vida cristiana radica en descubrir la novedad de la llamada que Dios ha realizado y lo sigue haciendo en la vida de cada persona, lo hace en distintos momentos de la vida. Los que hemos acogido la llamada desde la infancia o juventud debemos mirar con generosidad el plan de Dios que consiste integrar a los últimos o aquellos que no cuentan.

El volver a Dios (metanoia) según la invitación del profeta Isaías (Is 55, 6-9) implica disponer el corazón para rastrear la presencia de Dios que está cerca de nosotros, y nos otorga su gracia para que siempre lo hallemos.

El Dios de Jesucristo nos llama a cada uno de nosotros a trabajar en su viña. No importa el tiempo ni las circunstancias en la que hemos recibido, sino que debemos estar agradecidos por trabajar en ella.


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                                                        LECTURAS


Primera lectura lectura del libro de Isaías 

Buscad al Señor mientras se deja encontrar,

invocadlo mientras está cerca.

Que el malvado abandone su camino,

y el malhechor sus planes;

que se convierta al Señor, y él tendrá piedad,

a nuestro Dios, que es rico en perdón.

Porque mis planes no son vuestros planes,

vuestros caminos no son mis caminos

—oráculo del Señor—.

Cuanto dista el cielo de la tierra,

así distan mis caminos de los vuestros,

y mis planes de vuestros planes.


Salmo 144,2-3. 8-9. 17-18 R/. Cerca está el Señor de los que lo invocan.

Día tras día, te bendeciré
y alabaré tu nombre por siempre jamás.
Grande es el Señor, merece toda alabanza,
es incalculable su grandeza. R/.

El Señor es clemente y misericordioso,
lento a la cólera y rico en piedad;
el Señor es bueno con todos,
es cariñoso con todas sus criaturas. R/.

El Señor es justo en todos sus caminos,
es bondadoso en todas sus acciones.
Cerca está el Señor de los que lo invocan,
de los que lo invocan sinceramente. R/.


Segunda lectura Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses

Hermanos:

Cristo será glorificado en mi cuerpo, por mi vida o por mi muerte.

Para mí la vida es Cristo y el morir una ganancia. Pero, si el vivir esta vida mortal me supone trabajo fructífero, no sé qué escoger.

Me encuentro en esta alternativa: por un lado, deseo partir para estar con Cristo, que es con mucho lo mejor; pero, por otro, quedarme en esta vida veo que es más necesario para vosotros.

Lo importante es que vosotros llevéis una vida digna del Evangelio de Cristo.


Evangelio Según San Mateo 20,1-16

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola:

«El reino de los cielos se parece a un propietario que al amanecer salió a contratar jornaleros para su viña. Después de ajustarse con ellos en un denario por jornada, los mandó a la viña.

Salió otra vez a media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo y les dijo:

“Id también vosotros a mi viña y os pagaré lo debido».

Ellos fueron.

Salió de nuevo hacia mediodía y a media tarde, e hizo lo mismo.

Salió al caer la tarde y encontró a otros, parados, y les dijo:

“Cómo es que estáis aquí el día entero sin trabajar?”.

Le respondieron:

“Nadie nos ha contratado”.

Él les dijo:

“Id también vosotros a mi viña».

Cuando oscureció, el dueño dijo al capataz:

“Llama a los jornaleros y págales el jornal, empezando por los últimos y acabando por los primeros”.

Vinieron los del atardecer y recibieron un denario cada uno. Cuando llegaron los primeros, pensaban que recibirían más, pero ellos también recibieron un denario cada uno. Al recibirlo se pusieron a protestar contra el amo:

“Estos últimos han trabajado solo una hora y los has tratado igual que a nosotros, que hemos aguantado el peso del día y el bochorno”.

Él replicó a uno de ellos:

“Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No nos ajustamos en un denario? Toma lo tuyo y vete. Quiero darle a este último igual que a ti. ¿Es que no tengo libertad para hacer lo que quiera en mis asuntos? ¿O vas a tener tú envidia porque yo soy bueno?”.

Así, los últimos serán primeros y los primeros, últimos».







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miércoles, 6 de septiembre de 2023

HOJA PARROQUIAL. DOMINGO XXIII DEL TIEMPO ORDINARIO. CICLO A

      






Este verano contigo, bajo tu PROTECCIÓN TOTAL





  HOJA PARROQUIAL


9 y 10 de Septiembre de 2023
Domingo XXIII del Tiempo Ordinario. Ciclo A.


Parroquias de Tazacorte y Ntra. Sra. de Fátima en Tijarafe

Textos tomados de la página web de los dominicos en España. Dibujos obra de Fano.


“Allí estoy Yo en medio de ellos”



 

   


    Jesús dio gracias al Padre porque “no he perdido a ninguno de los que me diste”. Es un buen propósito y digno de ser imitado por toda persona de cualquier raza, cultura o creencia. Sin embargo, la vida de cada día está llena de heridos, de maltratados, de excluidos, de descartados.


    Nos guste más o nos guste menos, somos responsables unos de otros. Crece la evidencia de cómo repercuten las acciones de cada persona y de cada colectivo humano en la vida de los demás y cómo repercuten las acciones de los demás en la vida de esa persona o de ese colectivo.


