miércoles, 29 de abril de 2020

HOJA PARROQUIAL. IV DOMINGO DE PASCUA. CICLO A

HOJA PARROQUIAL.
2 y 3 de Mayo de 2020
Domingo IV de Pascua. Ciclo A.
Parroquias de Tazacorte y Ntra. Sra. de Fátima en Tijarafe

Textos tomados de la página web de los dominicos en España. Dibujos obra de Fano.

“Para que tengan vida, y la tengan abundante”
Celebramos el cuarto Domingo de Pascua, mientras el mundo entero se va replegando de distintas formas ante la realidad de un virus que nos ha descolocado por completo a todos los niveles: sociales, sanitarios, laborales, familiares y personales, y también de fe. Apenas vamos siendo capaces de articular palabra ante una experiencia que no alcanzamos a comprender del todo.  Llegan a nuestros oídos cifras de muertos e informaciones siempre incompletas, mientras en muchos hogares se llora con dolor la pérdida de seres queridos.
Es Pascua. El Señor Resucitado nos visita en este Domingo del Buen Pastor. Él nos recuerda que no estamos abandonados ni caminamos errantes: tenemos un pastor que nos conoce, para el que somos importantes, que se sabe nuestros nombres y al que le importa profundamente todo lo nuestro. Tampoco somos ovejas descarriadas, condenadas a vivir confinadas o en solitario: pertenecemos a un rebaño, al grupo de aquellos que “quieren seguir las huellas” del Pastor.
“Jesús vive y te quiere vivo”: con este lema (comienzo de la Exhortación del Papa Francisco a los jóvenes) celebramos, también hoy, la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones y el día de las Vocaciones Nativas. ¡Buen y esperanzador mensaje para estos momentos difíciles!



LECTURAS DE LA MISA 

Primera lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 2, 14a.36-41

El día de Pentecostés Pedro, poniéndose en pie junto a los Once, levantó su voz y declaró: «Con toda seguridad conozca toda la casa de Israel que al mismo Jesús, a quien vosotros crucificasteis, Dios lo ha constituido Señor y Mesías». Al oír esto, se les traspasó el corazón, y preguntaron a Pedro y a los demás apóstoles: «¿Qué tenemos que hacer, hermanos?» Pedro les contestó: «Convertíos y sea bautizado cada uno de vosotros en el nombre de Jesús, el Mesías, para perdón de vuestros pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo. Porque la promesa vale para vosotros y para vuestros hijos, y para los que están lejos, para cuantos llamare a sí el Señor Dios nuestro». Con estas y otras muchas razones dio testimonio y los exhortaba diciendo: «Salvaos de esta generación perversa». Los que aceptaron sus palabras se bautizaron, y aquel día fueron agregadas unas tres mil personas.

Sal 22, 1-3a. 3b-4. 5 R/. El Señor es mi pastor, nada me falta

 



El Señor es mi pastor, nada me falta: en verdes praderas me hace recostarme conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas. R/.

Me guía por el sendero justo, por el honor de su nombre. Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo: tu vara y tu cayado me sosiegan. R/.

Preparas una mesa ante mi, enfrente de mis enemigos; me unges la cabeza con perfume, y mi copa rebosa. R/.

Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los días de mi vida, y habitaré en la casa del Señor por años sin término. R/.



Segunda lectura de la primera carta del apóstol san Pedro 2, 20-25

Queridos hermanos: Que aguantéis cuando sufrís por hacer el bien, eso es una gracia de parte de Dios. Pues para esto habéis sido llamados, porque también Cristo padeció por vosotros, dejándoos un ejemplo para que sigáis sus huellas. Él no cometió pecado ni encontraron engaño en su boca. Él no devolvía el insulto cuando lo insultaban; sufriendo no profería amenazas; sino que se entregaba al que juzga rectamente. Él llevó nuestros pecados en su cuerpo hasta el leño, para que, muertos a los pecados, vivamos para la justicia. Con sus heridas fuisteis curados. Pues andabais errantes como ovejas, pero ahora os habéis convertido al pastor y guardián de vuestras almas..

