viernes, 31 de diciembre de 2021

jueves, 30 de diciembre de 2021

HOMILÍA DE FIN DE AÑO Y AÑO NUEVO. SANTA MARÍA MADRE DE DIOS. 2021-2022

Terminamos todos los años y comenzamos uno nuevo, celebrando a Santa María Madre de Dios, el título más antiguo dedicado a María. También la Iglesia celebra la Jornada Mundial de la Paz.

Resuena en nosotros de una manera especial las palabras del Señor a Moisés, la llamada bendición de Aarón: “El Señor te bendiga y te proteja,

ilumine su rostro sobre ti

y te conceda su favor.

El Señor te muestre su rostro

y te conceda la paz”.


Me gustaría, en este año tan terrible en el que se nos han unidos varias circunstancias terribles, como la pandemia, el incendio urbano del Paso y el volcán, reflexionar sobre la bendición de Dios.


Una bendición es la expresión de un deseo benigno dirigido hacia una persona o un grupo de ellas. 

En la Biblia, bendecir se emplea en dos sentidos: en primer lugar, Dios bendice al hombre dándole la vida, la fecundidad, el éxito. Después, a su vez, el hombre bendice a Dios por las gracias de sus dones, le da las gracias.

La bendición tiene también su contrario: Dios puede declarar la desgracia a los que le rechazan (Dt 30,15-20). Pero Cristo nos ha liberado de esta maldición tomándola sobre sí mismo (Gál 3,13). Por ello, Cristo es la máxima bendición del Padre. Por medio de él hemos sido bendecidos a pesar de ser nosotros como somos.


Por tanto, Dios es la fuente  y origen de toda bendición, que lo hizo todo bien. Si la bendición es un don de Dios, es algo que hay que pedir y saber recibir. Muchas veces, no estamos preparados para recibir la bendición de Dios.


En este año que termina, no podemos decir que no hemos sido bendecidos por el Señor. No podemos decir que hemos sido maldecidos por Él. En Cristo se han acabado todas las maldiciones. 

El Señor nos ha bendecido según la bendición de Aarón porque:

- Nos ha protegido. Por medio de las autoridades, no ha habido ningún daño personal. Y también explotó cerca de casas, pero no en ninguna. En EEUU murieron muchas personas a consecuencia de los tornados. En Indonesia murieron otras tantas con un volcán. HEMOS SIDO BENDECIDOS POR DIOS. Remarqúemosla, HEMOS SIDO BENDECIDOS POR DIOS.

-Ha iluminado su rostro sobre nosotros. El rostro de Dios es Jesús. Y un año más, ha nacido niño Dios. Hemos mirado y contemplado El Niño del belén de las iglesias, de las casas, instituciones, etc. ¿Y nos hemos dejado mirar por Él? HEMOS SIDO BENDECIDOS POR DIOS. El Niño Dios nos mira con cariño, con la mirada tierna de un niño.

- Nos concede su favor. El favor no significa que todo nos salga bien, porque en María, la criatura por excelencia a la cual se le ha concedido el favor de Dios, no le fue todo "perfecto". El favor significa que Dios estaba con ella. En Navidad celebramos el nacimiento del Emmanuel: el Dios-con-nosotros. HEMOS SIDO BENDECIDOS POR DIOS, porque está siempre con nosotros, y de ésto hemos hablado mucho.

- Nos muestra su rostro. El rostro de Dios es Jesús, dije antes. El rostro de Dios mostrado en Jesús es de misericordia, de amor, de perdón, etc. Es un rostro amable, que merece la pena mirar. "El más bello de todos los hombres" por la limpieza de su mirada (rostro). HEMOS SIDO BENDECIDOS POR DIOS, porque tenemos acceso a su rostro.

- Nos concede la paz. La paz no es la ausencia de guerras. La paz es el conjunto de los dones de Dios. Dios nos quiere regalar SIEMPRE, su amor, su gracia, su paz, su paciencia, su bondad, su fidelidad, su humildad, su dominio de sí (San Pablo a los Gálatas). Dios SIEMPRE nos lo está regalando. Es importante aprender a recibir. HEMOS SIDO BENDECIDOS POR DIOS, porque nos regala sus dones.