    A todos (no solo a creyentes, no solo a cristianos) nos viene bien escuchar: «Si tú no hablas poniendo en guardia al malvado para que cambie de conducta…», «a nadie debáis más que amor…», «si tu hermano peca, repréndelo…». Son palabras incómodas, pueden flaquearnos las fuerzas en el propósito, pero no estamos solos; tenemos un sentido fraterno en que crecer, una comunidad en que apoyarnos, una presencia del mismo Jesús entre quienes se reúnen (actúan) en su nombre (inspirados por él).










LECTURAS


Primera lectura de la profecía de Ezequiel 33, 7-9


Esto dice el Señor:
«A ti, hijo de hombre, te he puesto de centinela en la casa de Israel; cuando escuches una palabra de mi boca, les advertirás de mi parte.
Si yo digo al malvado: “Malvado, eres reo de muerte”, pero tú no hablas para advertir al malvado que cambie de conducta, él es un malvado y morirá por su culpa, pero a ti te pediré cuenta de su sangre.
Pero si tú adviertes al malvado que cambie de conducta, y no lo hace, él morirá por su culpa, pero tú habrás salvado la vida».


Salmo 94, 1-2. 6-7. 8-9 R/. Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: «No endurezcáis vuestro corazón».


Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos. R/.


Entrad, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía. R/.


Ojalá escuchéis hoy su voz:
«No endurezcáis el corazón como en Meribá,
como el día de Masá en el desierto;
cuando vuestros padres me pusieron a prueba
y me tentaron, aunque habían visto mis obras». R/.


Segunda lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 13, 8-10


A nadie le debáis nada, más que el amor mutuo; porque el que ama ha cumplido el resto de la ley. De hecho, el «no cometerás adulterio, no matarás, no robarás, no codiciarás», y cualquiera de los otros mandamientos, se resume en esto:
«Amarás a tu prójimo como a ti mismo».

El amor no hace mal a su prójimo; por eso la plenitud de la ley es el amor.


Evangelio según san Mateo 18, 15-20


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Si tu hermano peca contra ti, repréndelo estando los dos a solas. Si te hace caso, has salvado a tu hermano.

Si no te hace caso, llama a otro o a otros dos, para que todo el asunto quede confirmado por boca de dos o tres testigos. Si no les hace caso, díselo a la comunidad, y si no hace caso ni siquiera a la comunidad, considéralo como un pagano o un publicano.

En verdad os digo que todo lo que atéis en la tierra quedará atado en los cielos, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en los cielos.

Os digo, además, que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, se lo dará mi Padre que está en los cielos. Porque donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos».






3. Hacia una Iglesia sinodal misionera



3.4 La sinodalidad toma forma 


Formación

 

82. La inmensa mayoría de las síntesis señalan la necesidad de proporcionar formación en el tema de la sinodalidad. Las estructuras no son suficientes por sí solas: es necesario un trabajo de formación permanente que apoye una cultura sinodal generalizada, capaz de articularse con las particularidades de los contextos locales para facilitar una conversión sinodal en el modo de ejercer la participación, la autoridad y el liderazgo para un desempeño más eficaz de la misión común. No se trata simplemente de aportar conocimientos técnicos o metodológicos específicos. La formación a la sinodalidad atraviesa todas las dimensiones de la vida cristiana y solo puede ser «una formación integral que atienda a la dimensión personal, espiritual, teológica, social y práctica. Para ello, es imprescindible una comunidad de referencia, porque hay un principio del “caminar juntos” que es el de la formación del corazón, que trasciende los saberes concretos y abarca la vida entera. Es necesario incorporar a la vida cristiana la formación continua y permanente para poner en práctica la sinodalidad, madurar y crecer en la fe, participar en la vida pública, acrecentar el amor y la participación de los fieles en la Eucaristía, asumir ministerios estables, ejercer una corresponsabilidad real en el gobierno de la Iglesia, dialogar con las otras Iglesias y con la sociedad para acercarse fraternalmente a los alejados» (CE España). Esta formación debe dirigirse a todos los miembros del Pueblo de Dios: «Para la realización de estos elementos de sinodalidad, se necesitan urgentemente programas de educación y formación dirigidos al clero y a los laicos para desarrollar una comprensión compartida de la sinodalidad que es crucial para poder “caminar juntos” en las Iglesias locales» (CE Myanmar). De este modo, la perspectiva de la sinodalidad puede entrecruzar la catequesis y la atención pastoral, ayudando a mantenerlas ancladas en la perspectiva de la misión. 


83. Sin embargo, también se subraya la necesidad de una formación más específica en materia de escucha y diálogo con la institución, por ejemplo, de agentes y grupos para la promoción de la sinodalidad. En particular, muchas síntesis señalan la necesidad de garantizar la formación en sinodalidad de quienes serán llamados a asumir funciones de responsabilidad, especialmente los sacerdotes: «aunque es larga, la formación en el seminario está orientada a preparar a los clérigos para un estilo de vida sacerdotal y no logra capacitarlos para la coordinación pastoral. La formación teórica y práctica en la colaboración, la escucha mutua y la participación en la misión son esenciales en la formación sacerdotal» (CE Sri Lanka). 



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