Evangelio Lectura del santo Evangelio según san Juan 10, 1-10

En aquel tiempo, dijo Jesús: «En verdad, en verdad os digo: el que no entra por la puerta en el aprisco de las ovejas, sino que salta por otra parte, ese es ladrón y bandido; pero el que entra por la puerta es pastor de las ovejas. A este le abre el guarda y las ovejas atienden a su voz, y él va llamando por el nombre a sus ovejas y las saca fuera. Cuando ha sacado todas las suyas camina delante de ellas, y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz; a un extraño no lo seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños». Jesús les puso esta comparación, pero ellos no entendieron de qué les hablaba. Por eso añadió Jesús: «En verdad, en verdad os digo: yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes de mí son ladrones y bandidos; pero las ovejas no los escucharon. Yo soy la puerta: quien entre por mí se salvará y podrá entrar y salir, y encontrará pastos. El ladrón no entra sino para robar y matar y hacer estragos; yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante».


YOUCAT


172 ¿Cuántos sacramentos hay y cómo se llaman?
Los SACRAMENTOS de la Iglesia son siete: Bautismo, CONFIRMACIÓN, EUCARISTÍA, Penitencia, Unción de los enfermos, Orden sacerdotal y Matrimonio.
173 ¿Y para qué necesitamos en realidad los sacramentos?
Necesitamos los SACRAMENTOS para transformar nuestra pequeña vida humana y por medio de Jesús llegar a ser como Jesús: hijos de Dios en libertad y esplendor. En el Bautismo los hijos perdidos de los hombres se convierten en hijos protegidos de Dios; mediante la CONFIRMACIÓN los débiles se convierten en fuertes; mediante la Confesión los culpables se convierten en reconciliados; mediante la EUCARISTÍA los hambrientos se convierten en pan para otros; mediante el Matrimonio y mediante el Orden sacerdotal los individualistas se convierten en servidores del amor; mediante la Unción de los enfermos los desesperados se convierten en hombres con confianza. El sacramento de todos los sacramentos es Cristo mismo. En él podemos dejar la perdición del egoísmo y entramos en la verdadera vida, que no cesa nunca.
174 ¿Por qué no es suficiente la fe en Jesucristo? ¿Para qué nos da Dios además los sacramentos?
Debemos y podemos acceder a Dios con todos los sentidos, no sólo con el intelecto. Por eso se nos da Dios en signos terrenos, especialmente en el pan y el vino, que son el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Los hombres vieron a Jesús, lo escucharon, pudieron tocarlo y experimentaron la salvación y la sanación de cuerpo y alma. Los signos sensibles de los SACRAMENTOS llevan ese mismo sello de Dios, que quiere dirigirse al hombre en su totalidad, y no sólo a su cabeza.
175 ¿Por qué pertenecen los sacramentos a la Iglesia? ¿Por qué no puede cada uno hacer uso de ellos a su antojo?”
Los SACRAMENTOS son dones de Cristo a su Iglesia. Ella tiene la misión de dispensarlos y de protegerlos de un uso abusivo. Jesús ha confiado la transmisión de sus palabras y signos a determinadas personas, en concreto a sus APÓSTOLES, y no los ha entregado a una masa anónima. Hoy se diría: no colocó su herencia en la red con libre acceso, sino que la albergó en un dominio propio. Los sacramentos existen para la Iglesia y por ella. Existen para ella porque el Cuerpo de Cristo, que es la Iglesia, se constituye, se alimenta y se perfecciona mediante los sacramentos. Existen por ella, porque los sacramentos son fuerzas del Cuerpo de Cristo, como en la Penitencia, donde Cristo nos perdona los pecados por medio del PRESBÍTERO.



VIDCALENDARIO PARROQUIALA DE NUESTRAS
PARROQUIAS






sábado, 25 de abril de 2020

COLABORA CON TU PARROQUIA


Comunicado de las Parroquias de Tazacorte sobre distintos medios digitales para la colaboración en el sostenimiento económico de tus parroquias.


Un saludo muy afectuoso de tu párroco Jorge, del consejo de pastoral parroquial y de los voluntarios de Cáritas.

Deseamos de todo corazón, y así se lo pedimos al Señor cada día, que estéis bien, con salud y con esperanza cristiana; aquella que sabe que no queda defraudada.