Nosotros como cristianos tendríamos tres tareas:

  1. Aprender a ver los signos de bendición en el mundo. Los cristianos, guiados por la fe, fortalecidos por la esperanza y espoleados por la caridad, no sólo capaces de discernir sabiamente los vestigios de la bondad divina en todas las cosas creadas, sino que también buscan implícitamente el reino de Cristo en las obras de la actividad humana. Es más, consideran todos los acontecimientos del mundo como signos de aquella providencia paternal con que Dios dirige y sustenta todas las cosas.
  2. Alabar a Dios en toda ocasión. Por tanto, siempre y en todo lugar se nos ofrece la ocasión de alabar a Dios por Cristo en el Espíritu Santo, de invocarlo y darle gracias. Y…ayudar a los otros a bendecir a Dios. 
  3. Ser bendición para los demás. Dijo el Papa Francisco, “el año será bueno en la medida en que cada uno de nosotros, con la ayuda de Dios, intente hacer el bien y sirva día a día”. Ahí está lo más importante. 

HOJA PARROQUIAL DEL SEGUNDO DOMINGO DE NAVIDAD. CICLO C

 














  HOJA PARROQUIAL


2 de Enero de 2022
Domingo II de Navidad. Ciclo C.

Parroquias de Tazacorte y Ntra. Sra. de Fátima en Tijarafe

Textos tomados de la página web de los dominicos en España. Dibujos obra de Fano.


“Y el Verbo se hizo carne”




    Dios habla por medio de su Palabra encarnada. Jesucristo es la luz que ilumina en medio de la tiniebla. Pero el drama está servido: tampoco hoy la Palabra es escuchada y la humanidad prefiere muchas veces más la tiniebla que la luz. Estamos llamados por ello los creyentes a ser voz que haga resonar en los oídos y en los corazones al que es la Palabra. Estamos llamados a ser luz, que haga descubrir a la humanidad al que es la Luz verdadera.

  Nos lo recuerda el misterio de la Navidad que estamos celebrando. Es nuestra hora, la hora de la Iglesia, Comunidad Cristiana, que edifica el Reino de Dios a impulsos del Espíritu.








LECTURAS

Primera lectura del libro del Eclesiástico 24, 1-2. 8-12


La sabiduría hace su propia alabanza,
encuentra su honor en Dios
y se gloría en medio de su pueblo.
En la asamblea del Altísimo abre su boca
y se gloría ante el Poderoso.
«El Creador del universo me dio una orden,
el que me había creado estableció mi morada
y me dijo: “Pon tu tienda en Jacob,
y fija tu heredad en Israel”.
Desde el principio, antes de los siglos, me creó,
y nunca más dejaré de existir.
Ejercí mi ministerio en la Tienda santa delante de él,
y así me establecí en Sión.
En la ciudad amada encontré descanso,
y en Jerusalén reside mi poder.
Arraigué en un pueblo glorioso,
en la porción del Señor, en su heredad».


Salmo 147, 12-13. 14-15. 19-20 R/. El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros


Glorifica al Señor Jerusalén;
alaba a tu Dios, Sión.
Que ha reforzado los cerrojos de tus puertas,
y ha bendecido a tus hijos dentro de ti. R/.

Ha puesto paz en tus fronteras,
te sacia con flor de harina.
Él envía su mensaje a la tierra,
y su palabra corre veloz. R/.

Anuncia su palabra a Jacob,
sus decretos y mandatos a Israel;
con ninguna nación obró así,
ni les dio a conocer sus mandatos. R/.


Segunda lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 1, 3-6. 15-18


Bendito sea el Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha bendecido en Cristo
con toda clase de bendiciones espirituales en los cielos.
Él nos eligió en Cristo, antes de la fundación del mundo
para que fuésemos santos e intachables ante él por el amor.
Él nos ha destinado por medio de Jesucristo,
según el beneplácito de su voluntad,
a ser sus hijos,
para alabanza de la gloria de su gracia,
que tan generosamente nos ha concedido en el Amado.
Por eso, habiendo oído hablar de vuestra fe en Cristo y de vuestro amor a todos los santos, no ceso de dar gracias por vosotros, recordándoos en mis oraciones, a fin de que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, os dé espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo, e ilumine los ojos de vuestro corazón para que comprendáis cuál es la esperanza a la que os llama, cuál la riqueza de gloria que da en herencia a los santos.


Evangelio según san Juan 1, 1-18


En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba junto a Dios, y el Verbo era Dios.
Él estaba en el principio junto a Dios.
Por medio de él se hizo todo, y sin él no se hizo nada de cuanto se ha hecho.
En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.
Y la luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no lo recibió.
Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él.
No era él la luz, sino el que daba testimonio de la luz.
El Verbo era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre, viniendo al mundo.
En el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de él, y el mundo no lo conoció.
Vino a su casa, y los suyos no lo recibieron.
Pero a cuantos lo recibieron, les dio poder de ser hijos de Dios, a los que creen en su nombre.
Estos no han nacido de sangre, ni de deseo de carne,
ni de deseo de varón, sino que han nacido de Dios.
Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria como del Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.
Juan da testimonio de él y grita diciendo:
«Este es de quien dije: el que viene detrás de mí se ha puesto delante de mí, porque existía antes que yo».
Pues de su plenitud todos hemos recibido, gracia tras gracia.
Porque la ley se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad nos ha llegado por medio de Jesucristo.
A Dios nadie lo ha visto jamás: Dios Unigénito, que está en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer.





Parte 3. Cómo obtenemos la vida en Cristo


PRIMERA SECCIÓN. Para qué estamos en la tierra, qué debemos hacer y cómo nos ayuda el Espíritu Santo de Dios


CAPÍTULO SEGUNDO. «Amarás a tu prójimo como a ti mismo»


EL SÉPTIMO MANDAMIENTO: No robarás.


437 ¿Cómo debemos tratar a los animales?


Los animales son criaturas de Dios como nosotros, a las que queremos y con las que debemos alegrarnos, como Dios se alegra de su existencia. También los animales son criaturas sensibles creadas por Dios. Es pecado torturarlos, hacerles sufrir y matarlos inútilmente. Sin embargo una persona no debe anteponer el amor a los animales al amor a los seres humanos.


438 ¿Por qué tiene la Iglesia una Doctrina Social propia?


Dado que todas las personas, creadas a imagen de Dios, poseen una dignidad única, la Iglesia, con su Doctrina Social, aboga a favor de que esta dignidad de la persona se realice en el ámbito social también para todas las personas. No pretende tutelar la política o la economía. Pero cuando en la política y en la economía se ataca la dignidad de las personas, la Iglesia debe intervenir. «Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo» (Concilio Vaticano II, GS 1). En su Doctrina Social, la Iglesia concreta esta frase. Y se pregunta: ¿Cómo podemos hacernos responsables del bienestar y el trato correcto para todos, también para los no cristianos? ¿Cómo debe ser la forma justa “de la convivencia humana, de las instituciones políticas, económicas y sociales? En su acción a favor de la justicia la Iglesia es llevada por un amor que se mira en el amor de Cristo por los hombres.


439 ¿Cómo se desarrolló la Doctrina Social de la Iglesia?