En el tiempo de confinamiento abrimos esta página para facilitar tu colaboración con la Iglesia al no poder ir físicamente ni tampoco celebrar públicamente las Eucaristías ni los sacramentos. También creamos un número de BIZUM, la plataforma que tanta fama ha cogido debido a su facilidad de uso y rapidez. Sólo tienes que aprenderte el número (38353). Al entrar en tu aplicación o página de tu banco y entres en BIZUM, tienes que dirigirte al apartado donde diga donativo o enviar dinero ONG o algo así, que podría variar dependiendo del banco que utilices. En el video pinchando en este link se explica más pormenorizadamente en qué consiste el servicio BIZUM.


Debido a su popularidad y facilidad de uso, seguimos con el número habilitado para que puedas hacer tus aportaciones de manera cómoda y ágil. 

Es un único número para todos los servicios:
    Parroquia de San Miguel Arcángel
    Parroquia de Nuestra Señora del Carmen
    Cáritas Interparroquial

En principio, todas las donaciones serán para San Miguel, salvo que lo indiques, o me lo hagas saber personalmente y entonces derivaré inmediatamente el dinero para esa cuenta. 

También hay otras vías:

1. PLATAFORMA “https://www.donoamiiglesia.es/”.

Es una plataforma de pago que ha desarrollado la Conferencia Episcopal y que Vd. posiblemente ya conoce. Para evitar las dificultades que actualmente tiene esta plataforma de identificación de donantes, pediríamos que comuniquen a la parroquia el importe donado, junto con su nombre y DNI, para poder contabilizarlo y así que os desgrave en Hacienda. En este enlace, podrás ver un video que he elaborado para explicar como hacerlo



3. TRANSFERENCIA BANCARIA:

También podéis ordenar una transferencia bancaria “puntual” o periódica (si queréis haceros una suscripción) a la cuenta de la parroquia en CAIXABANK:

La cuenta de San Miguel Arcángel
IBAN ES 19 2100 7104 0022 0014 2803

La cuenta de Nuestra Señora del Carmen
IBAN ES 81 2100 7104 0222 0011 5011

La cuenta de Cáritas Interparroquial
IBAN ES 33 2100 7104 0922 0004 5013

NO OLVIDÉIS COMUNICAR A LA PARROQUIA EL IMPORTE DONADO, NOMBRE Y DNI, PARA QUE OS DESGRAVE EN HACIENDA.

MUCHAS GRACIAS POR VUESTRA COLABORACIÓN.

miércoles, 22 de abril de 2020

HOJA PARROQUIAL 3º DOMINGO DE PASCUA. CICLO A

HOJA PARROQUIAL.
25 y 26 de Abril de 2020
Domingo III de Pascua. Ciclo A.
Parroquias de Tazacorte y Ntra. Sra. de Fátima en Tijarafe

Textos tomados de la página web de los dominicos en España. Dibujos obra de Fano.

“Lo habían reconocido al partir el pan”


Desde el comienzo de la Eucaristía una urgente invitación —se formula en imperativo— llama a todos a dar paso a la alegría, a cantar himnos a la gloria de Dios, a tocar en honor de su nombre, a aclamarlo al unísono con toda la creación. La razón para todo esto hunde sus raíces en la verdad que es cimiento de la fe: que Cristo ha vencido a la muerte, en él y en todos los unidos a él.
Vibran hoy de manera especial las palabras que el libro de los Hechos de los Apóstoles pone en boca de san Pedro: el Señor murió realmente, «pero Dios lo resucitó, rompiendo las ataduras de la muerte. No era posible que la muerte lo retuviera bajo su dominio». El corazón está alegre por haber descubierto el sendero de la vida, y advertir que la calzada permanece siempre abierta, porque ha sido franqueada mediante el precio de la sangre de Cristo. En él tenemos el apoyo de la fe y la esperanza.
En el camino de la vida el Maestro consumado acompaña siempre nuestros pasos. Es el único capaz de iluminar toda senda con palabras ardientes, sugerentes, que estimulan a una conversación nunca interrumpida, que incitan siempre en orden a descubrir el sentido de la existencia, a dar con el derrotero que conduce a saciar las más hondas aspiraciones de verdad y de bien.