Con la DOCTRINA SOCIAL la Iglesia dio su respuesta a la cuestión social de los trabajadores en el siglo XIX. Ciertamente la industrialización había llevado a un aumento del bienestar, pero de ello se beneficiaban ante todo los dueños de las fábricas, mientras muchas personas se quedaban en la miseria como trabajadores casi sin derechos. De esta experiencia, el comunismo sacó la conclusión de que existía una oposición irreconciliable entre el trabajo y el capital, que debía decidirse mediante la lucha de clases. Por el contrario, la Iglesia abogó por un equilibrio justo entre los trabajadores y los dueños de las fábricas. La Iglesia defendió que no sólo se beneficiaran algunos pocos, sino todos, del nuevo bienestar propiciado por la industrialización y la competencia. Por eso recomendó la creación de sindicatos y luchó para que los trabajadores fueran protegidos de la explotación mediante leyes civiles y seguros para que ellos y sus familias estuvieran asegurados en casos de enfermedad y necesidad



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martes, 28 de diciembre de 2021

COMENTARIO AL EVANGELIO DEL 29 DE DICIEMBRE DE 2021

  Lc 2,22-35: Luz para alumbrar a las naciones.


Cuando se cumplieron los días de la purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: «Todo varón primogénito será consagrado al Señor», y para entregar la oblación, como dice la ley del Señor: «un par de tórtolas o dos pichones».

Había entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo estaba con él. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue al templo.

Y cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo acostumbrado según la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo:

«Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz.

Porque mis ojos “han visto a tu Salvador”,

a quien has presentado ante todos los pueblos:

“luz para alumbrar a las naciones”

y gloria de tu pueblo Israel».

Su padre y su madre estaban admirados por lo que se decía del niño. Simeón los bendijo y dijo a María, su madre: «Este ha sido puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; y será como un signo de contradicción —y a ti misma una espada te traspasará el alma—, para que se pongan de manifiesto los pensamientos de muchos corazones».



Simeón profetiza la misión de este niño que nació pobremente. Y recita un himno que rezamos en las completas cada noche. Es el descanso del creyente, que ve en Jesús colmadas sus esperanzas. Es la luz de las naciones.


El creyente es el que confía en Dios por encima de todo.

El creyente es el que sabe ver en Jesús la plenitud de todas las profecías

El creyente es el que sabe ver en Jesús el que colma todas las esperanzas.

El creyente es el que se deja iluminar por Jesús.


Simeón siendo ciego, sabe ver todo ello en Jesús, y es que, esta es la paradoja, la enseñanza, (como tantas curaciones de ciegos en el evangelio), que para ver no hace falta ser vidente, porque hay que aprender a ver con el corazón, con la fe. 


Simeón nos enseña a dejar iluminar nuestra vida por la fe, que nos dará una amplitud mayor que si nos guiáramos solamente por las imágenes que nos proporcionan los sentidos. “Lo esencial es invisible a los ojos”

sábado, 25 de diciembre de 2021

Entierro de Angelina

 


HOMILÍA DE LA SAGRADA FAMILIA

  El primer domingo después de Navidad, la Iglesia contempla a la Sagrada Familia de Nazaret, para que sea intercesora, espejo y modelo de nuestras familias: 

la familia de la carne

la familia del espíritu (nuestros hermanos cristianos, especialmente los de las parroquias, núcleo más cercano en el que podemos interaccionar)

y

la familia de la raza (humanidad)


La Iglesia es el instrumento para realizar el proyecto de Dios, de hacerlos a todos hijos y hermanos, y vivir en consecuencia. 


El Papa Francisco en su sabiduría, viendo como la humanidad se va cada vez más, desgajando, encerrando en sus intereses y las personas siendo cada vez más, autorreferenciales; ha sacado un documento para reflexionar entre todos, Fratelli Tutti, hermanos todos. Y los cristianos tenemos una responsabilidad grande de dar pasos en este sentido. De practicar la fraternidad para ser germen en medio de la sociedad. 


Para ser poder realizar la fraternidad, también hace falta pensar en modo sinodal. Y quiere que reflexionemos sobre nuestro modo de ser, de actuar y de pensar. Siempre en modo sínodo.


En la misa de apertura nos propuso tres verbos, que yo intentaré aplicar, de manera sencilla: encontrar, escuchar, discernir. 


El primer verbo es encontrar. En el evangelio de hoy, vemos como la Sagrada Familia pierden a su Hijo y emprenden una búsqueda. Cuando lo encuentran, hay un desencuentro. Porque ellos no sabían. Se llevaron un chasco con la respuesta de Jesús, porque no comprendían. Pero es un encuentro que “rescata” a Jesús de meterse en un camino que todavía no correspondía. No era su “hora”, y luego sería María el que lanzaría a Jesús en la vida pública. No todos los encuentros resultan gratificantes, pero sí sanantes, en la medida en que nos encontramos las personas. La Iglesia, lejos de formulismos, tiene que potenciar los encuentros donde cada uno se sienta libre, acogido…


El segundo verbo es escuchar. Para que el encuentro sea tal, hay que ser capaz de escuchar al otro. Aunque no diga lo que esperamos, lo que queremos. Para ello, hay que liberarse de prejuicios, de ideas preconcebidas. El otro día oía una entrevista que le hicieron al Papa, y adelantaba un encuentro con un mandatario que no es precisamente un dechado de virtudes. Y le preguntaron al Papa si tenía un esquema de lo que le diría. Simplemente respondió: voy sin esquema, le miro a los ojos y dejo que la conversación fluya. Maravilloso, poder hacerlo, saber hacerlo. Jesús responde a sus padres, algo que no les gusta, les deja mal, sin embargo, no responden, sino que lo llevan a Dios. Acogen esta respuesta de Jesús. Ya entenderán. La Iglesia tiene que propiciar la escucha, sin esquemas, sin ideas preconcebidas. Ojalá nuestras reuniones propicien ésto. A mí me cuesta. Soy mucho de lo políticamente correcto. 


El tercer verbo es discernir. Discernir es saber elegir lo que más conviene respecto a la misión que tiene cada uno. Jesús discernió y volvió con sus padres. Seguramente estaría maduro. Es la fiesta de Bar Mitzvah, por la cual ya se pueden independizar. Y Jesús eligió a sus padres hasta los 30 años. Muchas veces el discernimiento no es el camino más evidente, sino el de Dios. Jesús supo escuchar en su Madre la voz de su Padre, a pesar de estar en las cosas de su Padre. La Iglesia tiene que discenir. Aunque muchos caminos sean buenos, sólo uno es el que nos lleva a la voluntad de Dios. Es importante ponernos en camino de discernimiento, aunque de entrada no sepamos, pongámonos juntos a discernir, orar y elegir lo que más conviene. El consejo de pastoral de la parroquia es el instrumento principal para el conjunto de la parroquia. Pero cada uno de los grupos, también deben introducirse en este camino. Que conste, que yo también soy aprendiz.


Ejemplo final: Hemos terminado ayer con una erupción volcánica. Ha sido luminoso el ejemplo que nos han dado las autoridades, de signos políticos distintos, las distintas instituciones implicadas. Ha sido un foro de encuentro con las distintas realidades y posibilidades que cada uno tenía, de escucha de propuestas distintas y dispares y discernimiento conjunto de que camino coger en cada momento. Tenían varios puntos en su contra: no se conocían, suelen trabajar por separado, de signos políticos distintos y dispares, y ante la presión de un evento dramático. Si ellos pueden hacerlo, cuanto más nosotros con la gracia de Dios.

jueves, 23 de diciembre de 2021

HOMILÍA DE NOCHEBUENA-NAVIDAD 2021

  Desde hace algunos meses parece que todo se ha oscurecido. Densas tinieblas han cubierto nuestras plazas, calles y ciudades; se fueron adueñando de nuestras vidas llenando todo de un silencio que ensordece y un vacío desolador que paraliza todo a su paso: se palpita en el aire, se siente en los gestos, lo dicen las miradas. Nos encontramos asustados y perdidos. Y no encontramos luz.


Así lo vivía el pueblo de Israel, ya llevaba muchos años de dominación romana, varias veces deportados, varias veces destruidas y asediadas sus ciudades.
Su fe en Dios no le llevó por días de prosperidad, sino sólo en la época del rey David y su hijo el rey Salomón.

Así comenzaba mi homilía del año pasado. Quizá podríamos decir que alguna luz hemos podido ver con la llegada de las vacunas. Nos hemos sentido más seguros. 