LECTURAS DE LA MISA 

Primera lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 2, 12.22-33

El día de Pentecostés, Pedro, de pie con los Once, pidió atención y les dirigió la palabra: - «Judíos y vecinos todos de Jerusalén, escuchad mis palabras y enteraos bien de lo que pasa. Escuchadme, israelitas: Os hablo de Jesús Nazareno, el hombre que Dios acreditó ante vosotros realizando por su medio los milagros, signos y prodigios que conocéis. Conforme al designio previsto y sancionado por Dios, os lo entregaron, y vosotros, por mano de paganos, lo matasteis en una cruz. Pero Dios lo resucitó, rompiendo las ataduras de la muerte; no era posible que la muerte lo retuviera bajo su dominio, pues David dice: "Tengo siempre presente al Señor, con él a mi derecha no vacilaré. Por eso se me alegra el corazón, exulta mi lengua, y mi carne descansa esperanzada. Porque no me entregarás a la muerte ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción. Me has enseñado el sendero de la vida, me saciarás de gozo en tu presencia." Hermanos, permitidme hablaros con franqueza: El patriarca David murió y lo enterraron, y conservamos su sepulcro hasta el día de hoy. Pero era profeta y sabía que Dios le habla prometido con juramento sentar en su trono a un descendiente suyo; cuando dijo que "no lo entregaría a la muerte y que su carne no conocería la corrupción", hablaba previendo la resurrección del Mesías. Pues bien, Dios resucitó a este Jesús, y todos nosotros somos testigos. Ahora, exaltado por la diestra de Dios, ha recibido del Padre el Espíritu Santo que estaba prometido, y lo ha derramado. Esto es lo que estáis viendo y oyendo.»

Sal 15,1-2.5.7-8.9-10.11: Señor, me enseñarás el sendero de la vida


Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti; yo digo al Señor: «Tú eres mi bien.» El Señor es el lote de mi heredad y mi copa; mi suerte está en tu mano. R/

Bendeciré al Señor, que me aconseja, hasta de noche me instruye internamente. Tengo siempre presente al Señor, con él a mi derecha no vacilaré. R/
Por eso se me alegra el corazón, se gozan mis entrañas, y mi carne descansa serena. Porque no me entregarás a la muerte, ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción. R/

Me enseñarás el sendero de la vida, me saciarás de gozo en tu presencia, de alegría perpetua a tu derecha. R/


Segunda lectura de la primera carta del apóstol san Pedro 1, 17-21

Queridos hermanos: Si llamáis Padre al que juzga a cada uno, según sus obras, sin par­cialidad, tomad en serio vuestro proceder en esta vida. Ya sabéis con qué os rescataron de ese proceder inútil recibido de vuestros padres: no con bienes efímeros, con oro o plata, sino a precio de la sangre de Cristo, el Cordero sin defecto ni mancha, previsto antes de la creación del mundo y manifestado al final de los tiempos por nuestro bien. Por Cristo vosotros creéis en Dios, que lo resucitó de entre los muertos y le dio gloria, y así habéis puesto en Dios vuestra fe y vuestra esperanza.

Evangelio Lectura del santo Evangelio según san Lucas 24, 13-35

Dos discípulos de Jesús iban andando aquel mismo día, el primero de la semana, a una aldea llamada Emaús, distante unas dos leguas de Jerusalén; iban comentando todo lo que había sucedido. Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona se acercó y se puso a caminar con ellos, pero sus ojos no eran capaces de reconocerlo. Él les dijo: -«¿Qué conversación es esa que traéis mientras vais de camino?» Ellos se detuvieron preocupados. Y uno de ellos, que se llamaba Cleofás, le replicó: -«¿Eres tú el único forastero de Jerusalén, que no sabes lo que ha pasado allí estos días?» Él les preguntó: -«¿Qué? Ellos le contestaron: -«Lo de Jesús de Nazaret, que fue un profeta poderoso en obras y palabras, ante Dios y ante todo el pueblo; como lo entregaron los sumos sacerdotes y nuestros jefes para que lo condenaran a muerte, y lo crucificaron. Nosotros esperábamos que él fuera el futuro liberador de Israel. Y ya ves: hace ya dos días que sucedió esto. Es verdad que algunas mujeres de nuestro grupo nos han sobresaltado: pues fueron muy de mañana al sepulcro, no encontraron su cuerpo, e incluso vinieron diciendo que habían visto una aparición de ángeles, que les habían dicho que estaba vivo. Algunos de los nuestros fueron también al sepulcro y lo encontraron como habían dicho las mujeres; pero a él no lo vieron.» Entonces Jesús les dijo: - «¡Qué necios y torpes sois para creer lo que anunciaron los profetas! ¿No era necesario que el Mesías padeciera esto para entrar en su gloria?» Y, comenzando por Moisés y siguiendo por los profetas, les explicó lo que se refería a él en toda la Escritura. Ya cerca de la aldea donde iban, el hizo ademán de seguir adelante; pero ellos le apremiaron, diciendo: «Quédate con nosotros, porque atardece y el día va de caída.» Y entró para quedarse con ellos. Sentado a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio. A ellos se les abrieron los ojos y lo reconocieron. Pero él desapareció. Ellos comentaron: - «¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras?» Y, levantándose al momento, se volvieron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los Once con sus compañeros, que estaban diciendo: - «Era verdad, ha resucitado el Señor y se ha aparecido a Simón.» Y ellos contaron lo que les había pasado por el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.