Y después...llegó el volcán. Para volver a oscurecerlo todo. Y para destrozarlo todo. Ciento y pico de casas en nuestro municipio. Miles de familias afectadas. Una destrucción tal que no la hubiéramos imaginado ni en nuestras peores pesadillas. Solemos decir "gracias a Dios", parece que el volcán, precisamente en esta fiesta, nos dan la noticia de que ha remitido.

Ahora es cuando podemos tomar conciencia de la destrucción.
Ahora toca la reconstrucción, toca sentar cabeza, imaginar un futuro nuevo, emprender una vida nueva para tantos de nuestros vecinos.
Ahora toca, sobre todo, llenarnos de toda la esperanza y fuerza para emprender esta senda dura y larga.  
Aunque no tengamos ganas de celebrar nada, sin embargo, desde hace más de 2000 años, y en los cristianos tal día como hoy desde hace 2000 años, resuenan las palabras del profeta Isaías: “el pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz grande”. ¿Cuál es esa luz grande? Intentaremos responder más adelante. 
Una vez más, nos sorprende la actuación de Dios, es tan distinta a nosotros, a lo que nosotros quisiéramos, a lo que nosotros desearíamos, a lo que nosotros hubiéramos pensado que es lo mejor.
Nuestro Valle de Aridane ha sido asediado por una de las fuerzas más destructoras de la naturaleza y Dios se presenta ante nosotros, pequeño, frágil y vulnerable. Ésta es la señal: un niño envuelto en pañales.
¡Qué ocurrencia la de Él!. Hasta nos parecería una broma pesada.
¿No sería mejor que hiciera un milagro y hubiera apagado el volcán desde el primer día? Así evitaríamos tanta destrucción, tantas evacuaciones, tantas empresas quebradas.
Pero no, Dios no se manifiesta con poder, sino con pobreza…pero lleno de amor. Nos enseña que el verdadero poder es el amor. Esa es la luz grande de la Navidad.
Porque en este reino cabemos todos.
Porque en este reino siempre seremos acogidos
Porque en este reino siempre seremos comprendidos.
Porque en este reino siempre tendremos oportunidades.
Porque en este reino todos importamos.
Porque en este reino todos somos importantes.
Porque en este reino todos somos necesarios.
Porque en este reino siempre seremos amados.
En palabras del Papa Francisco en la homilía de la Nochebuena del año pasado: 
“¿Pero qué significa esto para nosotros? Que el Hijo de Dios, el bendito por naturaleza, viene a hacernos hijos bendecidos por gracia. Sí, Dios viene al mundo como hijo para hacernos hijos de Dios. ¡Qué regalo tan maravilloso! Hoy Dios nos asombra y nos dice a cada uno: “Tú eres una maravilla”. Hermana, hermano, no te desanimes. ¿Estás tentado de sentirte fuera de lugar? Dios te dice: “No, ¡tú eres mi hijo!”. ¿Tienes la sensación de no lograrlo, miedo de no estar a la altura, temor de no salir del túnel de la prueba? Dios te dice: “Ten valor, yo estoy contigo”. 
No te lo dice con palabras, sino haciéndote hijo como tú y por ti, para recordarte cuál es el punto de partida para que empieces de nuevo: reconocerte como hijo de Dios, como hija de Dios. Este es el punto de partida para cualquier nuevo nacimiento. Este es el corazón indestructible de nuestra esperanza, el núcleo candente que sostiene la existencia: más allá de nuestras cualidades y de nuestros defectos, más fuerte que las heridas y los fracasos del pasado, que los miedos y la preocupación por el futuro, se encuentra esta verdad: somos hijos amados. Y el amor de Dios por nosotros no depende y no dependerá nunca de nosotros: es amor gratuito. Esta noche no tiene otra explicación: sólo la gracia. Todo es gracia. El don es gratuito, sin ningún mérito de nuestra parte, pura gracia. Esta noche, san Pablo nos ha dicho: «Ha aparecido la gracia de Dios» (Tt 2,11). Nada es más valioso”. (Homilía de Nochebuena del Papa Francisco 24-12-2020)


Entierro de Antonio

 


miércoles, 22 de diciembre de 2021

HOJA PARROQUIAL. DOMINGO DE LA SAGRADA FAMILIA

 














  HOJA PARROQUIAL


26 de Diciembre de 2021
Domingo de la Sagrada Familia. Ciclo C.

Parroquias de Tazacorte y Ntra. Sra. de Fátima en Tijarafe

Textos tomados de la página web de los dominicos en España. Dibujos obra de Fano.


“No sabíais que debía estar en la casa de mi Padre?”




  La Sagrada Familia y nuestras familias


Recordamos este domingo a la Sagrada Familia, la familia de Jesús. Es una buena ocasión para reflexionar sobre nuestras propias familias. Es mucha la problemática que envuelve hoy este tema. Por eso, no es buena la lamentación que nos empuja a  destacar aspectos negativos de lo que nos rodea y sí centrarnos en una serie de puntos que nos ayuden a animar a vivir desde lo que nos trasmite la familia de Jesús. La pregunta que surge espontáneamente, cuando miramos a la de Nazaret, es: cómo ser hoy una familia cristiana. Parece que no es fácil vivir la realidad familiar en las actuales circunstancias. Tal vez nunca lo fue, pero, pese a eso, y ante la diversidad tan amplia de entender su realidad, es bueno afirmar que uno de los mejores testimonios que los cristianos podemos ofrecer en estos momentos de incertidumbre, es una vida familiar ‘sana’ garantizadora de la estabilidad y la fortaleza de sus miembros. No importa que determinadas corrientes e ideologías soslayen o hagan de menos el modo como los cristianos entendemos la vida en familia. Sí es claro que la familia, construida desde los valores que se hacen presentes en la familia de Nazaret, sigue siendo ese centro que puede garantizar crecimiento en “sabiduría, estatura y en gracia” a todos sus miembros.








LECTURAS

Primera lectura del Libro del Eclesiástico 3, 2-6. 12-14


El Señor honra más al padre que a los hijos y afirma el derecho de la madre sobre ellos.
Quien honra a su padre expía sus pecados, y quien respeta a su madre es como quien acumula tesoros.
Quien honra a su padre se alegrará de sus hijos y cuando rece, será escuchado.
Quien respeta a su padre tendrá larga vida, y quien honra a su madre obedece al Señor.
Hijo, cuida de tu padre en su vejez y durante su vida no le causes tristeza.
Aunque pierda el juicio, sé indulgente con él y no lo desprecies aun estando tú en pleno vigor.
Porque la compasión hacia el padre no será olvidada y te servirá para reparar tus pecados.


Salmo 127, 1-2. 3. 4-5 R. Dichosos los que temen al Señor y siguen sus caminos


Dichoso el que teme al Señor
y sigue sus caminos.
Comerás del fruto de tu trabajo,
serás dichoso, te irá bien. R/.

Tu mujer, como parra fecunda,
en medio de tu casa;
tus hijos, como renuevos de olivo,
alrededor de tu mesa. R/.

Ésta es la bendición del hombre
que teme al Señor.
Que el Señor te bendiga desde Sión,
que veas la prosperidad de Jerusalén
todos los días de tu vida. R/.


Segunda lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Colosenses 3, 12-21


Hermanos:
Como elegidos de Dios, santos y amados, revestíos de compasión entrañable, bondad, humildad, mansedumbre, paciencia.
Sobrellevaos mutuamente y perdonaos cuando alguno tenga quejas contra otro.
El Señor os ha perdonado: haced vosotros lo mismo.
Y por encima de todo esto, el amor, que es el vínculo de la unidad perfecta.
Que la paz de Cristo reine en vuestro corazón: a ella habéis sido convocados en un solo cuerpo.
Sed también agradecidos. La Palabra de Cristo habite entre vosotros en toda su riqueza; enseñaos unos a otros con toda sabiduría; exhortaos mutuamente.
Cantad a Dios, dando gracias de corazón, con salmos, himnos y cánticos inspirados.
Y todo lo que de palabra o de obra realicéis, sea todo en nombre del Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.
Mujeres, sed sumisas a vuestros maridos, como conviene en el Señor. Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas. Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, que eso agrada al Señor.
Padres, no exasperéis a vuestros hijos, no sea que pierdan el ánimos.