YOUCAT


169 ¿Qué sucede con nosotros cuando celebramos el culto divino?
Cuando celebramos el culto divino somos atraídos por el amor de Dios, somos sanados y transformados. Todas las celebraciones litúrgicas de la Iglesia y todos sus SACRAMENTOS están orientados únicamente a que tengamos vida, y ésta en abundancia. Cuando celebramos el culto divino nos encontramos con quien ha dicho de sí mismo «Yo soy el camino y la verdad y la vida» (Jn 14,6). Quien va al acto litúrgico y está abandonado, recibe de Dios seguridad. Quien va al culto y se encuentra perdido, encuentra a un Dios que le espera.
CAPÍTULO PRIMERO. Dios y la sagrada Liturgia
170 ¿Cuál es el origen más hondo de la Liturgia?
El origen más hondo de la LITURGIA es Dios, en quien existe una fiesta eterna y celestial del amor: la fiesta de la alegría del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Puesto que “Dios es amor, quiere hacernos partícipes de la celebración de su alegría y regalarnos su BENDICIÓN. Nuestros actos de culto terrenos tienen que ser celebraciones llenas de belleza y energía. Celebraciones del Padre, que nos ha creado, por eso los dones de la tierra tienen un papel tan importante: el pan, el vino, el aceite y la luz, el perfume del incienso, música divina y colores espléndidos. Celebraciones del Hijo, que nos ha salvado, por eso nos alegramos de nuestra liberación, respiramos hondamente escuchando la Palabra, nos fortalecemos al comer los dones eucarísticos. Celebraciones del Espíritu Santo, que vive en nosotros, por eso la riqueza desbordante de consuelo, conocimiento, valor, fuerza y BENDICIÓN que brota de las asambleas sagradas.
171 ¿Qué es lo esencial de toda Liturgia?
La LITURGIA es siempre en primer lugar comunión con Jesucristo. Toda celebración litúrgica, no sólo la Eucaristía, es una fiesta de la Pascua en pequeño. Jesús celebra con nosotros el paso de la muerte a la vida y lo hace accesible para nosotros. El acto litúrgico más importante del mundo fue la fiesta de la Pascua que Jesús celebró con sus discípulos en el Cenáculo la víspera de nosotros el paso de la muerte a la vida y lo hace accesible para nosotros. El acto litúrgico más importante del mundo fue la fiesta de la Pascua que Jesús celebró con sus discípulos en el Cenáculo la víspera de su Muerte. Los discípulos pensaban que Jesús iba a conmemorar la liberación de Israel del poder de Egipto. Pero Jesús celebró la liberación de toda la humanidad del poder de la muerte. En Egipto fue la «sangre del cordero» la que protegió a los israelitas del ángel de la muerte. Ahora es él mismo el Cordero, cuya sangre salva a la humanidad de la muerte. Porque la Muerte y la Resurrección de Jesús son la prueba de que se puede morir y, sin embargo, ganar la vida. Éste es el verdadero contenido de cada celebración litúrgica cristiana. Jesús mismo comparó su Muerte y Resurrección con la liberación de Israel de la esclavitud en Egipto. Con el término misterio pascual se designa por ello el efecto salvífico de la Muerte y Resurrección de Jesús. En forma análoga a la sangre del cordero que salvó las vidas de los israelitas en la salida de Egipto (Éx 12), Jesús es el “Cordero pascual, que ha liberado a la humanidad de su encierro en la muerte y el pecado.



CALENDARIO PARROQUIAL

VIDA DE NUESTRAPARROQUIAS