Evangelio según San Lucas 2, 41-52


Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén por la fiesta de la Pascua.
Cuando cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre y, cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres.
Estos, creyendo que estaba en la caravana, anduvieron el camino de un día y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén buscándolo.
Y sucedió que, a los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Todos los que le oían quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba.
Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre:
«Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Tu padre y yo te buscábamos angustiados».
Él les contestó:
«¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en las cosas de mi Padre?».
Pero ellos no comprendieron lo que les dijo.
Él bajó con ellos y fue a Nazaret y estaba sujeto a ellos.
Su madre conservaba todo esto en su corazón.
Y Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres.





Parte 3. Cómo obtenemos la vida en Cristo


PRIMERA SECCIÓN. Para qué estamos en la tierra, qué debemos hacer y cómo nos ayuda el Espíritu Santo de Dios


CAPÍTULO SEGUNDO. «Amarás a tu prójimo como a ti mismo»


EL SÉPTIMO MANDAMIENTO: No robarás.


434 ¿Puede un cristiano participar en apuestas y juegos de azar?


Las apuestas y los juegos de azar son inmorales y peligrosos cuando el jugador arriesga su sustento. Sobre todo cuando pone en peligro lo necesario para la vida de otras personas, especialmente cuando están a su cargo. muy cuestionable moralmente jugarse grandes sumas de dinero en juegos de azar, mientras a otros les falta lo necesario para vivir. Además las apuestas y los juegos de azar pueden crear adicción y esclavizar a las personas.


435 ¿Es lícito «comprar» y «vender» personas?


Ninguna persona ni partes de una persona pueden ser convertidas en mercancía, tampoco nadie puede ofrecerse a sí mismo como mercancía. El hombre pertenece a Dios, que le ha otorgado libertad y dignidad. Comprar y vender personas, como sucede hoy en día de forma habitual, no sólo en la prostitución, es un acto absolutamente reprobable. En el tráfico de órganos y de embriones, en la biotecnología, en el tráfico de niños para la adopción, en el reclutamiento de niños soldado, en la prostitución, en todas partes aparece de nuevo la antigua injusticia del tráfico de seres humanos y la esclavitud. Se priva a personas de su libertad, de su dignidad, de su autodeterminación, en realidad, de su misma vida. Se las humilla convirtiéndolas en objetos con los que el propietario puede hacer negocios. Hay que distinguir del tráfico de seres humanos en sentido estricto, las prácticas del fútbol y otros deportes. También en esos casos se habla de «comprar» y «vender», pero se trata de procedimientos en los que se puede presuponer el libre consentimiento de los jugadores.


436 ¿Cómo debemos tratar la Creación?


Cumplimos el designio creador de Dios cuando cuidamos la tierra con sus leyes vitales, su variedad de especies, su belleza natural y sus riquezas renovables, y la conservamos eficazmente como ámbito de vida, de modo que también las futuras generaciones puedan vivir bien en la tierra. En el libro del GÉNESIS se dice: «Sed fecundos y multiplicaos, llenad la tierra y sometedla; dominad los peces del mar, las aves del cielo y todos los animales que se mueven sobre la tierra» (Gén 1,28). Lo de «someted la tierra» no significa un derecho absoluto a poder disponer arbitrariamente de la naturaleza viva y muerta, de animales y plantas. Estar creado a imagen y semejanza de Dios significa que el hombre se ocupa de la Creación de Dios como pastor y guardián. Porque también se dice: «El Señor Dios tomó al hombre y lo colocó en el jardín de Edén, para que lo guardara y lo cultivara» (Gén 2,15)



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